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Márquez se quita el mono en el podio y lo ofrece al público de Misano: una maniobra para acallar a los críticos que recuerda a Messi en el Bernabéu

El líder del certamen, abucheado y criticado en el circuito italiano, quiso reivindicarse durante la ceremonia del podio tras su victoria este domingo

Marc Márquez, piloto de Ducati, ofrece el mono ante el público de Misano desde el podio del GP de San Marino.
Guille Álvarez

Marc Márquez es un loco de las motos, sí, pero el fútbol es otra pasión que disfruta todavía como un niño. Cada fin de semana, el octocampeón español se entretiene con los periodistas entre bambalinas discutiendo sobre la actualidad balompédica. Es normal escucharle intercambiar pullas amables con los madridistas y mostrar preocupación honesta cuando su Barça sufre dentro o fuera del verde. Por eso no sorprende la celebración de este domingo en el podio tras su magnífica victoria en el GP de San Marino, donde dejó a punto de caramelo su noveno título en el Mundial de motociclismo.

El 93 emergió sin cueros ante el público italiano y elevó su mono hacia las gradas, un gesto que recordó al de Leo Messi en el Santiago Bernabéu en 2017, cuando marcó el 2-3 de la remontada azulgrana en el minuto 93. “Siempre he dicho que, para mí, Messi ha sido un referente dentro y fuera de la pista. Él ha estado siempre en los momentos difíciles, ha hecho callar con clase, un señor dentro y fuera del campo”, explicó Márquez sobre su inesperada celebración en territorio Valentino Rossi. El sábado, tras su caída, Misano rugió de alegría y algunos aficionados le dedicaron insultos y peinetas al piloto de Ducati. Él tomó nota y, aunque quiso aislarse del ruido, no pudo evitar escuchar algunos improperios de más también dentro del paddock.

Todo ello le llenó de energía y motivación para rebotar este domingo, como hizo al ganar una trepidante batalla al límite contra Marco Bezzecchi, pupilo precisamente de la academia VR46, con su cuartel general a unos pocos kilómetros del trazado. “Es imposible emular a Messi, pero ayer por la noche, aunque intentas aislarte, estuve leyendo algo las redes sociales y encontré allí un punto extra de energía, de motivación y ganas de ganar. Se me ocurrió celebrarlo a lo Messi, aunque esté lejos de él”, confesó al micrófono de DAZN.

El dolor y la rabia de la caída, y el pinchazo de los pitidos de la grada, provocaron el rebote de un Márquez imparable esta campaña. Ya son 11 victorias en domingo y otras 14 el sábado rumbo a su séptimo título en MotoGP, el noveno en el Mundial, que le igualará precisamente al ídolo local, presente en la cita. Desde su rifirrafe en 2015 y el polémico episodio que les enemistó definitivamente en el GP de Malasia de aquella campaña, parte de la afición italiana ha machacado al 93 en sus visitas a Mugello y, especialmente, Misano. La Tavullia natal de Rossi, al fin y al cabo, está a un suspiro del circuito.

“Hemos visto mi mejor versión. No me encontraba del todo bien, pero quería el todo o nada. Tenía muchas ganas de ganar, estaba concentrado y quería agradecérselo a toda la gente que me arropa. En Ducati se están portando muy bien, y no es fácil estar aquí, donde escuchas de todo en el paddock. Tengo 32 años para aguantar esto y mucho más”, concluyó el líder sobre el tema. Después de felicitar a Bezzecchi, el rival que más le ha complicado las cosas en los últimos meses, prácticamente el único este año, Márquez reconoció que esta fue una de las carreras más duras del curso: “No tenía ni aire para gritar durante la celebración”.

Sí que tuvo fuerzas para señalar el cielo con las manos en alto y un dedo levantado, haciendo la señal del número uno y golpeándose el pecho con el puño cerrado, el mensaje ya bien claro sin ni siquiera mediar palabras en territorio hostil. Acumula ya seis victorias en Misano a lo largo de su trayectoria y sabe que la próxima parada, de aquí dos semanas en Japón, será para celebrar un nuevo título de campeón del mundo. “El círculo está cerrado, ya solo falta poner el candado. Si es en Japón, sería bonito, pero da igual. En Indonesia también. Habrá que cantar, bailar y celebrar juntos, porque lo hemos sufrido todos”, apuntaba. Las matemáticas dicen que necesita tan solo sacarle tres puntos más a su hermano Álex para confirmar su reconquista.

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Sobre la firma

Guille Álvarez
Graduado en Ciencias Políticas por la UPF y máster en Periodismo Deportivo y Comunicación por la Blanquerna-URL, ha pasado por las redacciones de La Vanguardia, la revista VICE y Mundo Deportivo. Colabora con la sección de deportes de EL PAÍS desde 2022, donde ha cubierto el Mundial de MotoGP y varias ediciones del Rally Dakar.
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