Pedro Acosta: “Las expectativas no nos hacen bien, ni a mí ni a nadie”
El piloto murciano de 19 años ha irrumpido en MotoGP con dos podios en tres carreras, erigiéndose como gran animador del campeonato
La fiebre por Pedro Acosta Sánchez (Puerto de Mazarrón, Murcia; 19 años) alcanza nuevas cotas en Jerez, uno de los grandes premios donde la afición más se vuelca con los pilotos de MotoGP. El joven debutante de GasGas, que lleva dos podios en tres carreras y amenaza con romper el récord de precocidad de Marc Márquez como ganador de un gran premio, atiende a EL PAÍS algo agotado. Todo el mundo quiere un autógrafo, una foto o un breve rato conversando con el nuevo fenómeno de la categoría. Paciente a pesar de la oleada de compromisos, atiende hasta a los repartidores que le entregan bultos en casa. “Perdona tío”, se disculpa tras atender la llamada. “Luego le preguntaré a mi abuela, a ver qué es”, sonríe. Además de velocidad, tiene carisma para rato.
Pregunta. Todo el mundo habla de usted en este arranque de Mundial, ¿cómo lo lleva?
Respuesta. Siendo sinceros y realistas, ni yo ni nadie esperábamos esto. La primera vez que me subí a una MotoGP estaba el 18, a segundo y pico de la cabeza, pero en el segundo día con la moto, en el test de Malasia, dimos un paso muy grande y fue una sorpresa. Las expectativas no nos hacen bien, ni a mí ni a nadie, pero hay que aceptarlo y dejar que las cosas se vayan calmando.
P. Aquí solo hay 22 plazas: ¿cuándo tuvo claro que iba a estar entre los mejores?
R. Nunca tuve claro si iba a llegar. Aquí las cosas se pueden torcer muy rápido, y un día estás tocando la luna y el siguiente estás en la lona. Hay que tenerlo en cuenta, y la idea es conseguir una base firme y asentarse en las posiciones de cabeza.
P. Lleva dos podios consecutivos, y la mayoría de leyendas ya han dicho que le ven ganando una carrera pronto, ¿usted también ve cerca la victoria?
R. Las leyendas hablan mucho, ¿no? Enfocarse ahora en ganar sería un error. Tenemos que centrarnos en nosotros mismos, y no estar pensando en lo que dicen los demás. Esa es la peor presión posible, así que vamos poco a poco, con calma. Nuestro objetivo no es ganar, sino crecer dentro de la categoría, en el garaje, a nivel personal y profesional.
P. Tras finalizar segundo en el GP de las Américas se le vio contento, pero también fastidiado…
R. A nadie le gusta perder. Sí, estaba contento, más que el sábado, pero cuando me veo con la capacidad de lograr ciertas cosas, me gusta conseguirlas. No quiero dejar pasar oportunidades. Pienso que es algo normal para cualquier competidor en cualquier deporte. Esa experiencia nos sirvió para poner los pies en el suelo. Lo estamos haciendo bien, lo hemos hecho bien, pero hay alguien que lo ha hecho mejor todavía. Esto me llena de energía, a mí y a KTM, para seguir empujando en nuestra misión.
P. ¿Le han recibido bien sus oponentes?
R. No lo sé, yo voy a mi bola, sin meterme en movidas. Yo solo me lo estoy pasando muy bien.
P. Y Brad Binder y Jack Miller, sus compañeros veteranos en KTM, ¿están encajando bien que les esté superando cuando acaba de llegar al equipo?
R. La relación es buena. Ellos tienen toda la experiencia, y son quienes realmente deciden hacia dónde va el proyecto de la fábrica. Yo no lo sé. Mi análisis se limita a decir dónde va bien la moto, o dónde yo lo siento así. Todavía no sé pedir cosas con precisión, no puedo decir ‘necesito esto para ganar’. Ellos sí lo saben, y son las personas idóneas para manejar el desarrollo de la KTM.
P. Si se pone en su lugar, ¿a usted no le molestaría?
R. No. Pensaría que es algo que nos viene bien a todos. Esto provoca que todos apretemos más, y entre todos subimos el nivel personal y colectivo.
P. Con 19 años, muchos le comparan con Marc Márquez, por talento, precocidad y desparpajo ¿qué piensa de ello?
R. Yo me comparo solo con el Pedro Acosta que en 2021 llegó aquí sin equipo ni nadie, y que ahora está en MotoGP. Sigo siendo el mismo niño, solo que llegué con 16 años y ahora cumpliré los 20.
P. Dice que apunta las matrículas de los rivales, y que luego les devuelve la jugada. Aprende rápido...
R. Todo el mundo aquí tiene más experiencia que yo. Si tengo la suerte de estar luchando con los mejores, y además puedo apuntarme o memorizar sus trucos para usarlos luego a mi favor, siempre será positivo. Estar delante, y que me ganen los mejores, me está ayudando a crecer mucho como piloto.
P. Aunque lleva tres grandes premios en MotoGP, parece ya un veterano y hasta le da tiempo para estudiar a los rivales siguiéndoles en pista, ¿cómo lo consigue?
R. Eso no viene de ahora, viene de muchos años en las carreras. El equipo me está ayudando mucho. En Estados Unidos, volví al garaje el sábado muy cabreado. Y se lo dije a mi equipo. ‘No os lo toméis a pecho’, pero me molesta y es normal. Yo me veía capaz y fallé yo, el equipo no hizo nada mal. Estuvimos sentados en círculo hasta las once de la noche dentro del garaje, pensando a ver qué hacíamos el domingo. Si ellos me dan el 100%, yo les debo dar mi 100%, y no acepto nada por debajo. En mi trabajo no acepto nada que no sea el máximo, y ellos se merecen lo mismo de mí.
Hay gente que se juega la vida en el mar para traer un plato de comida a su familia; MotoGP es una burbuja irreal
P. ¿Para usted, pilotar es algo instintivo o un proceso estudiado y trabajado?
R. Para mí, pilotar es divertido. Y así debería ser. Yo empecé en esto porque sentí esa pasión como niño. Me gustaba ir con mi padre a montar en moto, y la única diferencia es que ahora compito en MotoGP. Yo me lo paso bien yendo en moto, si no, no podría estar aquí; no podría entrenar seis de siete días de la semana, estaría agotado. A ti te puede gustar mucho el marisco, pero si comes marisco cada día, al final te da alergia. Hay que divertirse, y recordar por qué empezaste a pilotar de pequeño.
Disfruto viendo a mi padre en las carreras: camina por el ‘paddock’ saludando a todo el mundo, con el pecho erguido
P. Su familia hizo una apuesta arriesgada para financiar su carrera, ¿fue siempre consciente de lo que estaba en juego?
R. Cuando eres pequeño no eres consciente de nada. Ni entiendes que puede salirte muy bien o salirte muy mal la cosa. Mi familia se lo jugó todo por el sueño de un niño. Ahora disfruto viendo a mi padre aquí en las carreras, junto a mí. Es él quien parece un niño ahora. Camina por el paddock con una sonrisa de oreja a oreja, saludando a todo el mundo, con el pecho erguido. Ver que esto ha salido bien y ellos lo disfrutan tanto es algo muy bonito.
P. En medio de esta oleada mediática que ha generado, ¿qué le ayuda a mantener los pies en el suelo?
R. Volver a casa y ver que la gente se juega el pescuezo saliendo a pescar cada día. Hay gente que se juega la vida en el mar para traer un plato de comida a su familia, o gente que se parte el lomo recogiendo tomates todo el día. Esa es la realidad, y no esto que vivimos aquí. MotoGP es una burbuja irreal.
P. Es cuarto en la tabla, está con los de delante y muchos le ven ganador pronto, ¿usted se ve campeón?
R. Uf, tenemos que pasar varios escalones primero para poder empezar a pensar en eso. Si no hemos ganado una carrera todavía, no vamos a pensar en ganar un Mundial. Es pronto para eso.
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