Marc Márquez empieza la nueva era en Ducati con la cabeza gacha
El ocho veces campeón del mundo estrena el 2024 con una novena plaza en los primeros test oficiales de la pretemporada de MotoGP en Malasia, donde sí despunta el jovencísimo Pedro Acosta
MotoGP presenta la temporada 2024 como una nueva era. Lo es ciertamente para Marc Márquez, que por fin estrenó sus nuevos colores del equipo Ducati Gresini sobre la pista. Lo hizo con una novena plaza en la primera jornada de los test de pretemporada que hospeda el circuito de Sepang, en Malasia. El ocho veces campeón del mundo continuó generando muchas expectativas, si bien su rendimiento no dejó margen alguno para la fantasía. Aunque a todas luces iba a ser y fue el protagonista mediático del día, quién más brilló sobre el asfalto fue el novato Pedro Acosta, segundo en su primer fogueo real con el resto de la parrilla a sus 19 años. Resulta difícil no ver en el piloto murciano reflejos del fenómeno que representó en su día el catalán durante su temporada de debut en la categoría reina.
La tabla de tiempos de la jornada inaugural del curso la comandó el subcampeón de 2023 Jorge Martín con un 1:57.951, un crono que amenazó ya el récord absoluto del trazado malayo. Acosta, con la GasGas -una KTM oficial pintada con los colores de la marca española propiedad de la fábrica austríaca-, quedó a tan solo dos décimas tras completar 60 vueltas. Márquez lo hizo a seis de la Ducati GP24 del líder de la sesión y por detrás del resto de pilotos que montarán la GP23 que fue campeona del mundo hace tan solo cuatro meses.
Fue un día movido para el piloto de Cervera, que realizó 47 giros pero tuvo un par de problemas técnicos en la moto y además sufrió un par de sustos sobre su nueva montura. Uno de ellos terminó en salida de pista sin caída ni consecuencias graves, mientras que el otro fue una de sus icónicas salvadas, probando los límites de la Desmosedici nada más comenzar la aventura. En una jornada donde resulta difícil extraer conclusiones, la única es quizás la más evidente: no será un camino de rosas y lo importante será agachar la cabeza y trabajar a destajo. “Hemos tenido muchos problemas, no estoy pilotando de la manera correcta”, apuntó el 93 en declaraciones al canal oficial de MotoGP. “No tengo sensaciones con el tren delantero de la moto, y sigo sin entender las señales de alarma”, agregó.
Perdido en la parte baja de la tabla a lo largo del día, Márquez pudo trenzar su mejor crono a 20 minutos del final de una sesión única de ocho horas de trabajo. La cosa empezó mal, ya que su Ducati se paró en su primera salida al ruedo, en la cuarta curva del circuito. Tuvo que volver remolcado por una ‘scooter’ de un trabajador del circuito, y hasta el garaje de Gresini se acercó Gigi Dall’Igna, máximo responsable técnico de la marca, para revisar los problemas en la moto del ocho veces campeón del mundo. La cosa quedó en anécdota y su 1:58.621 le permitió, eso sí, clasificarse justo por delante de la mejor Honda, la marca que decidió abandonar a finales del curso pasado tras 11 temporadas, 59 victorias y seis títulos mundiales juntos.
Como en cualquier otro test de estas características, el resultado fue lo de menos para el catalán y el resto de la parrilla, más centrados en el desarrollo y la comprensión de sus monturas a largo plazo. “Primero debo entender la moto, y con tres días de test puedo trabajar con más calma. Queda un mes para competir, y hay que ir paso a paso”, apuntaba Márquez durante un evento de Gresini en Indonesia previo al test de este martes. Quedan otras dos jornadas de trabajo a destajo en Malasia antes de viajar a Qatar para otra tanda de pruebas y la cita inaugural de la temporada 2024, programada para el fin de semana del 8 al 10 de marzo bajo las brillantes luces del circuito de Lusail.
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