Sergio Camello, el descarte que conquistó París
“Era un poco el alma del equipo”, valora Santi Denia sobre el delantero, que entró como reserva en la lista y solo había disputado un encuentro en los Juegos
Santi Denia se marchó del estadio sin nada al cuello. “No, para los técnicos no hay medallas olímpicas”, aclaró. “Pero nos darán unas de réplica”, deslizó entre dientes ante la sorpresa del batallón de periodistas que lo esperaba en las tripas del Parque de los Príncipes. Tampoco ofreció grandes explicaciones de por qué había dejado fuera de la lista a Samu Omorodion, recambio habitual en las segundas partes del titular Abel Ruiz. “Tenía un tema médico, privado, que no quiero comentar”, apuntó el seleccionador. Pero ese movimiento le permitió dar pista al héroe de la tarde, Sergio Camello, incluido en la lista inicial como reserva.
El delantero madrileño venía de meter solo cuatro goles con el Rayo la pasada temporada: tres en Liga (doblete al Getafe y uno al Betis), y uno en la primera ronda de la Copa del Rey al Lugones. De los 32 encuentros que disputó con los vallecanos, solo marcó en tres tardes, dos de ellas en Liga. No lo hacía desde mediados de marzo. Ese era el punto de partida de este canterano del Atlético, comprado por el Rayo hace un año por cinco millones, cuando compareció en el minuto 83 de la final olímpica. La tarde que le quedará para los restos.
“Me dijo el entrenador de porteros [Rubén Martínez] que él había soñado con que metía el gol de la final”, aseguró en mitad de la euforia. Marcó dos. Nadie se había apuntado un doblete en la prórroga de una final olímpica. “No hay muchos secretos en esto del fútbol”, explicó Denia sobre la figura de Camello. “Habéis tenido el ejemplo de Oyarzabal en la absoluta. Alguien que no sale de inicio mete el gol del triunfo en la Euro. Camello era un poco el alma del equipo, el que empujaba, sin tener minutos siempre estaba apoyando”, valoró el técnico.
La singularidad de los Juegos, con una lista de 18 más cuatro reservas, lo obligaba en cada partido a dejar a cuatro fuera, una situación compleja en la gestión del vestuario que debió tratar antes de viajar a París. Nunca le había tocado manejar este escenario y lo trató con los cuatro reservas. “Se lo expliqué y todos lo tenían claro”, señaló este viernes. Alejandro Iturbe (portero), Juanlu Sánchez (defensa) y Cristhian Mosquera (defensa) eran los otros tres. Curiosamente, dos de ellos resolvieron las semifinales y la final. Sánchez, contra Marruecos y Camello, frente a Francia.
En todo caso, las normas permitieron una cierta flexibilidad para que un jugador pudiera entrar y salir de este fondo de armario a lo largo del torneo. Eso hizo que Camello pudiera jugar, y como capitán, el tercer partido de la fase de grupos, contra Egipto. Un intradía con todo resuelto que no tuvo continuidad hasta este viernes de gloria para el rayista por la ausencia de Samu Omorodion. “Ha trabajado como el que más, es el que más se lo merecía”, comentó Álex Baena, su compañero de habitación en la concentración. El medio, que ha empalmado Eurocopa y Juegos, se une ya al Villarreal para disputar dos partidos y luego se marchará de vacaciones.
Solo Francia había doblado título de Eurocopa más Juegos en un verano, en 1984. El hito animó al seleccionador de la absoluta, Luis de la Fuente, a hinchar el pecho del fútbol español. “A ver si somos conscientes de lo que hemos conseguido este año y ponemos en valor al fútbol español”, se arrancó. “Quitémonos los complejos y digamos lo grande que es el fútbol español. Esto no lo consigue casi nadie. Esta es una noche historia, épica, que pasará a la historia del fútbol, del olimpismo y del deporte español”, cerró. Este sábado, a las 11.00, los campeones olímpicos recibirán un homenaje en la sede federativa de Las Rozas.
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