España choca con el gigante belga

La selección de hockey masculino se despidió este domingo de los Juegos de Tokio al caer por 3-1 frente a la poderosa Bélgica, que llegaba a la cita como favorita y logró remontar para acceder a las semifinales. El cuadro dirigido por Fred Soyez dio la cara ante la campeona mundial de 2018 y europea de 2019, pero la envergadura del ambicioso proyecto belga acabó imponiéndose. De esta forma, se cierra un ciclo con un giro estructural que parte de la marcha del seleccionador, y junto él varios jugadores históricos como David Alegre, Quico Cortés, Roc Oliva, Pau Quemada y Pep Romeu, que dan paso a una hornada prometedora.

Más información

Del adiós a Tokio a los cuartos con un gol de Quemada

“Necesitas años de experiencia para saber cuándo callar”

El equipo español partió con una idea muy clara, líneas juntas, compacta para achicar espacios y minimizar en la medida de lo posible el caudal ofensivo de los belgas. La premisa era evidente: intensidad, pegamento en las marcas y aguardar a algún despiste, e ir con todo al contragolpe. “¡Cuatro más uno, cuatro más uno!”, se desgañitaba Cortés desde atrás, manteniendo en tensión a los suyos, ordenados como una formación romana. La bola era de los Red Lions, pero el caparazón resistió a los goles durante más de media hora.

La acción transcurría a ritmo de vértigo, así que Soyez refrescó constantemente a su equipo a través de cambios masivos; a los cinco minutos ya se producía el primer relevo, de cuatro piezas. Bélgica aceleraba el pase y movía de un lado a otro, pero no daba con la fisura y, en sentido opuesto, abrió de manera involuntaria una grieta en su cascarón. Fue en el segundo cuarto, a falta de cuatro minutos, cuando en una incursión de Alegre por el costado izquierdo uno de sus zagueros metió el stick y envió directamente a la red.

Hasta ahí, el dulce sueño. Después, una ofensiva multiplicada por parte de la número uno mundial, que ante las urgencias incidió como una perforadora. Primero acertó Hendrickx (7.47 en la cuenta atrás del tercero, en medio de las protestas rivales) y después lo hizo Boon (4.50), y empezó a inclinarse en exceso el terreno. Aun así, España no se arrugó. Entre esas dos acciones, un lanzamiento tropezó con el poste derecho de Doren en la maniobra que pudo significar el empate, y posteriormente el portero volvió a intervenir con acierto ante otro penalti-córner.

“Les hemos plantado cara”

Por delante, Bélgica administró con solvencia la renta e intentó abrir brecha. En el último acto, Hendricks percutió de nuevo y ahí sí, trazó ya una frontera insalvable. El tercer gol sentenció el duelo (solo 3.31 para el bocinazo final) y selló la andadura del conjunto español. Demasiado imponente Bélgica, digna resistencia de los de Soyez. Nunca bajaron los brazos. El seleccionador reunió a sus hombres en un corrillo repleto de caras largas que se disolvió entre llantos, abrazos y aplausos. Fin de la aventura japonesa, adiós con honores.

“No, en realidad no es el final esperado”, expresó el preparador, que después de siete años a los mandos será sustituido por el argentino Max Caldas, “porque le hemos plantado cara al mejor equipo del mundo. Pero a estos niveles se compite en detalles. Hasta ese error arbitral [en el empate] hemos estado ahí, pero de nuevo vuelve a pasarnos factura en unos cuartos. Ellos han tenido un punto más de acierto en los penaltis-córner y la diferencia ha estado ahí. Aunque no haya medallas, ha sido un placer y un orgullo lo que hemos conseguido hasta aquí”.

Por otra parte, la defensora del título obtenido en Río 2016, Argentina, perdió contra Alemania por idéntico marcador (3-1). De esta forma, el combinado belga se enfrentará a India (3-1 también a Gran Bretaña), y Alemania con Australia (2-2(2-0) frente a Países Bajos) por acceder a la final del jueves.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre los Juegos de Tokio