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España, fábrica de equipos

Las selecciones nacionales triunfan en los deportes colectivos gracias a su espíritu gremial y apuntan a los próximos Juegos como una gran potencia

El equipo español de balonmano levanta el trofeo del Euro'2020.
El equipo español de balonmano levanta el trofeo del Euro'2020.Luka Stanzl (GETTY)

España es la primera potencia mundial de deportes de equipos, después de Estados Unidos. Lo revelan los resultados del último año del ciclo olímpico que se cerrará este verano en los Juegos de Tokio (24 de julio al 9 de agosto). A falta del baloncesto y el balonmano femeninos, pendientes de clasificarse, España ha metido nueve selecciones con aspiraciones a medalla. Más que ningún país, si se exceptúa la expedición norteamericana. El fenómeno, que expresa una anomalía financiera, responde a un componente cultural y social. Los deportistas españoles son menos individualistas de lo que se piensa y ellas son más competitivas que nunca.

BALONMANO MASCULINO / Jordi Ribera: “El jugador español es táctico”

El rodillo del Barça en el balonmano español, ininterrumpido desde 2011, no mediatiza el análisis del seleccionador Jordi Ribera. “A lo largo de la historia, los éxitos de la selección no necesariamente están conectados con una competición interna más o menos fuerte”, señala. “Lo más importante es que surjan jugadores, y cuidarlos allá donde se encuentren. Hace tiempo que muchos de los mejores no pueden estar en la Asobal, que es lo que querríamos pero, no siendo así, lo que deseamos es que compitan en los mejores lugares posibles, en un buen entorno”. El empeño del seleccionador se centra en la detección de talentos que permitan un flujo de jugadores, la preparación lo más exhaustiva y analítica posible de los rivales y de la propia selección, y el desarrollo de un estilo de juego. Ribera asumió el cargo en 2016, después de su éxito con Brasil en una etapa que culminó en un torneo olímpico en el que no estuvo España, un borrón para una selección que no faltaba a la cita desde Montreal 1976 y que había ganado tres bronces, en Atlanta 1996, Sidney 2000 y Pekín 2008. Ahora, el segundo oro europeo conseguido el 26 de enero en Estocolmo ha conllevado la clasificación directa para Tokio.

El éxito de los deportes colectivos

en España

Hombres

Plata

Bronce

Oro

Mujeres

Juegos Olímpicos de Barcelona

80

84

88

92

96

00

04

08

12

16

20

Balonmano

JJ OO

Mundial

Europeo

Waterpolo

JJ OO

Mundial

Europeo

Hockey

JJ OO

Mundial

Europeo

Baloncesto

JJ OO

Mundial

Europeo

Fútbol

JJ OO

Mundial

Europeo

Fuente: elaboración propia.

A. GALOCHA - Y. CLEMENTE / EL PAÍS

El éxito de los deportes colectivos

en España

Hombres

Plata

Bronce

Oro

Mujeres

Juegos Olímpicos de Barcelona

80

84

88

92

96

00

04

08

12

16

20

Balonmano

JJ OO

Mundial

Europeo

Waterpolo

JJ OO

Mundial

Europeo

Hockey

JJ OO

Mundial

Europeo

Baloncesto

JJ OO

Mundial

Europeo

Fútbol

JJ OO

Mundial

Europeo

Fuente: elaboración propia.

A. GALOCHA - Y. CLEMENTE / EL PAÍS

El éxito de los deportes colectivos en España

Hombres

Plata

Bronce

Oro

Mujeres

Juegos Olímpicos de Barcelona

1980

1984

1988

1992

1996

2000

2004

2008

2012

2016

2020

Balonmano

JJ OO

Mundial

Europeo

Waterpolo

JJ OO

Mundial

Europeo

Hockey

JJ OO

Mundial

Europeo

Baloncesto

JJ OO

Mundial

Europeo

Fútbol

JJ OO

Mundial

Europeo

Fuente: elaboración propia.

A. GALOCHA - Y. CLEMENTE / EL PAÍS

La idea de Ribera cuando tomó la batuta de la selección era aprovechar la base, con varios artífices del oro mundialista en 2013. “Heredé una selección con carácter”, dice, “con gente muy competitiva. Y en estos años se han incorporado jóvenes que han ido ampliando su papel. Y hemos incorporado cosas nuevas. A partir de 2016 hubo un cambio de reglas que permitía jugar sin portero, con el séptimo jugador. No lo ponemos mucho en práctica pero debes estar preparado para defender. Y en cuanto a estilos defensivos, España siempre había sido una selección caracterizada por el 6-0 y hemos intentado perfeccionar el 5-1. Esta madurez de sistemas nos permite utilizarlos indistintamente. Solo cambiando jugadores, cambia la forma de jugar y ello forma parte de los automatismos que permiten a la selección alcanzar el nivel que ha demostrado”. Ribera es cauto a la hora de generalizar pero conviene: “El español es táctico, inteligente, con una gran capacidad de adaptación, y muy creativo”.

BALONMANO FEMENINO / Carlos Viver: "Somos buscavidas”

Carlos Viver, seleccionador del equipo que conquistó la plata en el Mundial de 2019, señala, como sus colegas de otros deportes, que la fortaleza española reside en la táctica. “En los deportes de equipo que no están tan profesionalizados como el fútbol o el baloncesto, los españoles somos inventores de recursos”, señala. “Somos buscavidas. Ajustamos elementos para sacar partido de lo que tenemos a partir del trabajo colectivo. Ahí somos meticulosos. Primero analizamos todo lo que se hace fuera, estudiamos las distintas escuelas, y luego, de un tiempo a esta parte, nos abastecemos a nosotros mismos, en la medida en que hemos desarrollado fórmulas específicas porque nuestras jugadoras tienen características propias. Nuestra materia prima es la que es: no somos los más altos, ni los más fuertes, pero nos amoldamos a la competición con el trabajo táctico colectivo. Eso es lo más decisivo para nosotros”.

“Como los nórdicos”, continúa Viver, “también jugamos con sistemas defensivos muy cerrados pero como no somos tan altos no podemos quedarnos en línea, planos, sino que tenemos que movernos más. En el ataque es lo mismo. No tenemos tanto lanzamiento exterior. Buscamos una tipología de lanzador grande que a veces no tenemos, y para compensarlo intentamos que el balón vaya más largo, para dar continuidad a las jugadas. Nosotros decimos: ‘Siempre un pase más’. Necesitamos madurar más las acciones, tanto en ataque como en defensa porque hay rivales más preparados físicamente”.

“Yo en el balonmano español no veo individualistas”, sentencia. “Tanto en categoría femenina como masculina, no hay españoles en el mejor siete inicial. En la Liga no se trabaja el lanzamiento exterior porque el funcionamiento colectivo está muy por encima de la faceta individual”.

WATERPOLO FEMENINO / Maica García: "Las mujeres nos reivindicamos" 

“Ya llevamos un tiempo siendo muy competitivos, sobre todo las mujeres”, observa Maica García, veterana de la plata de los Juegos de Londres y del oro del Mundial de 2013, y boya de la selección española de waterpolo que conquistó el Europeo en enero. “Quizá es por una reivindicación. Ves mucho carácter donde hay mujeres. Creo que en España las mujeres nos estamos haciendo mucho más fuertes y potentes. Nos lo creemos. Este carácter sale a la luz por dar voz, ayuda y apoyo a todas las mujeres que no pueden hablar. Esto es superbueno para el deporte y para la mujer. Lo vemos en las guerreras de balonmano, en el fútbol y en baloncesto. Y lo vemos en Carolina Marín en bádminton”.

“Aunque no tenemos los recursos de otros países, el esfuerzo, la humildad y la capacidad de sacrificio que tenemos nos hace poder estar ahí arriba”, explica la jugadora. “Los que nos define es el carácter; nuestro mayor valor es que queremos creer. Somos una familia que... podemos sacar los cojones. ¡Vamos a decirlo así! Tenemos mucha garra. Tenemos un espíritu ganador. Mucha guerrera dentro. Un temperamento duro que nos hace ir a por todo. Lo entrenas cada día”.

“Llevar muchos años juntas nos ha formado”, concluye. “Muchas incluso llevamos años de convivencia en los clubes. Eso hace que sumemos muchísimos días del año para conocernos. En el agua basta una mirada, un gesto para saber qué hará la que tienes al lado. Eso se traduce en la unión del equipo y nos ayuda a improvisar mejor. Tenemos tantísimas cosas juntas durante tantos años que hay momentos que haces jugadas que nunca has practicado en la vida. Salen da la nada. Estados Unidos tiene grandísimas jugadoras individualmente, pero solo se juntan en el año olímpico”.

WATERPOLO MASCULINO / David Martín: “El carácter latino nos une más"

Seleccionador del equipo que viene de conquistar tres platas sucesivas —Europeo de 2018, el Mundial de 2019 y el Europeo de 2020— frente a la hegemonía de las selecciones balcánicas, David Martín es el impulsor de la nueva ola del waterpolo masculino español. “Viendo cómo funcionan otros grupos humanos, los de balonmano, los de baloncesto, o los de waterpolo o el hockey, creo que la clave de nuestra eficacia reside en esta unión familiar que se genera dentro del grupo”, señala. “Hablamos de una solidaridad, unos lazos de unión y amistad, que son muy fuertes en comparación con otros países, como pueden ser los balcánicos, o los equipos del este, que tienen un carácter más frío. Allí esa unión no es tan latente. Pueden tener mucho más talento individual pero esta capacidad de sacrificio y de solidaridad en los momentos importantes de los partidos se genera en el vestuario. Forma parte del carácter latino: estar juntos, reírte, sufrir con el compañero. Eso es una baza”.

“El ambiente en el vestuario es brutal”, explica el seleccionador. “Nunca ves un jugador que digas ‘estos van a su bola’. Todas las actividades son conjuntas. Los jugadores pasan muchas horas dentro de la piscina y luego fuera, y esto genera unos lazos de unión tan fuertes que en los momentos importantes de los partidos, cuando estás ‘al borde de la muerte’, como quien dice, cuando la fatiga es tan alta, el factor emocional sale a flote. Estos jugadores harían lo que fuera por sus compañeros. Esto es muy importante. Y esto lo tenemos en todos los deportes: por nuestra cultura. Somos un país de gente abierta, con mente abierta, que hace bromas en el momento que hay que hacerlas. Sin catastrofismos”.

"Dentro de un vestuario hay dos o tres piezas muy importantes", indica Martín, "que pueden ser el capitán y otros veteranos, en los que como entrenador te tienes que apoyar para que ellos lleguen a donde tú nunca podrías dentro del vestuario. A partir de ahí tú como entrenador transmites lo que quieres como equipo. Pero es vital no equivocarte en estos jugadores, para que el mensaje llegue a los que van viniendo nuevos. La realidad es que todos los que llegan nuevos a un campeonato dicen: “Es como si hubiera estado aquí toda mi vida; me han acogido, me han ayudado”. Esto es clave".

HOCKEY MASCULINO / Frederic Soyez: “Me preguntaban: '¿cómo lo hacéis?”

El corrillo es entre directores deportivos de Holanda, Australia, India, Alemania. “Frederic, pero, ¿cómo lo hacéis?”, le preguntan. España acaba de proclamarse subcampeona de Europa y de clasificarse para los Juegos de Tokio. Los rivales de la selección española se asombran por los éxitos de un país que cuenta con apenas 16.000 licencias, un minifundio en comparación con las más de 200.000 de Alemania o Países Bajos, las de Australia o el medio millón de India. Y una federación con una quinta parte de los trabajadores de otras. “No tenemos los mismos recursos de la mayoría de potencias”, conviene el seleccionador de España, el francés Frederic Soyez. “Además, en España este deporte es semiprofesional. No estamos en las condiciones ideales. Ahora estamos en Valencia, luego jugamos en Argentina y en Nueva Zelanda, y los jugadores deben compaginar eso con el calendario de sus clubes y con sus trabajos o estudios. Dicho esto, también es verdad que España siempre ha sido una de las naciones más potentes del hockey”.

El panorama no era halagüeño en 2016, tras la retirada del triángulo mágico formado por tres jugadores excepcionales, Pol Amat, Santi Freixa y Edi Tubau. La federación todavía estaba recuperándose de la crisis económica que había sufrido el país. Pero hizo un esfuerzo y se lanzó a una apuesta de alto nivel con la contratación de Fred Soyez. “Las ganas, la entrega de los jugadores”, dice, son la clave. “Sabemos lo que hay y tratamos de maximizar nuestras posibilidades. Fuimos de los primeros deportes en utilizar los análisis de vídeos. Y ahora contamos con muchas personas que realizan un trabajo específico como entrenadores para los penalti córner, para los porteros, para trabajar de manera individual en el aspecto físico…”.

Soyez, uno de los mejores jugadores franceses de la historia y luego seleccionador de su país, observa algunos rasgos comunes en los deportistas españoles. “El éxito de las selecciones no es aislado, y el deportista español tiene carácter y profesionalidad. Existe una buena base. Ocurre lo mismo en Francia, donde existen algunas particularidades; por ejemplo, allí el rugby es un deporte con mucha tradición, popular y con mucho nivel”.

HOCKEY FEMENINO / Adrian Lock: “Aquí el hockey es la base de una comunidad"

Oro en Barcelona 92, la selección española ha recuperado el tono competitivo de las mejores con sendos bronces en el Mundial de 2018 y el Europeo de 2019. El seleccionador, el inglés Adrian Lock, señala que el secreto del aprovechamiento de los recursos en España reside ahí donde aparentemente existe un punto débil: el carácter local, casi familiar, de un deporte muy mal repartido por el territorio. “La gente del hockey se mueve por la pasión que han sentido desde pequeños por el deporte”, dice Lock. “La conexión emocional les engancha y les sigue motivando de mayores cuando suben a las selecciones. En España el deporte forma una parte importante de la sociedad. En el hockey los clubes forman la base social de toda una comunidad. Para las familias que tienen hijos con licencias esto forma parte de la vida. El deporte es cosa de amigos. Y cuando juegas para tus amigas hay una conexión que te hace más fuerte”.

“Esta cultura de club en España es histórica”, dice el técnico. “La proporción del número de clubes de España respecto a otros países es de 50 a 5.000. Por naturaleza las relaciones no son tan estrechas en países con muchos clubes porque juegas con gente que no conoces tanto. Eso en el deporte minoritario en España es una ventaja. Toda la riqueza del hockey se concentra en pocos sitios. El nivel es alto. Sobre todo en el masculino, que se concentra en Cataluña. Hay un gran nivel de referencias, de input técnico-táctico. En Terrassa hay cuatro o cinco internacionales en cada club y esto difunde el alto nivel. En otros países puede haber un internacional por club, de vez en cuando; aquí hay menos clubes pero tienen una continuidad de jugadores internacionales que profundizan una idea de alto rendimiento”.

“En 2013, Gran Bretaña tenía un presupuesto para ciclo olímpico de unos 60 millones de euros”, observa el seleccionador. “Nosotros tenemos entre dos y tres millones anuales. No creo que, a la hora de formar equipos, España tenga una ventaja social o cultural respecto a Inglaterra y Francia. No hay tantas diferencias. Lo que está claro es que las relaciones humanas de los integrantes de un equipo marcan mucho la capacidad de competir juntos, luchar y superarse bajo las exigencias de la alta competición, que plantea obstáculos constantes. El equipo de chicas de España ha creado vínculos muy estrechos. La gente se siente como en familia y esto es importante porque vives un tercio del año fuera de casa. Esto nos ha fortalecido”.

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