España cambia para no cambiar
Sin la columna vertebral que ganó la Eurocopa, la selección de De la Fuente se pasea rumbo al Mundial


La relación entre el pasado y el futuro se le rompe en un poco más de un año a Luis de la Fuente. Y, sin embargo, su selección española no cambia. Es decir, sigue ganando o, al menos, no pierde. Suma 28 partidos seguidos invicta y está a uno del récord de Vicente del Bosque como entrenador de España (29) y a tres del número uno en la lista: Italia (31). A la Roja le da lo mismo combinar en el equipo la experiencia de Laporte (31 años) y Rodrigo (29) con la juventud de Lamine Yamal (18) y Nico Williams (22), que mezclar a Cubarsí y Zubimendi con Yeremy Pino y Ferran Torres. “Afortunadamente, tenemos una gran cantera con grandes futbolistas y mucho futuro. Es un motivo de orgullo, no de preocupación. Es para estar feliz”, subrayó el técnico tras la victoria ante Georgia (2-0) en el Martínez Valero, tercera consecutiva en la clasificación rumbo al Mundial 2026, después de golear a Bulgaria (0-3) y Turquía (0-6).
No son elogios al aire los de De la Fuente a sus muchachos (y eso que le gusta el elogio al técnico), sino que tienen un fundamento en el rendimiento del equipo. Cuando España se subió a lo más alto del podio de Europa en Berlín 2024, la columna vertebral estaba formada por Laporte en la zaga, Rodrigo en la medular y dos de los delanteros más talentosos del mundo en los extremos: Nico Williams y Lamine Yamal. Este sábado en Elche, ninguno estuvo en el tapete. Laporte se quiere reencontrar con el Athletic, mientras que Rodrigo continúa atrapado en el laberinto de lesiones, tras romperse los cruzados el año pasado. Nico y Lamine también están en la enfermería.

Del jugador del Athletic solo se sabe que en Lezama andan con la mosca porque su chico franquicia se lesionó durante el parón de septiembre, misma situación que Lamine. El nombre de Nico no aparece en ningún lado; en cambio, el de Yamal salta de la boca de Flick a la de De la Fuente, con un paso prácticamente obligado por las redes sociales. El técnico del Barça se quejó de que en Las Rozas “no cuidaban a los jugadores”; el seleccionador le replicó que le faltaba “empatía” y Lamine aprovechó sus molestias en el pubis para saltarse la doble jornada FIFA y tomarse un descanso con su novia en Croacia. De paso, se subió a un helicóptero y, por supuesto, lo publicó en su Instagram. “Cosas de la edad, qué crack”, ironizaban con simpatía desde la Federación. En el cuerpo técnico, en cambio, se muestran más preocupados: “En el Barça están más tiempo con él; alguien le debería aconsejar en su día a día para que no se exponga en redes”.
Sin Lamine y Nico, España barrió a Georgia de la misma manera que lo hizo con Bulgaria y Turquía. “Seguimos todos en la misma línea y en la dinámica. Cada jugador tiene sus características, sabemos quién está en el campo para interpretar lo que cada uno hace en el campo”, analizó Oyarzabal. “Conocemos el potencial de cada uno; son diferentes. Eso nos permite jugar con un modelo reconocible, pero en el que esos futbolistas le meten una impronta personal. No me inquieta jugar con otro tipo de jugadores porque la esencia está muy clara. Somos un equipo al que le gusta tener el balón, pero con mucha verticalidad”, explicaba De la Fuente la ausencia de sus dos extremos titulares, rendido frente al partido de Yeremy Pino y Ferran Torres.
No fue el único que destacó a su equipo. “No hay mucho que decir. Hemos intentado hacer lo mejor posible, pero cuando España alcanza este nivel no tienes opciones. Juegan en otro planeta”, se rindió Willy Sagnol, seleccionador de Georgia. “Los halagos hay que aceptarlos como una parte natural del reconocimiento profesional, sin ir más allá. El próximo reto será más difícil todavía, no por el rival, sino por nuestra propia exigencia. Este grupo de jugadores es maravilloso”, concluyó De la Fuente.
No solo le faltaba su columna vertebral en Elche. Si se compara con el equipo que saltó al campo en la final de Berlín, solo tres jugadores repitieron en el Martínez Valero: Unai Simón, Le Normand y Cucurella. Sin el pasado de Laporte y Rodri ni el futuro de Lamine y Nico, España cambia para no cambiar. Y De la Fuente ya tiene a tiro el récord de Del Bosque.
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