El Atlético sigue de fiesta y en modo rodillo alemán para golear al Eintracht
Los de Simeone logran su segunda ‘manita’ consecutiva ante un conjunto de Frankfurt desorientado
Después de la tunda al Real Madrid, el Atlético siguió anoche de fiesta y en modo rodillo alemán ante el pintón Eintracht de Frankfurt. Un equipo que se presentaba con la amenaza de su fútbol frenético y desbocado y vivió con premura el estado de dulce que ahora atraviesan los rojiblancos. Un momento lúdico y arrollador en el que la finura con la pelota y la velocidad están acompasadas como pocas veces se ha visto en la era Simeone. El resultado, dos partidos consecutivos con cinco goles a favor.
Los futbolistas del Cholo pasaron por encima de su rival con velocidad y combinaciones de orfebrería, muchas de ellas por el centro de la frontal del área, zona vetada por cualquier defensa que se precie. La precisión y lo afilado de las paredes fueron la guinda preciosista del vendaval que desplegó el Atlético desde el inicio. A los cuatro minutos, Raspadori ya había ratoneado el primer gol; a los veinte, Julián Alvarez en dos ocasiones, Griezmann y Giuliano tirotearon a Kaua Santos; pasada la media hora Le Normand rebañó el segundo gol y en el 45 Griezmann empujó el tercero. En la otra portería, ni un rasguño de Oblak. De nuevo, un equipo redondo, que fue tan o más físico que los alemanes y, sobre todo, fue más punzante con la pelota. Partido finiquitado en medio tiempo sin que se apreciaran las rotaciones con respecto al derbi.
Dio descanso Simeone a Koke, Nico González y Hancko. Sorloth, lesionado, fue el cuarto ausente del once que barrió al Madrid. Sin el capitán al timón, existía la duda de cómo funcionaría la pareja Gallagher-Barrios. Los dos mostraron sus problemas para perfilarse bajo presión, pero terminaron por asentarse, primero por despliegue físico y después subido en la ola del buen juego que les rodeaba. También era una incógnita la alineación de Raspadori en la banda izquierda. La duda se despejó pronto.
El Atlético encontró el partido tanto en los costados como por el centro, lo que no habla muy bien del nivel defensivo exhibido por los futbolistas de Toppmöller. El otrora ayudante de Julián Naggelsmann se desesperaba en cada pase al espacio que corrían Raspadori y Giuliano, bien doblados por Ruggeri y el exuberante y explosivo Llorente. Los laterales del Eintracht, Collins y Brown vivieron un calvario. Tan exigidos como superados en velocidad. Fue Giuliano el primero que quebró la frágil defensa del Eintracht cuando tiró de cintura y cambio de paso para fugarse de su marcador y poner un centro atrás que no acertó a enganchar Julián Alvarez y Raspadori lo recogió para remachar a Kaua Santos. Segundo pase de gol consecutivo de Giuliano, que tras un inicio de curso aturullado en los metros finales comienza a tener el poso para la pausa que se necesita en los metros finales. De eso tiene mucho Raspadori. El típico segunda punta italiano que entiende que cada metro de espacio libre es el escenario para los desmarques inteligentes y las maniobras ratoneras. Suyo fue el inicio del baile, al que dieron continuidad Griezmann y Julián Alvarez mediapunteando e inventando tirabuzones en la media luna del área. Fue Griezmann el que casi embocó de espuela un saque de esquina ejecutado por Julián Alvarez al primer palo. Allí estaba sin marca alguna el atacante galo, tampoco la tenía Le Normand en el segundo palo para empujar casi en la raya de gol el 2-0. La secuencia evidenció que la defensa no es la gran virtud del Eintracht. Tampoco lució su perla, el mediapunta turco Can Uzun, demasiado tierno para asomar la cabeza ante un rival tan avasallador.
El tercer tanto llegó al borde del descanso. Fue una de esas internadas en la que Julián Alvarez le enseña la pelota a su marcador y le invita a medirse en velocidad. A nada que saca medio metro, La Araña se cruza y cuerpea y es complicado derribarle. Su centro atrás lo remachó Griezmann. Fue el gol 200 del francés con la camiseta del Atlético. Un tanto histórico para un icono que, como Koke, está dando un ejemplo de lo que debe ser la transición de un veterano hacia la rebaja de minutos.
En un ataque de dignidad, el Eintracht logró recortar distancias después de que Knauff exhibiera por primera vez su endiablada velocidad para asistir a Burkhard. Lejos de provocar pavor, el tanto enrabietó más al Atlético. Giuliano, otra vez descubierto el primer palo en un saque de esquina, martilleó el cuarto. Y Julián Álvarez, a lo Panenka, cerró el marcador y la primera victoria del Atlético en Champions. Otra manita plena de buen juego para que continúe la fiesta iniciada en el derbi.
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
4
TOT
|
4 | 2 | 1 | 1 | 0 |
5
PSG
|
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
|
6
ATM
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
7
MAR
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
8
SPL
|
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
13
QAR
|
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
14
BCN
|
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
|
15
EFR
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
16
LIV
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
17
CHE
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
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