En un Barcelona sin Lamine Yamal, Raphinha busca el protagonismo

La victoria ante el Valencia, antesala del estreno este jueves del Barcelona en la Champions League frente al Newcastle (21.00, M+), significó mucho más que una goleada para fortalecer la autoestima tras el empate ante el Rayo. El Barça necesitaba demostrar, pero sobre todo demostrarse, que podía ganar sin Lamine Yamal —algo que no había ocurrido en la Liga—, como también fulminar las dudas que sobrevolaban al equipo azulgrana, desveladas por el entrenador cuando señaló a sus jugadores en Vallecas. “Los egos matan el éxito”, sentenció Hansi Flick. Palabras que, de entrada, parecían tener un destinatario: Lamine Yamal.

Hay en el club, tanto en el Camp Nou como en la Ciudad Deportiva, la sensación de que Lamine Yamal necesita bajar a la Tierra, como si, a sus 18 años, ya controlara al equipo en el campo y en el vestuario. Él, sin embargo, ni se inmuta. Ni con lo que piensan los de dentro, mucho menos con los de fuera. “¿Crecido? Mientras gane, no pueden decirme nada”, ya había soltado la temporada pasada, antes de que el Barça cayera ante el Inter en la semifinal de la Champions. Una eliminatoria que todavía duele en el Barcelona, sobre todo a Lamine, que entiende que llevó el peso del equipo tanto en Montjuïc como en San Siro.

Pero, aunque Lamine cuenta con privilegios distintos a los de sus compañeros, las palabras de Flick en Vallecas no lo tenían como destinatario. En cualquier caso, para que no quedaran dudas, Yamal se defendió rápidamente: “Lo de Vallecas fue cuestión de egos”. Y tenía razón, pero en parte. El señalado no era Lamine, pero el técnico alemán sí sabía perfectamente el mensaje que quería mandar. Y ese mensaje llegó a los oídos que tenían que llegar: a los de Raphinha.

La relación entre Lamine Yamal y Raphinha siempre ha sido muy buena. De hecho, hasta se enviaban mensajes de cariño públicamente. “En un momento en el que lo necesitaba, me envió un mensaje. Fue muy largo y personal. Me ayudó mucho. Es un capitán, un veterano, una figura importante”, explicaba Lamine la pasada campaña, cuando su talento ya no era cuestión de futuro sino de presente. Después de ese WhatsApp, tuvieron una charla privada. “Fue una conversación muy positiva. Una conversación entre dos amigos, dos compañeros con diez años de diferencia, en la que el mayor intenta ayudar al menor y el menor se deja ayudar”, le contó el delantero brasileño a su entorno.

Raphinha nunca ha puesto en duda el poder futbolístico y no futbolístico de Lamine. Al contrario, lo abrazó. Pero también quiere proteger su territorio. Amagó, por ejemplo, con pedir el dorsal 10 hasta que se dio cuenta de que era una guerra perdida. Y el punto más altanero de su necesidad de cuidar su estatus sucedió en el campo de Vallecas. La decisión de Flick era clara: los penaltis los chuta Raphinha. Pero Lamine tuvo otros planes. “Me lo han hecho a mí y me he visto con confianza. Si me dan la confianza, yo los voy a chutar”, explicó Lamine nada más terminar el partido en Vallecas.

Pero Raphinha no lo llevó con tanta naturalidad y mostró su enfado en el banquillo de Vallecas. Sus compañeros, sentados a su lado, se sorprendieron. Según uno de ellos, a Flick no le había gustado la decisión de Lamine, pero mucho menos a Raphinha. El alemán, entonces, optó por enviar el mensaje de los egos antes del parón de selecciones. “Rafa es un buen chico. Se enfada, pero después se le pasa. A Lamine le tiene mucho cariño”, explican desde la Ciudad Deportiva.

Lamine Yamal no pudo volver a jugar después del parón y Raphinha tomó el mando frente al Valencia. Y eso que empezó el partido en el banquillo, después de que Flick lo castigara por llegar tarde a la sesión de activación. En Newcastle deberá volver a ejercer de líder, esencialmente para contagiar en la presión a una delantera que compartirá, en principio, con Lewandowski y Rashford. “Es una pena que Lamine no pueda jugar. Estoy decepcionado de no poder ver a un jugador de ese nivel, pero el Barça tiene jugadores de talento en los extremos, internacionales”, expuso Eddie Howe, entrenador del Newcastle. Y Bruno Guimaraes amplió: “No jugamos contra Lamine, jugamos contra el Barcelona, que tiene grandes jugadores como Pedri, Raphinha…”.

El foco entonces vuelve a Raphinha. “Es un jugador importante. Aporta dinamismo, es bueno verlo. Lo vi cómo entró en la segunda parte del Valencia, cómo jugó. Fue fantástico”, concluyó Flick. Y, para demostrar que es mucho más que Lamine Yamal, hay pocos azulgrana mejores que Raphinha.