Ir al contenido
_
_
_
_
Siempre robando
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Borges y el Real Madrid

La tecnología a veces consigue que nos olvidemos de que el ser humano inventó el fuego sin 5G

Jurrien Timber y Vinicius
Manuel Jabois

Va a haber un momento el miércoles en el Bernabéu ante el Arsenal, y quizá no sea un momento aparentemente decisivo ni un momento que aparentemente llegue a tiempo, en que el Real Madrid se va a ver como Borges en Nueva York delante de un ascensor que se demoraba mucho y dijo a su asistente: “Vamos por la escalera, que está totalmente inventada”. Es una obra de arte esa frase, se mire por donde se mire. Efectivamente: la tecnología a veces consigue que nos olvidemos de que el ser humano inventó el fuego sin 5G.

Y subiendo por la escalera uno se cansará más, pero llegará antes que subiendo en ascensor, o al menos tendrá la seguridad de llegar, pues hay más probabilidades de que falle el ascensor que de que falle el cuerpo. Será, ya digo, un momento que pocos en el campo detectarán y apenas nadie en la grada: quizá Asencio levantando la cabeza para buscar un pase largo como contra el City, pero con Mbappé mejor marcado, y decida jugarlo en corto; quizá Vini midiendo con la mirada a su marcador como mide la serpiente a su presa, pero optando por guardar energía para cuando esté el rival menos protegido; quizá Modric, ante la urgencia de remontar y ante la prisa de la afición histérica en el minuto tres, decida enfriar la cabeza y el balón y ponerse a jugar despacio. Hacer algo que está totalmente inventado, que es subir la escalera durante noventa minutos, y no esperar al ascensor que llega, cuando llega, si llega y no se estropea, en el 87.

Será, en cualquier caso, una decisión que tendrán que tomar jugadores menos expertos en períodos de calma que en períodos de fiebre, o sea una decisión improbable. Y si eso no ocurre (si nadie recuerda a tiempo que el partido dura 90 minutos y no cinco, y que se llega antes a la portería contraria jugando despacio que jugando rápido) se depositará todo, juego y esperanzas, en manos de la locura. Una más de Borges (son días de lecturas borgianas, eso que ganamos) a propósito del Real Madrid y su necesidad de jugarlo todo, todo el rato, a la carta de los milagros, uno tras otro: cuando leyó Cien años de soledad, dijo que era extraordinaria, pero que con 50 años hubiera bastado.

Uno nunca sabe cuándo es suficiente. Observen la entrada de Mbappé, roja directa, a Blanco en el partido contra el Alavés. ¿Serán suficientes tres partidos o habrá que ir a cuatro, y Mbappé se pierde la final de Copa? ¿Tomará nota un defensa del Arsenal y se dedicará a sacarle de quicio para dejar al Madrid con 10? ¿Cuántos años lleva en la élite Mbappé y con cuántos defensas parecidos se ha tenido que cruzar para que esto le pille de nuevas? ¿Por qué escaleras vas a subir si te pones a dar patadas, alma de cántaro, ya en el vestíbulo?

Si en el minuto 80 el Madrid aún está vivo, es decir no está perdiendo 0-4, podremos recordar aquel momento, un segundo antes de dejar de creer, en que un joven estudiante irrumpió en la clase que Borges impartía para anunciar que había muerto en Bolivia Ernesto Che Guevara, y que se suspendían las clases en señal de homenaje. El escritor dijo que ese homenaje podía esperar, y que él no se iba. “Usted se va”, insistió el revoltoso. “Yo no me voy a ninguna parte, sáqueme usted de aquí”. El joven anunció entonces que cortaría la luz. Y Borges, emulando al Madrid derrotado pendiente siempre de la remontada, respondió: “He tomado la precaución de ser ciego esperando este momento”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_