Así convirtió el Real Madrid a Courtois en el primer eslabón hacia el gol

La estructura de juego diseñada por el cuerpo técnico de Carlo Ancelotti para el Real Madrid cristalizó de manera especial en el partido de vuelta del playoff de la Champions en el que eliminó al Manchester City. Marcó el 1-0 después de una secuencia de 17 pases y el 2-0 culminó otra de nueve. En ambas participó Thibaut Courtois. Todavía en el Bernabéu, Pep Guardiola describió el punto culminante al que veía que el rival había llevado la evolución de su juego: “Tienen la capacidad de aguantar el balón y darle continuidad al juego, que eso al Madrid le costaba un pelín más. Ahora son capaces de hundirte y hacer jugadas de gol a través de los pases”. En las últimas tres temporadas, el Madrid es el segundo equipo de las cinco grandes ligas europeas que más goles marca a través de jugadas en las que interviene el portero, 0,26 por partido, según Opta. Un tanto cada cuatro encuentros.

Por delante, con 0,30 por choque, solo tiene al City del propio Guardiola, el principal impulsor del uso del guardameta en la construcción del juego, una tendencia que ha germinado de manera más notable en España. Entre los diez equipos que más marcan en este tipo de secuencias, hay cuatro de la Liga (Madrid, Barça, Atlético y Girona) y otros dos con entrenador español (Guardiola y Luis Enrique). Como explica un analista que ha trabajado en varios equipos de Primera, “así como Italia ha sido un laboratorio para las defensas de tres o de cinco, España lo ha sido en el uso del portero para generar superioridades en la salida de balón, mientras que en el resto de los países la buscaban con el pivote”.

Ancelotti no incide en la vía de la participación del portero por la corriente cultural, sino por el pragmatismo de su vieja capacidad para adaptarse a las piezas de las que dispone. Christian Moya, entrenador asistente en el cuerpo técnico de Luis García Plaza, pone como ejemplo para explicarlo el partido de la Copa del Rey del miércoles en Anoeta: “Todo tiene que ver con la presión del equipo rival. La Real Sociedad iba arriba y el Madrid jugaba en corto y no tenía miedo a arriesgar. ¿Por qué? Cuando su primera línea arriesga y es capaz de dar pases, luego tiene muchísimo espacio para correr, y ahí es mortal. Si es capaz de superar esa primera presión, simplemente con un pase y la velocidad de Vinicius, de Endrick, de Rodrygo, de Mbappé... mata al rival”.

Para el equipo de trabajo de Ancelotti, un ejemplo canónico de esta generación de espacios en la que participa el portero es el gol de Bellingham en diciembre al Atalanta, un equipo que defiende al hombre y que, como la Real, va a buscar al contrario muy arriba. La jugada empieza en Courtois, que aguarda movimientos con la pelota. Vinicius se descuelga por el centro y recibe mientras Bellingham corre hacia el área contraria ocupando el espacio recién liberado. El brasileño le pone un pase largo a la espalda de la defensa y el inglés marca. Aquella noche resumieron en dos pases el proceso que en los dos primeros goles al City necesitó 17 y nueve.

El portero belga se refirió hace unos días a la organización ofensiva en una charla con el exfutbolista Rio Ferdinand: “Para nosotros, lo importante es salir bien desde atrás, desde el portero”, empezó. “Si defienden uno contra uno, como el Atalanta, tengo que intentar encontrar a Vini o a Kylian en el espacio abierto o a la espalda de la defensa, porque son jugadores rápidos. Intentamos encontrar el pase y después alguien tiene que atacar el espacio”.

La progresión se ha acentuado esta temporada. Solo hay dos porteros en Europa que participen en secuencias de pases más peligrosas que Courtois. El belga interviene de media en cadenas que desembocan en tiros que acumulan 0,42 goles esperados (xG) por partido, según Hudl Statsbomb, por detrás de los 0,52 de Neuer (Bayern) y los 0,51 de Donnarumma (PSG). En la temporada 22-23, la última con datos completos de Courtois, participaba en secuencias que generaban 0,35 xG, un 16% menos que ahora.

Para esto, el belga, y también Lunin, han necesitado una evolución táctica y técnica impulsada por Luis Llopis, que regresó al Madrid como preparador de porteros con Ancelotti en el verano de 2021. En esa primera temporada, Courtois promedió un 82% de acierto en el pase, en línea con sus cursos anteriores, cuando llegó a ser hasta del 79%. El curso siguiente, su precisión de pase subió al 86%, nivel en el que se mantiene este, después de pasar casi en blanco el 2023-24 por su grave lesión de rodilla. Esa temporada la cubrió Lunin, que superó a Kepa, con un 87%.

Esos tres cursos por encima del 85% son los tres en los que el Madrid —que ayer perdió a Ceballos para dos mees— es el tercer equipo de Europa que más tiros genera en jugadas en las que participa su portero, 1,63 por partido según Opta, solo por detrás de los 2,15 del Bayern y los 1,77 del City. Luego, ha resultado ser más efectivo que los alemanes, y es el segundo que más ha marcado: 35 goles desde la temporada 2022-23, los dos últimos al Manchester City, el equipo que ha sido el patrón oro de la implicación del guardameta en la construcción. Y que sigue siendo el que más fruto le ha sacado. Guardiola ha sumado 45 goles en este tiempo.