La flojera en las áreas deja a España sin casi margen de error en la Liga de las Naciones

Por primera vez en su historia, España visitó el miércoles el mítico estadio de Wembley. Las campeonas del mundo cayeron ante las de Europa en un partido en el que otra vez más acosaron el área de su rival sin que las ocasiones se transformaran en gol. La selección se quedó seca en Londres pese a disparar 15 veces, más del doble que su rival (7). La falta de pegada penalizó a un equipo que cosechó su primera derrota en esta edición de la Liga de las Naciones, donde defiende el título que logró el año pasado. El traspié deja a las de Montse Tomé tras dos jornadas casi sin margen de error en el torneo, donde solo el primero de grupo —Inglaterra y Portugal tienen cuatro puntos, uno más que las españolas— accede a semifinales. “Merecíamos más. Hemos intentado de todas las maneras poder abrir el marcador. Hemos dado dos largueros, hemos finalizado 20 veces, hemos tenido ocasiones, y es verdad que Inglaterra, con no mucho, nos hace el gol. Esto es fútbol”, simplificó la seleccionadora española en la rueda de prensa posterior a un choque donde la Roja volvió a sufrir otra noche de desacierto alarmante en la definición.

Inglaterra ING

1

Jessica Park 32'

España ESP

0

Finalizado

Cinco días antes de la derrota ante las inglesas, la selección acosó a Bélgica en el estadio Ciutat de València de una manera formidable: disparó 26 veces —por seis intentos de las rivales— y acumuló el 82% de la posesión, pero las belgas se colocaron 0-2 con dos errores defensivos mientras España erraba una ocasión tras otra. La remontada in extremis, con goles de Lucía García y Cristina Martín-Prieto en el descuento, solventó lo que hubiera sido un tropiezo ante el combinado más flojo del grupo, contra el que la Roja no pierde desde hace 21 años. El guion en el que la selección domina y perdona mientras las rivales castigan los espacios a la espalda de la defensa con transiciones rápidas se repitió también en los amistosos de octubre ante Italia y Canadá o incluso frente a Alemania en la lucha por el bronce en los Juegos Olímpicos de París.

La capitana de la selección, Irene Paredes, reconoció el miércoles en zona mixta que la derrota ante Inglaterra, una de las favoritas junto a España para llevarse la Eurocopa de este verano, era dolorosa. “La sensación es que nos vamos con un resultado que podía ser mejor. Hemos tenido ocasiones para marcar uno, dos o incluso tres goles, pero es lo que pasa cuando no marcas y luego encajas goles un tanto raros. Duele, pero es la realidad. Hay que confiar en que cuando vengan a casa hagamos un mejor papel”, dijo sobre la visita de Inglaterra a España en la última jornada de la Nations League el próximo 3 de junio.

Para llegar con opciones a esa cita, el grupo dirigido por Tomé no se puede permitir ningún tropiezo ni ante Portugal —4 de abril en tierras lusas y 8 de abril en casa— ni ante Bélgica —30 de mayo a domicilio—. Cualquier derrota, si Inglaterra gana sus encuentros, dejaría ya a España sin posibilidades de llegar a semifinales en el choque de la última jornada frente a las lionesses. “No nos tenemos que preocupar. Hay veces que tenemos la flechita para arriba, no encajas y metes; y [hay] otros días como hoy en los que tienes ocasiones bastante claras y no entran. Es cuestión de insistir, de darle las vueltas justas, y mucho trabajo”, matizó Paredes.

Cata Coll, la portera titular, fue muy clara cuando le preguntaron qué le había faltado a España para llevarse un buen resultado de Wembley: “Meterla”. La selección acumuló muchos errores en la definición: Lucía García desperdició dos uno contra uno ante Hampton, Salma Paralluelo falló otro, los tiros de Mariona —una de las jugadoras más en forma— se fueron por centímetros y Hampton detuvo los intentos de Leila con buenas estiradas.

Sin una jugadora con capacidad para monopolizar el gol de España, el grupo se ha repartido en los últimos tiempos la responsabilidad en la anotación entre las centrocampistas y las delanteras. Tomé optó ayer en Wembley por no utilizar siquiera a una nueve pura como Cristina Martín-Prieto, que entró en la convocatoria tras la lesión de Amaiur Sarriegi. Tampoco cuenta con la atacante Esther González —siete goles y una asistencia en sus últimos siete partidos en el Gotham de la Liga estadounidense— ni con Jenni Hermoso, la máxima anotadora histórica de la selección y una futbolista con una capacidad extraordinaria para asociarse en los espacios reducidos en los que normalmente tiene que desenvolverse el equipo por los bloques bajos que utilizan sus rivales.

La técnica asturiana, en cambio, volvió a llamar el pasado noviembre a Claudia Pina después de que la delantera de Montcada i Reixac renunciara a vestir la camiseta de la selección en septiembre de 2023 junto a otras 14 jugadoras para protestar contra los métodos del exseleccionador Jorge Vilda. La atacante del Barcelona ha aportado tres tantos en los cuatro partidos que ha disputado desde su regreso.

Otra delantera que está de vuelta es Salma Paralluelo. La joven jugadora azulgrana se pasó cuatro meses fuera hasta superar unas molestias físicas que le hacían jugar con dolor. El viernes, contra Bélgica, entró desde el banquillo y dio una asistencia, y en Wembley volvió a ser titular con la Roja más de medio año después, aunque dejó la impresión de que todavía necesita un tiempo para recuperar su mejor tono físico tras desperdiciar con una conducción muy lenta un mano a mano ante la guardameta inglesa. Salma es una de las futbolistas llamadas a contribuir en el apartado goleador, donde España sufre una flojera que la ha dejado en una situación límite en la Liga de las Naciones. “Es una realidad que no estamos tan acertadas de cara a gol. Hay que hacer autocrítica individual y colectiva y mejorar”, avisó ayer Laia Aleixandri.