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Lukébakio: “La sangre del Congo corre por mis venas”

El delantero belga, máximo goleador del Sevilla, recuerda sus difíciles inicios antes de recibir este domingo al Barça

Lukébakio
Lukébakio posa en la ciudad deportiva del Sevilla. PACO PUENTES
Rafael Pineda

Dodi Lukébakio atiende con una sonrisa en la ciudad deportiva Jesús Navas. Es el mejor futbolista del Sevilla, que recibe este domingo al Barcelona (21.00, DAZN) en un partido que puede definir si el equipo andaluz mira hacia arriba o hacia abajo en la tabla. Lukébakio es el máximo goleador del equipo con nueve tantos.

Sevilla SEV
1
Ruben Vargas 7'
Barcelona BCN
4
Lewandowski 6', Fermín López 45', Raphinha 54', Fermín López 61', Eric Garcia 88'
Finalizado

La historia de Lukébakio y el Sevilla se remonta al 23 de febrero de 2015. En un choque de la Youth League entre el Anderlecht y el Barcelona juvenil, su fútbol dejó impresionado a García Pimienta, entonces técnico azulgrana y quien ahora lo dirige en el club andaluz. A sus 19 años, Lukébakio era un joven prodigio. Un belga de origen congoleño, pues en el Congo nacieron sus padres, orgulloso de la multiculturalidad que se vive en la capital de Europa. “Yo soy producto de un país diverso y multicultural como Bélgica. En Bruselas conviven muchas nacionalidades y creo que esa combinación es buena porque nos da muchas ventajas. Hablo francés con mi mujer, aprendí holandés (en su variante flamenca) en el colegio, mis padres se expresan en mangala y sé inglés. Ahora estoy aprendiendo español. En la selección hablamos francés y flamenco, todos nos enriquecemos”, advierte Lukébakio, quien utiliza el español, el inglés y el francés en la charla.

Su herencia africana también está muy presente en el carácter y el físico de Lukébakio, un auténtico atleta. “Hay mucho de África en mí, claro. Hay aspectos de su cultura que se viven en mi familia. La sangre del Congo corre por mis venas y soy producto de una mezcla”, aclara. Una familia que le ayudó en lo que pudo en sus inicios. “Mi madre lo hizo todo por mí, pero no tenía coche, ni ella, ni mi padrastro. Por eso al principio fue algo complicado porque tenía que coger muchos autobuses y el metro para poder entrenar. Pero no me quejo demasiado, tuve una infancia feliz, con el fútbol siempre presente en mi vida. Todas esas cosas que tuve que superar me hicieron más fuerte”, aclara.

Fútbol, familia y religión son los tres pilares de la vida de Lukébakio. “Soy lo que soy gracias a Jesús. Hace ocho años lo descubrí y la religión (cristiana) es básica en mi vida. Sin la religión, mi vida no tendría sentido”, admite el delantero del Sevilla.

Entre la religión, la mezcla de culturas y un físico portentoso se ha ido forjando un futbolista que pasó por Anderlecht, Toulouse, Charleroi, Watford y Fortuna de Düsseldorf antes de triunfar, por fin, en el Hertha de Berlín. Cristiano Ronaldo fue siempre su referente. Tras un breve paso por el Wolfsburgo, donde jugó la Champions, el Sevilla lo fichó del Hertha en el verano de 2023 por 10 millones de euros. En Inglaterra afirmaban que le faltaba físico para la élite. “Era muy joven en aquella época y me costaba. He jugado en diversos países y he vivido distintos tipos de fútbol. Todo eso me ha ayudado a ser lo que ahora soy”, aclara.

Y ahora Lukébakio es feliz. “Estoy en el mejor momento de mi carrera, sin duda. Este año me están saliendo las cosas bien. Quiero mejorar mis estadísticas, pero siempre pensando en el bien del equipo. El Sevilla es un club muy grande y todos vamos a trabajar para devolverlo a donde se merece”, comenta Lukébakio, quien expone las razones por las que no triunfó el año pasado en el club andaluz. “Tuve lesiones y me perdí bastantes partidos. También, honestamente, la situación del club era muy difícil. Tuvimos tres entrenadores y eso es complicado. La dinámica este año es mucho mejor”.

Lukébakio, en un momento de la entrevista.
Lukébakio, en un momento de la entrevista. PACO PUENTES

Lukébakio no se preocupa por el futuro. “Ya se verá. Solo Dios lo sabe y ahora llevo al Sevilla en mi corazón”, asegura después de haber disputado una Eurocopa y un Mundial con Bélgica. Tras jugar un partido con el Congo, decidió formar parte de la selección belga, donde ha jugado ya 25 partidos y ha anotado dos goles. “No lo pensé profundamente, era joven y tenía problemas con mi pasaporte. Hubo gente enfadada con esta decisión. Pedí perdón, tampoco conocía el Congo. Luego he podido ir a ese país y es fantástico. Viajé con mi familia y disfruté de un país maravilloso”, aclara.

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