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Real Madrid RMA
Salzburgo RBS
Movistar Liga de Campeones

Kylian Mbappé, el delantero que pensaba demasiado: “Si no jugaba bien, era mi culpa”

El francés confiesa que debió cambiar de mentalidad tras el partido en Bilbao. “No lo podía hacer peor”, afirma. Desde entonces, ocho goles en 10 choques

Kylian Mbappé
Kylian Mbappé, Las Palmas en el Santiago Bernabéu.SERGIO PÉREZ (EFE)
Lorenzo Calonge

Durante las primeras semanas de la nueva temporada, las cámaras empezaron a hacerle el inevitable marcaje al hombre a Kylian Mbappé durante los partidos. Cómo miraba, cómo hablaba con sus compañeros, cómo reaccionaba ante cualquier circunstancia. Hasta que alguno se dio cuenta de que el hombre era aburrido, que no les ofrecía mucha chicha, y concluyó que el filón de Vinicius nunca fallaba. Por los gestos también se ha podido seguir el rastro del francés estos meses en el Madrid, ahora mucho más expresivo y mucho más influyente en el rendimiento de su equipo.

“No estaba tímido”, se justificó este martes. “Pero cuando eres un jugador como yo y llega a un sitio como el Madrid, que lo había ganado todo, tienes que venir con humildad. No puedes decir el primer día: ‘eh, tú, pásame el balón’. Así no funciona el fútbol”, enfatizó el francés antes de recibir este miércoles al débil Salzburgo (21.00, Movistar Liga de Campeones), una victoria obligada para los blancos si quieren agotar las escasas opciones de terminar entre los ocho primeros y evitar la eliminatoria envenenada de dieciseisavos (Carlo Ancelotti recupera a Tchouameni, Modric y Vinicius, y pierde por sanción a Lucas Vázquez).

Su problema no se trató, como aseguró, de un asunto de timidez, pero sí mental. “De decir: ahora tengo que hacer más. Porque estaba bien físicamente y con el grupo”, apuntó este martes. Y eso sucedió a principios de diciembre en Bilbao, de donde se marchó con el segundo penalti fallado en una semana (en Liverpool fue el primero). “Tras el partido, cambió mi mentalidad. No lo podía hacer peor”, confesó el galo, que asumió toda la responsabilidad de su pobre puesta en escena. “Si no jugaba bien, era mi culpa”, señaló.

Desde aquel estreno personal en San Mamés tan torcido, su giro ha resultado radical. Tanto que él fue señalado como uno de los males del Madrid en la crisis de noviembre y en el desconcierto surgido de la goleada azulgrana en la Supercopa ha sido una de las excepciones salvables. En los 1.680 minutos repartidos en 20 partidos que disputó hasta Bilbao, metió 10 goles, que tampoco era su mayor déficit. Sin embargo, en los 733 posteriores en 10 duelos, ha anotado ocho, seis de los cuales sirvieron para estrenar la cuenta de su equipo.

Con la estadística afilada de los tantos esperados (los que se calculan a partir de la calidad de las ocasiones disfrutadas), se observa todavía mejor el salto. Hasta San Mamés debió haber marcado 15, según los registros de la empresa Opta, y celebró 10. Y después de la Catedral, los súper ordenadores le vaticinaron seis dianas y ha logrado ocho.

Su posición

El aterrizaje y la adaptación a un conjunto que había levantado la Champions sin él —incluso en parte contra él en 2022— fue la idea que más repitió durante su presentación de julio. “La prioridad es adaptarme al colectivo. Conozco a los jugadores, pero no sus movimientos, qué pases les gustan, si alguno tiene un movimiento igual que el mío tengo que adaptarme”, comentó entonces. Y ese encaje es lo que se le hizo bola. El obstáculo, volvió a repetir, se encontró en la cabeza más que en las piernas. “Yo pensaba mucho. Lo puedes ver en los partidos. En cómo hacer eso, cómo moverme, ir al espacio, si me iba a la zona de Vini en la izquierda, a la de Rodrygo… Cuando piensas mucho, no juegas bien”, argumentó.

Su posición de partida en el campo, en el centro y no en la izquierda, fue una de las cuestiones más recurrentes en el debate exterior en sus días más oscuros, pese a que el cuerpo técnico entendía que ahí no se encontraba el problema de su rendimiento. “Al principio, intercambiaba más la posición con Vini porque a Vini también le gusta jugar por dentro. Ahora lo hace un poco menos”, contó Carlo Ancelotti, que el pasado domingo reivindicó —y se reivindicó— que el galo rinde más como delantero centro.

“Pero el cambio no ha sido para mejorar a Mbappé, sino para fijar a nivel ofensivo la posición de Bellingham, que juega detrás de ellos. Está saliendo bien”, detalló el italiano, que recordó uno de sus conceptos básicos, igual que en su momento hacía con Vinicius. “Si estás más por dentro, no es necesario tocar muchas veces el balón para marcar. Un desmarque y un toque. Su mejor calidad es el desmarque y la velocidad”, indicó el técnico sobre Mbappé, la viga maestra sobre la que el Madrid busca construir su ataque de los próximos años. “Necesito la presión de sentir que siempre tienes que hacer más”, zanjó el ex del PSG.

Clasificación

Clasificación PT PJ PG PE PP
18
FEY
10 6 3 1 2
19
BRU
10 6 3 1 2
20
RMA
9 6 3 0 3
21
CLT
9 6 2 3 1
22
MNC
8 6 2 2 2
Clasificación PT PJ PG PE PP
30
GIR
3 6 1 0 5
31
ESR
3 6 1 0 5
32
RBS
3 6 1 0 5
33
BOL
2 6 0 2 4
34
RBL
0 6 0 0 6

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