La oposición del Barcelona se une contra Laporta y pide su dimisión “inmediata”

El caso Olmo, lejos de terminar, parece que ha sido el detonante para sumir al club azulgrana en una crisis institucional. Los opositores, esta vez unidos, señalan directamente a la Junta Directiva del FC Barcelona como culpable de la gestión, que tildan de negligencia. Pero van más allá de quejas y reclamas de explicaciones y soluciones. Este domingo, en un comunicado firmado por diez grupos de opinión y plataformas asociadas al Barcelona —entre ellos Sí al Futur, con Víctor Font al frente, y Som un Clam, representada por Joan Camprubí—, la oposición pide la dimisión “inmediata” de Joan Laporta como presidente azulgrana después del fracaso de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor y el no fichaje de Thomas Heurtel para la sección de baloncesto. Pero señalan, además, otros asuntos de la actualidad azulgrana, como el conflicto con la grada de animación, la comisión de Darren Dein en el contrato firmado con Nike o el “no seguimiento del criterio del auditor” en el cierre económico de la temporada pasada. Por todo ello, y apelando al “barcelonismo” de la Junta Directiva, piden en primer término su dimisión. De no ser así, proponen someterse a una “cuestión de confianza”, y en caso de “no reacción”, no descartan activar una moción de censura.

Este ha sido el movimiento más contundente de la oposición desde que llegó Laporta a la presidencia, por primera vez todos unidos. Y también que Víctor Font, candidato y principal rival del hoy mandamás azulgrana en las últimas elecciones de 2021, pide su dimisión y toma una posición más beligerante. “El tema del registro de estos jugadores es la gota que colma el vaso, la última evidencia de incapacidad para gestionar un club. […] Tenemos que evitar que quien gobierne el club actúe como propietario y de forma totalmente opaca”, explicó Font la mañana del domingo a Catalunya Ràdio, y aseguró que no se ha explicado nada sobre la venta de los palcos VIP, sobre todo teniendo en cuenta el “pufo de Barça Studios” y que, menos en la ilusión que genera el equipo a nivel deportivo, en el resto están “mucho peor” que con la herencia que dejó Josep Maria Bartomeu. Y añadió: “Queremos explicaciones y transparencia”. Hace tres días que Font ya se quejó de la situación y pidió aclaraciones, al igual que el grupo Som un clam, liderado por Camprubí, primeros en pedir la dimisión de Laporta. “Queremos expresar nuestra indignación y vergüenza provocadas por la gestión del presidente Joan Laporta y de la junta directiva. […] La mala imagen se ve agravada por las mentiras continuadas y el engaño a los socios y socias con falsas promesas”, aseguraron entonces.

El embrollo llega en un momento, además, en el que el presidente azulgrana aún no ha comparecido públicamente para explicar lo sucedido con Olmo y Pau Víctor, a pesar de haber estado presente en la Ciudad Deportiva el pasado viernes antes de la primera rueda de prensa del año de Hansi Flick. Una crisis en un marco del 125 aniversario del club azulgrana, en el que la fiesta de “exaltación al barcelonismo” parece haber terminado pronto.

La reacción ha sucedido, sobre todo, tras la no inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, que han catalogado de “negligencia”. Los opositores consideran que se ha esperado “al último momento cuando el club ha tenido cuatro meses para hacerlo, cediendo además unos derechos durante 20 años a empresas de países con quien la Junta prometió que nunca haría tratos, perdiendo finalmente ingresos para ejercicios futuros”. El pasado sábado, LaLiga y la Real Federación Española denegaron la última petición del club azulgrana de inscribir a ambos jugadores. Ante la negativa, desde el Barcelona aseguraron que acudirán al Consejo Superior de Deportes (CSD) para pedir una nueva medida cautelar tras expresar su “disconformidad” con la resolución de ambos órganos del fútbol español. En caso de no prosperar la petición, acudirían a la justicia ordinaria.

Este sábado, Laporta se reunió con Hansi Flick para informarle de la situación, y también con ambos jugadores para tranquilizarlos. Pero el vestuario, tras cuatro meses de incertidumbre, sigue aparentemente candente. Ronald Araújo, en su retorno a la titularidad tras su larga lesión este sábado contra el Barbastro, tomó la palabra como uno de los capitanes. No negó lo evidente: “Estamos preocupados por Dani y Pau”. “Es un tema de mal gusto por nuestros compañeros, pero esperemos que se pueda resolver”, comentó a Movistar+, añadiendo que, como capitán, ha tratado de “tranquilizarlos”.

Pero los opositores van más allá del “caos” de estas últimas semanas, y aseguran que sus comunicados durante estos últimos años han sido consecuencia de la “carencia de reacción de la actual Junta Directiva”. “Desearíamos que el club operase de forma planificada y eficiente”, comparten, pero dijeron que no pueden “negar la realidad”. Consideran que “la lista de agravantes ha aumentado de manera significativa”, los “casos de negligencia se multiplican” y que la “crisis social es evidente”. En el texto señalan irregularidades en la gestión de la dirección de Laporta. Entre ellos, no seguir el criterio del auditor en la aprobación de cuentas 23/24 para “evitar reconocer pérdidas ordinarias”; la falta de transparencia de las comisiones que Darren Dein se embolsó por hacer de mediador en el acuerdo con Nike; la rocambolesca historia del no fichaje de Thomas Heurtel por la sección de básquet del Barcelona; o el conflicto con la grada de animación, aún no resuelta.

“La imagen y la reputación del club, por desgracia, se ha maltrecho de manera grave desde hace tiempo. […] Ahora es el momento de demostrar el verdadero barcelonismo”, comparten en el comunicado. En la historia del Barcelona ya hay precedentes de votos de censura y, de hecho, en dos de ellos ha estado implicado Joan Laporta. En 1998 fue el impulsor como cabeza visible del grupo Elefant Blau en contra de la directiva encabezada por Josep Lluís Núñez, aunque sin éxito. Laporta, justo diez años después, en 2008 durante su primera etapa como presidente azulgrana, sufrió el voto de censura en primera persona, aunque tampoco prosperó al faltarle seis puntos para alcanzar el 66,6% necesario. Y precisamente a finales de 2020, amenazado con el voto de censura, Bartomeu dimitió sin llegar a someterse a este proceso. Entonces se iniciaron las elecciones en las que Laporta y Font, principalmente, se disputaron la presidencia azulgrana. Cuatro años más tarde, en el marco del aniversario culé opacado por polémicas, la historia podría volver a repetirse.