El Barça agota el tiempo por Olmo
La entidad azulgrana salta de LaLiga a la Federación con la esperanza de resolver la inscripción del futbolista, cuya salida podría significar una pérdida de 120 millones
Dani Olmo no alteró sus rutinas. Tampoco lo hizo Pau Víctor, aunque su caché e impacto económico y deportivo en el Barcelona están a millones de euros de distancia. Este miércoles por la tarde, ambos se presentaron al entrenamiento del equipo de Hansi Flick en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, después de que LaLiga borrara sus nombres de la plantilla azulgrana. No fue una sorpresa la respuesta de la patronal: el Barça tenía tiempo hasta el 31 de diciembre a las 23.59 horas para demostrar ingresos suficientes que regularicen su excedido fair-play financiero. No lo hizo. Por lo tanto, las precarias inscripciones de Olmo y Víctor, el primero habilitado para competir tras la lesión de larga duración de Christensen, expiraron.
El Barcelona, en cualquier caso, continúa en la búsqueda de alternativas que le permitan mantener a Dani Olmo y Pau Víctor en la plantilla. “Solo nos queda agotar un pequeño calendario hasta que se solucione/resuelva todo”, advierten desde la entidad azulgrana. La fecha límite que se autoimpone el club, el próximo 3 de enero. Y tiene dos estrategias. La primera apunta a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF); la segunda, de nuevo a LaLiga.
El 31 de diciembre, después de que la patronal descartara la documentación presentada para regularizar su situación, el Barcelona “solicitó a la Federación una nueva licencia para los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor”. Ocurre, sin embargo, que la RFEF asegura que no tiene las facultades para realizarlas. “Nosotros no podemos hacer nada si no hay un visado previamente aprobado por LaLiga en el que certifica que el club cumple todos los requisitos para que ese jugador obtenga la licencia”, concluyen en Las Rozas.
La Federación no tardó en enviar la respuesta al Barcelona. Fue entonces cuando en los despachos de la entidad azulgrana volvieron a barajar la posibilidad de conseguir la documentación necesaria para que la LaLiga validara la venta de los asientos VIP del nuevo Camp Nou, es decir, la de volver a insistir a la patronal.
Después de haber dado el visto bueno a Barça Vision en 2022, una operación que se tradujo en un agujero económico de 141 millones de pérdidas en el último ejercicio, LaLiga observa con atención cada documentación presentada por el Barcelona en la venta de sus activos para ajustarse al fair-play financiero.
Fue justamente el fracaso de Barça Vision lo que dejó a la entidad catalana un exceso de 153,7 millones en el fair-play, según el último balance a 22 de diciembre. La mitad del desajuste fue resuelto con el nuevo contrato de Nike. Sin embargo, el club necesitaba encontrar una nueva fuente de ingresos que le permitiera regularizar su situación económica frente a la patronal. Los 100 millones de la venta de los asientos VIP parecían suficientes. Sin embargo, el Barça no logró demostrar que ya había cobrado una parte de esa cantidad. Y, como ya existía el precedente de Barça Vision, LaLiga no estaba dispuesta a correr más riesgos. De hecho, en el pasado reciente ya había sido demasiado permisiva con el Barcelona: en el verano de 2023 aceptó la inscripción de Iñigo Martínez por una temporada cuando su contrato era de dos, toda una novedad; y en el último mercado validó las inscripciones de Olmo y Víctor solo por media temporada.
Ahora, en el Barcelona, hay quien insiste en que se puede demostrar a LaLiga la viabilidad de la operación de venta de los asientos VIP. Otros, en cambio, siguen confiando en la Federación. Descartada la opción de avalar con el patrimonio de directivos —en el pasado el presidente Joan Laporta lo hizo con el contrato de Koundé—, el Barça salta de la puerta de LaLiga a la de la Federación para lograr la inscripción de Olmo y Pau Víctor.
“Tuvieron cuatro meses para resolver la situación”, se quejan desde la patronal. Un fiasco que no solo borra a Olmo y Víctor de la plantilla de Flick, sino que también puede agudizar la dura situación económica del club: el Barça deberá pagar el traspaso de Olmo al RB Leipzig (48 millones fijos) y también los seis años completos del contrato firmado por el jugador (72). Un total de 120 millones de euros por un futbolista que solo ha disputado 15 partidos (seis goles y una asistencia) con la camiseta azulgrana. “En el club le siguen diciendo a Dani que lo van a inscribir”, cuenta un futbolista del Barcelona. Según la misma fuente, un cada vez más intranquilo Olmo insiste en el vestuario de que no se quiere mover del Barça.
El problema para Olmo es que Laporta se queda sin aliados. Sin avalistas ni inversores fiables, por ahora LaLiga y la Federación también le dan la espalda al Barcelona.
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