_
_
_
_
Más táctica o más dudas
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La pizarra de los días libres en el fútbol

En la balanza de gestionar un equipo a menudo pesan bastante más otras cosas que las puramente tácticas

Pep Guardiola
Pep Guardiola agradece a los aficionados después del partido de la Premier League ante el Leicester City el pasado 29 de diciembre de 2024.Catherine Ivill - AMA (Getty Images)

No hay una receta mágica. No la habrá aunque llenemos los vestuarios de GPS, cuestionarios de bienestar o anillos de monitorización del estrés y del sueño. Quizás estaremos más cerca de acertar, pero volverá a llegar un pequeño período de vacaciones y los entrenadores volveremos a plantearnos la misma pregunta: ¿cuántos días libres damos a nuestro equipo? Dar muchos días nos da miedo. Nos ponemos en lo peor e imaginamos a los jugadores volviendo fuera de forma y ya pensamos en la eventual mala racha que seguirá a un tropiezo en el arranque. Pero dar demasiado pocos parece que te empuja a saturarte antes de tiempo y a que ya en marzo se te haga bola el segundo tramo de la temporada, donde todo se decide. ¿Cuál es la medida justa, entonces?

Ahí está el secreto. No la hay. O no hay una única. Cada año es distinta, porque cada equipo también cambia, porque la dinámica que traes es diferente antes del parón o porque tu calendario a la vuelta te permite de más o de menos. De hecho, no hay dos equipos con las mismas exigencias en su agenda. En la liga masculina hay clubes que ya juegan hoy una eliminatoria de Copa, los hay que juegan mañana y los hay que no compiten de nuevo hasta el próximo fin de semana. Y hay quien jugará tres partidos en seis días, por ejemplo. En la liga femenina también hay distintos turnos de vuelta, para encajar el calendario de los equipos con Supercopa y el derbi valenciano aplazado por la dana. Cada cuerpo técnico habrá hecho sus cálculos, habrá sobrepensado sus motivos y habrá elegido su plan: tantos días libres, tal trabajo para hacer y tal fecha de regreso.

No recuerdo que hablásemos de este tipo de decisiones en los cursos de entrenadores. Nos obsesionábamos con mezclar todo lo aprendido y crear la tarea más completa del mundo. Porterías pequeñas, pasillo de conos, tres zonas, puntuación doble, comodines. Objetivo, consignas, distribución de balones. No hay nada que haga volar más a un equipo que acertar en la gestión de los días libres.

Siempre me he revuelto en la silla cuando he escuchado eso de que los entrenadores cada vez son —o somos— más gestores que técnicos. Porque tú sales de tu curso tan emocionada, con ganas de idear tus estrategias y de diseñar sesiones dinámicas y útiles, de corregir errores en la sala de vídeo, de analizar al rival y trazar un buen plan de partido, y al final ves que en la balanza de gestionar un equipo a menudo pesan bastante más otras cosas que las puramente tácticas.

No se trata solamente de planificar bien los descansos en este tipo de períodos navideños. También afecta a cómo ordenas los días de entrenamientos durante la semana. Los preparadores físicos suelen recomendar una distribución, atendiendo a cargas y a cómo responde el cuerpo a la fatiga de jugar un partido. Manejarán la intensidad de las sesiones y asegurarán piernas frescas. ¿Pero cómo liberamos las cabezas? Es una obviedad que necesitamos a los jugadores en el punto justo: ligeros y motivados. Sueltos de piernas pero, sobre todo, ágiles mentalmente.

¿Cómo se consigue eso? Volviendo al inicio, no hay una verdad absoluta. Dar libre a dos días de un partido importante puede acercarte más a la victoria que hacer una gran sesión de entrenamiento, porque destensa al equipo, de la misma manera que puede tenerlo demasiado distraído. ¿Empató Guardiola ante el Everton por haber concentrado al equipo la noche de Navidad en las instalaciones del City? No lo creo. Pero no lo había hecho anteriormente. ¿Por qué ahora? ¿Y por qué no?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_