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El Barcelona pierde naturalidad sin los extremos y desequilibrio sin Lamine

La identidad futbolística de los azulgrana viene marcada en la época moderna por la figura del mediocentro y las bandas, especialmente desde la llegada de Cruyff

FC Barcelona
Raphinha golpea el balón en el partido ante el Leganés en Montjuic el pasado domingo.Alex Caparros (Getty Images)
Ramon Besa

La identidad futbolística del Barça viene marcada en la época moderna por la figura del mediocentro y la de los extremos, especialmente desde la llegada de Cruyff. El Flaco alineó a Milla como volante central en su debut y acabó por poner a Lineker en el costado derecho para que en la punta de ataque actuara Julio Salinas. La banda nunca fue del agrado del delantero inglés, como tampoco le gustaba a Rivaldo en tiempos de Van Gaal, mientras que fue un lugar de paso para Messi cuando ya mandaba Guardiola y el sitio desde el que deslumbró Ronaldinho en la etapa de Rijkaard y más tarde Neymar con Luis Enrique. El jugador que ahora marca las diferencias desde el extremo derecho con 17 años es Lamine Yamal mientras que Flick apostó como mediocentro por Casadó después de la lesión de Marc Bernal.

Lamine está lesionado en su tobillo derecho y el Barcelona deberá enfrentarse al Atlético en un partido decisivo sin extremos si se tiene en cuenta que Raphinha es un jugador de banda postizo al igual que lo fueron algunos de los extranjeros del Barça. La ausencia del delantero internacional español es especialmente significativa porque, cuando no ha estado en el campo, el Barcelona no ganó ninguno de los cuatro partidos en juego (tres derrotas y un empate) y en cambio sumó 12 victorias sobre 14 (empató uno y perdió contra el Leganés) cuando participó del partido de Liga. “Lamine es diferencial, genera mucho, atrae a uno y a dos rivales, provoca más huecos y espacios”, opina Iñigo Martínez. Ferran Torres añade: “Es decisivo”. Y remata Pedri: “Nos da mucho”.

La estadística asegura que Lamine es el jugador que da más asistencias en la Liga (9), según los datos de Opta. También el que más regates intenta (112), por delante de Nico Williams (92), Vinicius (92) y Mbappé (90), y el que más los completa con 51, ocho más que Lukébakio (43), 12 que Vinicius (39) y 14 que Mbappé (37). Y lidera el porcentaje de regates intentados por partido con 7% frente al 6,57% de Vinicius, el 6,31% de Nico Williams y el 6% de Mbappé. Los registros de Lamine solo obtienen comparación en las cinco grandes Ligas europeas con los de Kudus (West Ham) y Saka (Arsenal). Flick no ha encontrado solución a la baja de Lamine después de probar con Fermín, Ferran, Olmo y Pablo Torre y, según las circunstancias, cambiar de lado a Raphinha.

A falta del entrenamiento de activación de este sábado, la intención del entrenador parece ser la de prescindir inicialmente de Olmo, dar la titularidad a Gavi en la media punta y alinear en ataque a Raphinha, Lewandowski y Fermín. Una fórmula que redunda todavía más en la falta de extremos o futbolistas capaces de actuar por los dos lados del ataque azulgrana si se tiene en cuenta que en la plantilla figuran Ferran y Ansu Fati y que inicialmente figurarían como suplentes ante el Atlético. Los dos últimos partidos, saldados con dos derrotas ante Las Palmas y Leganés, redundaron en la dificultad del Barça para atacar a una defensa cerrada y generar ocasiones incluso en Montjüic.

A los azulgrana les gusta presionar y correr, robar la pelota y tirar la línea del fuera de juego, actuar como una unidad, virtudes que desaparecen cuando el contrario no les concede espacios ni aprieta alrededor de la línea divisoria, muy pendiente de su área y de los cambios de orientación y de tirar diagonales desde las bandas para sorprender a los zagueros del Barcelona. El equipo de Flick no ha sabido abrir el campo, tampoco cruzar centros ni propiciar llegadas desde la segunda línea o remates para uno o dos delanteros, excesivamente pendiente del juego interior de Casadó, Pedri y Olmo. Tampoco los laterales, y muy especialmente Balde, han ayudado precisamente a defender y profundizar o cargar el área a fin de propiciar oportunidades para Lewandowski o Pau Víctor.

La intervención de Flick se presenta como imprescindible para reactivar a un equipo que sólo ha sumado cinco puntos de los últimos 18 y ha permitido que el Atlético le restara 10 desde la jornada 11 de la Liga. El fútbol dispuesto hasta ahora por el técnico alemán ha potenciado más la verticalidad y, por otra parte, se ha tenido que ajustar a una nómina de futbolistas reducida, sin más extremo que Lamine. Así se explica que el club azulgrana intentara fichar en verano a Nico Williams. La falta de dinero y la decisión del delantero de permanecer en el Athletic imposibilitaron el acuerdo y provocaron la incorporación de Olmo, un volante ofensivo que tuvo un debut explosivo para después menguar en su rendimiento físico desde la lesión sufrida en Girona.

“El equipo que comete menos errores gana”, sintetizó Flick, quien prevé “un partidazo” contra el Atlético después de haber dado dos días de descanso a sus jugadores para recuperar la intensidad perdida en el arranque cuando no se reparaba en los extremos y se sublimaba a Lamine.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.
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