Carlo Ancelotti: “Estos meses he estado más nervioso de lo normal”

Terminó el partido y los madridistas se chocaron las manos de forma rutinaria tras derrotar al inocentón Pachuca. Hubo, incluso, algún abrazo. Así jugaron y así lo celebraron hasta que por el túnel de vestuarios aparecieron con el trofeo un canoso Bebeto y un pulcro Andrea Pirlo. Lo levantó Luka Modric, que se marchó hace dos años de Lusail en el Mundial dando por hecho la grada que ya no volvería por allí, pero ahí sigue.

El previsible desenlace en la fresca noche catarí dejó, sobre todo, otra pica en el currículo de Carlo Ancelotti. El italiano se convirtió en el técnico con más títulos de la historia del Madrid (15), ya por delante de Miguel Muñoz. Se ha adjudicado uno cada 21 encuentros entre las dos etapas. “Quiero ser honesto: ganar en el Madrid es más sencillo”, admitió Carletto, que citó la décima Champions, la de 2014, y la lograda en 2022 en París como las más especiales.

Otra copa a la saca y más aire para sus pulmones. Fue un momento de alegría y también de confesión. En pleno ataque de “honestidad”, Ancelotti reconoció que sí, que estos primeros meses de curso ha estado “más nervioso de lo normal”. “El equipo no me gustaba, pero en 2025 vuelvo a la normalidad”, bromeó. “Ahora la plantilla está más completa. Hemos salido del momento de dificultad de hace un mes. Aún no estamos al mejor nivel, pero algo se ve. Si pensamos en la derrota del Milan, el equipo ha crecido en actitud y compromiso. Enfrente somos muy peligrosos. Si somos capaces de salir con el balón limpio desde atrás, adelante somos peligrosos”, insistió el de Reggiolo, que el sábado en Vallecas ya había avanzado de que los primeros pasos de la temporada le afectaron mucho. “Pensaba que era muy complicado buscar el equilibrio. Era difícil pensar que en diciembre estaríamos así”, confesó entonces.

A los 61 años, acomodado en la zona media de la Premier con el Everton, ya no creía que habría otra etapa para él en el Bernabéu. Eso también lo reconoció este miércoles. “No me esperaba esto, no me imaginaba que podía volver. Llamé al club para ver si había jugadores [que fichar], lo tiré ahí [en referencia a cuando se postuló a entrenador tras la salida de Zinedine Zidane] y cayeron en la trampa”, contó relajado y consciente de que nada refuerza más que un título, incluso ante un rival tan bonachón como el mexicano.

Vinicius: “Nunca bajé la cabeza”

La excursión a Qatar también fue reconfortante para Vinicius, que el martes recogió el premio The Best y este miércoles, el MVP tras abrir el triunfo con su bicicleteo previo al 1-0 y el 3-0 definitivo de penalti. “Nunca he bajado la cabeza. Si la gente no me votó [en el Balón de Oro], no voy a cambiar”, aseguró cuando fue preguntado por su polémica ausencia en la gala de hace dos meses en París.

El estadio de Lusail, en el día Nacional de Qatar, había recibido a los espectadores con una de sus tradiciones más arraigadas: hileras kilométricas de vallas para que todos supieran cuál era el camino correcto. Dentro, la grada, salvo los alaridos por los goles, asistía en silencio al tránsito soso de la noche. “En los primeros 15 o 20 minutos nos ha costado un poco, no ha sido un ritmo de balón adecuado, jugando un poco lentos. A partir de ahí, el equipo ha empezado a jugar mejor”, explicó Lucas Vázquez. “La primera parte no tuvimos un buen funcionamiento, pero es destacable que nos vayamos uno a cero arriba jugando de esa forma”, abundó Fede Valverde.

Sin embargo, superada la galbana inicial, el Madrid no encontró obstáculos para conectar con sus atacantes. Y al tran tran. Pocas, o ninguna vez, este curso se han manejado con tantos espacios. Ancelotti recuperó un mes y medio después en el once a los tres atacantes (Vinicius, Mbappé y Rodrygo) más Bellingham. El inglés, que terminó atendido por los fisios, agitaba, Vini sacaba de rueda a la defensa y Mbappé continuaba con su jarabe de diciembre. Cuatro tantos —Getafe, Girona, Atalanta y Pachuca— en los últimos cinco encuentros. Una velada medicinal para el Madrid, Ancelotti, Mbappé y Vinicius. 2025, como anunció Carletto, debería ser el de la mejora sostenida.