Los tipos más listos del fútbol

Una mañana de verano de hace siete años, un padre y un hijo se acercaron caminando hasta la orilla del mar Cantábrico en la playa de La Concha, en San Sebastián. Avanzaban a paso ligero, con ganas de zambullirse. Al entrar en contacto con el agua, se detuvieron en esos instantes veraniegos tan norteños en los que, en décimas de segundo, se analiza a través de los pies la temperatura del agua y las ventajas e inconvenientes de bañarse o no bañarse. Los dos permanecían en silencio, hasta que el niño lanzó una pregunta que parecía una bomba de racimo:

—¿Papá, te puedo hacer una pregunta?

Desde una prudente distancia, pudo verse cómo la mirada perdida de aquel padre se transformaba en terror ante la cuestión trascendental que estaba por venir.

—Claro, dime.

—¿Tú crees que Bakambu es tan bueno como dicen?

El niño no entendió la risa aliviada de su progenitor, que trataba de recolocarse mentalmente para dar respuesta a lo que realmente le importaba a su hijo en ese momento: la pericia del futbolista franco-congoleño.

El fútbol es un punto de encuentro para millones de personas en todo el mundo. También en el ámbito familiar. Bien gestionado, puede ser incluso un vehículo para el aprendizaje de valores, historia, geografía, cultura, matemáticas o física. El fútbol es para listos (geoPlaneta) es la original propuesta de los periodistas Miguel Gutiérrez y Carlos Marañón que, a través de 161 historias —tantas como años cumplen en 2024 las primeras reglas del balompié— recorren de forma divertida y didáctica la historia de este deporte. Apoyados en las ilustraciones de Fernando del Hambre, Marañón y Gutiérrez ofrecen un libro que invita a la lectura, al conocimiento y a la conversación. Escrito desde el amor al fútbol, con elegante sencillez, rigor, un humor comprensible en todas las edades, una perspectiva global del juego y con la idea de que, se abra por la página que se abra, ofrezca a los lectores una historia interesante. El fútbol —como la vida— es para listos. Y los que leen para saber más y mejor dispondrán de recursos para afrontar las preguntas trascendentales que surjan el día de mañana. También las que —como la de Bakambu— no salen en el libro.