El colista Real Valladolid despide al entrenador Pezzolano tras la debacle contra el Atlético

El Real Valladolid ha despedido a su entrenador, Paulo Pezzolano, tras la derrota por 0-5 este sábado contra el Atlético de Madrid en Zorrilla. El Pucela queda colista, con nueve puntos y a cuatro de la permanencia, además de como equipo más goleado y menos anotador. Tal pobre bagaje supone el peor inicio en 15 jornadas del club durante su historia en Primera. Pezzolano llegó hace dos temporadas a la entidad y, pese a coger al equipo a un punto del descenso, no salvó la categoría. El curso pasado logró el ascenso directo desde Segunda en una campaña de enfrentamiento con la grada y poco proyecto futbolístico. Esta temporada, los resultados y las pobres sensaciones han condenado al uruguayo. El presidente, Ronaldo, también muy cuestionado por la hinchada, busca nuevo preparador para volver a tener capacidad competitiva.

El club ha anunciado el cese del charrúa pocas horas después del cataclismo contra los de Simeone, manita mediante y hasta escasa, pues los colchoneros bajaron el ritmo. La grada abroncó al técnico, en la grada por su expulsión la semana pasada, a Ronaldo y a toda la directiva con un “Directiva dimisión” constante, así como cánticos contra Pezzolano. El tortazo contra los atléticos se convierte en la segunda mayor derrota en casa del Real Valladolid tras un 0-6 ante el FC Barcelona en 1992. El departamento de prensa ha comunicado el cese con un mensaje en su página web y redes sociales: “Los caminos del Real Valladolid y Paulo Pezzolano se separan. El entrenador uruguayo no continuará en el Pucela tras 70 partidos oficiales a lo largo de tres temporadas, en las que logró el ascenso el pasado curso. El Club quiere agradecer a Pezzolano su desempeño como blanquivioleta, al mismo tiempo que le desea lo mejor de las suertes en su nueva etapa personal y profesional”. El preparador ha disputado 26 jornadas en Primera División y ha obtenido 26 puntos de 78 posibles en Primera.

Marca Valladolid ha contactado con Jorge Santiago, portavoz institucional, que se ha pronunciado así: “El Club ha tomado la decisión de destituir al entrenador y a todo su cuerpo técnico. Próximamente, la dirección deportiva comunicará el nuevo cuerpo técnico, confiamos en que pueda estar en Ávila el martes”. Aún no constan posibles sustitutos. Pezzolano se despide de Zorrilla fuera del césped, pues vio su último partido desde un palco tras ser expulsado la semana anterior en Getafe. La retransmisión lo ha enfocado varias veces, en actitud relajada y con los pies en alto, lo cual desencadenó aún más bronca en la afición. El técnico ha sostenido en rueda de prensa que se veía capacitado de remontar a base de “trabajo” y aceptó su cuota de responsabilidad en la zozobra.

El sudamericano ha mantenido una relación tensa con la afición, reclamándole esta más juego y empatía con los abonados, con récord de socios este año y 23.500 asistentes este sábado. El “¡Pezzolano dimisión!” se hizo habitual en Segunda por las malas sensaciones, resueltas con resultadismo, y con el técnico asegurando que esa actitud provocadora la utilizó para retirar presión a la plantilla. Él mismo retó a la hinchada con ese cántico cuando se celebraba el ascenso en el ayuntamiento.

El inicio del presente campeonato y la debilidad de la plantilla, además de las iras sobre Ronaldo, permitieron cierto aire para el preparador, a quien los resultados y el no conseguir enmendar la dinámica han arrastrado hacia el cese. Tampoco aportaron sus choques con los árbitros, saldados con ocho amarillas y una roja en las primeras 14 citas, implicando un partido de sanción por acumulación y otro por la expulsión en Getafe de la anterior jornada.

Los blanquivioleta tienen ante sí el espejo de Las Palmas, que cambió de entrenador hace seis partidos y que de los 18 puntos posibles se ha llevado 12, victoria incluida en el feudo del FC Barcelona, desde la irrupción de Diego Martínez. Precisamente los insulares serán el próximo rival del Valladolid, este sábado a las 14.00 en el archipiélago, con un escarceo previo en Copa del Rey, en el estadio Adolfo Suárez del Real Ávila, donde se prevé que haya nuevo inquilino en el banquillo para iniciar la transición hacia mejores números en Liga y competir por salvar la categoría.