El CSD elevará una denuncia al TAD si el condenado por prevaricación Rafael Louzán accede a la presidencia de la RFEF

La imagen del fútbol español vuelve a estar en jaque por la firme intención de Rafael Louzán, presidente de la territorial gallega, de postularse como candidato a presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Después de que Pedro Rocha no haya obtenido la medida cautelar que le hubiera permitido paralizar la inhabilitación que le impuso el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), Louzán es el gran favorito a hacerse con la presidencia de la RFEF. La federación, muy golpeada por los escándalos habidos durante el mandato de Luis Rubiales, se enfrenta a otra grave crisis reputacional por la condena de siete años de inhabilitación para ocupar un cargo público que pesa sobre Louzán por prevaricar cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra y del Partido Popular en la provincia. Louzán votó a favor de conceder a una empresa una subvención de 86.311 euros para unas obras de mejora del campo de fútbol de Moraña que en su mayor parte ya estaban ejecutadas.

La mera intención de Louzán de presidir la federación es un pulso al intento de regeneración que trata de impulsar el Consejo Superior de Deportes (CSD) desde lo sucedido con Rubiales. El organismo gubernamental presidido por José Manuel Rodríguez Uribes está dispuesto a elevar al TAD una denuncia para evitar que un condenado por prevaricar presida el fútbol español. Miguel Galán, el presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, también ha anunciado que impugnará la candidatura del barón gallego. También hay quien se plantea elevar una pregunta a la comisión electoral de la RFEF sobre si Louzán incurre en una causa de inelegibilidad al estar inhabilitado para ocupar cargo público.

Con denuncia o no de un particular, si Louzán es elegido presidente, la intención del CSD es impedir que pueda ejercer desde el día siguiente a su proclamación. Si Louzán es el único candidato será virtual presidente federativo el próximo 5 de diciembre. Fuentes del CSD admiten que han estado en contacto con la FIFA para asegurarse de que la institución que preside Gianni Infantino no penalizará al gobierno español por injerencias ni tampoco amenazará con la posibilidad de sacar a España de la coorganización del Mundial 2030 que comparte con Marruecos y Portugal. Según esas mismas fuentes, lo que sí vuelve a entrar en juego es una posible intervención de la federación por parte de la FIFA si se da otro caos en su gobierno como el que se ha vivido durante el último año y medio. En el CSD advierten que la federación es una entidad privada con funciones públicas delegadas entre las que se encuentra la representación de España en el ámbito internacional y también apelan al propio auto de la Audiencia Nacional que ha denegado la cautelar a Rocha en el que se hace referencia al buen gobierno necesario y a la reputación del deporte.

En el CSD ven la candidatura de Louzán como un callejón sin salida por la condena que persigue al expolítico y porque los propios estatutos de la federación en su punto 19.4 recalcan que no pueden formar parte de sus órganos de gobierno “los inhabilitados para ocupar cargo público”. Fuentes gubernamentales consideran que si la presidencia de Rocha ya era inválida para representar a España por estar imputado en la Operación Brodie e inhabilitado por el TAD, la de Louzán es menos conveniente aún por la condena que recae sobre su figura. El presidente del fútbol gallego alega que la sentencia no es firme y que la Orden Ministerial reguladora de las elecciones federativas es de rango superior a los estatutos federativos. Fuentes jurídicas consultadas por este periódico discrepan de esta interpretación al asegurar que la normativa estatuaria es complementaria de la Orden Ministerial. Los servicios jurídicos del CSD también están en esa misma línea.

La inhabilitación también priva a Louzán para representar al fútbol español en la UEFA y la FIFA porque no pasaría los controles de ética e integridad. El próximo 4 de abril la UEFA elige a su nuevo Comité Ejecutivo y una hipotética presidencia de Louzán requeriría que presentara su candidatura tres meses antes. No pasar los controles de la UEFA depararía otro bochorno internacional para la federación y el fútbol español. Louzán tampoco podría estar presente en cualquier mesa de trabajo de la FIFA en la que se abordara cualquier asunto correspondiente a la candidatura del Mundial. Con Pedro Rocha fuera de la carrera electoral, Louzán ha aglutinado la mayoría de los apoyos de los barones de las territoriales y también de LaLiga. No se descarta que este viernes presente más de 80 avales. El valenciano Salvador Gomar, que estaba decidido a presentarse, desistió en la tarde del jueves y dejó vía libre para que Louzán intente su asalto a la poltrona federativa, remunerada con unos 600.000 euros al año. La gran mayoría de los barones apuestan por Louzán sin importarles la imagen del fútbol español. Su intención es entronizar a un condenado por prevaricar en una subvención a un campo de fútbol. Todo un órdago al CSD que ya manifestó que su perfil ideal respondía a una figura como la de Vicente del Bosque o similar para mejorar la reputación de la federación en España y en la comunidad internacional.