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Francia se aísla del ruido en torno a Mbappé

El seleccionador, Didier Deschamps, deja fuera de la convocatoria a la estrella del Real Madrid, que atraviesa un mal momento deportivo y personal tras la denuncia por un presunto caso de violación: “Es lo mejor”

Mbappé en su último partido con la selección ante Bélgica el 9 de septiembre.
Mbappé en su último partido con la selección ante Bélgica el 9 de septiembre.Photonews (Photonews via Getty Images)
Daniel Verdú

Kylian Mbappé y todo lo que le rodea son hoy una cuestión de estado en la República de Francia. Las decisiones de la mayor estrella del firmamento deportivo galo, las que toma y las que toman por él, tienen tanta repercusión que hasta el presidente de la República, Emmanuel Macron, trata de influir en ellas —sin demasiado éxito— antes de que se materialicen. En parte por eso, el ruido y, especialmente, el silencio cuando toca dar explicaciones, son proporcionales a su dimensión. “He tenido varios intercambios con él, he reflexionado y he tomado esta decisión para esta convocatoria en particular. Creo que es mejor así”, zanjó el seleccionador Didier Deschamps sin aportar más pistas sobre la sorprendente decisión de dejarle fuera del equipo nacional en los dos próximos partidos.

El capitán de la selección francesa, que no termina de adaptarse al Real Madrid, se perderá por segunda vez consecutiva una convocatoria con los bleus. El jugador atraviesa uno de sus peores momentos deportivos. Pero su popularidad, escrutada regularmente de forma demoscópica, también se ha visto muy dañada por los últimos acontecimientos. Según un estudio del instituto Odoxa de finales de septiembre realizado entre 1.005 personas de 18 años, de las cuales 434 son aficionados al fútbol, solo el 54% de los franceses tenía una buena opinión del delantero, cuya popularidad había caído 12 puntos en comparación con abril. Los motivos principales eran entonces su marcha al Real Madrid y su rendimiento en el PSG. También su negativa a participar en los Juegos Olímpicos de París, pese a que el propio Macron se lo había pedido personalmente. Pese a todo, parece imposible que una decisión de este tipo no se tome de forma consensuada con un jugador de su peso e influencia: dentro y fuera del campo.

El relato oficial recuerda que el pasado octubre, el delantero de Bondy se perdió la convocatoria del equipo de Francia. Mbappé evitó ir a los dos partidos contra Israel, el 14 de noviembre, y contra Bélgica, el 17 de noviembre de la Liga de Naciones, aduciendo reposo necesario tras una lesión en el bíceps femoral. La misma que le impidió participar en dicho encuentro, pero no en el último que jugó de titular 70 minutos en el Real Madrid contra el Villarreal. En Francia, vista la secuencia de los actos, sonó todo a una excusa para concentrarse en el trabajo con su nuevo equipo y coger el ritmo del que carecía.

La ausencia de la última convocatoria no hubiera tenido mayor recorrido. Pero Mbappé utilizó aquellos días libres para marcharse de fiesta a Estocolmo. La polémica generada por un viaje durante el que debía estar recuperándose, empeoró tras conocerse una denuncia por una presunta violación. Un escándalo que sacudió Francia y al propio equipo nacional. “No es algo bueno para la selección francesa”, señaló en su momento Deschamps. Esta vez, sin embargo, no ha querido dar más detalles sobre su decisión. “No voy a argumentar, puedo decirles dos cosas: Kylian quería venir y esto no está relacionado con problemas extradeportivos, ya que estos no se consideran a partir del momento en que existe la presunción de inocencia. Es una elección puntual para esta convocatoria con los dos partidos que tenemos por delante”, señaló Deschamps este jueves en relación con dicho caso.

El jugador ha pasado de ser el centro de gravedad de la selección francesa a convertirse en un potencial problema cuando debe presentarse la lista de convocados. La sensación generalizada es que el seleccionador ha querido proteger al grupo de nuevos incendios y rebajar la presión en torno al equipo. Pero, sobre todo, proteger al propio deportista. Su inclusión en la lista habría reavivado el asunto del caso de la presunta violación en Suecia, mucho más seguido en Francia que en España, y el debate sobre su rendimiento. Las preguntas en su país, donde se escruta cada movimiento de su estrella, hubieran girado en torno a esos dos temas. Aun así, es difícil saber el motivo exacto, porque el seleccionador no se movió de esa explicación. “Es mi decisión y es así. No voy a entrar en una argumentación que pueda dar lugar a interpretaciones. No quiero decirles más. Asumo esta decisión”, añadió, negándose a dar más detalles a pesar de las múltiples insistencias de los periodistas.

Es difícil creer que la decisión sea exclusivamente deportiva, aunque Mbappé no atraviese su mejor momento. Sus actuaciones en las últimas y abultadas derrotas del equipo, ante el Barcelona en la Liga (0-4) y frente al Milan en la Champions (1-3), han sido muy discutidas. El delantero se encuentra peleado con el gol y son muchas las voces que afirman que su rendimiento en defensa es bastante deficiente. El delantero llegó este verano al Madrid como el refuerzo estelar del conjunto madridista, que venía de ganar la Liga y la Champions en una gran campaña. En la actual, el delantero ha jugado 15 partidos y ha anotado ocho goles (seis en la Liga, uno en la Champions y otro en la Supercopa de Europa).

La realidad es que Mbappé no tiene obligación de jugar con la selección de su país, solo España y Chipre en Europa recogen ese compromiso en su legislación. Y los medios franceses especulan con la posibilidad de que haya sido el propio jugador, harto de las polémicas en torno a su figura cada vez que pone un pie en Francia, quien ha pedido no participar en torneos que consideraría menores. Una teoría a la que se abonó ayer el exfutbolista y exentrenador Luis Fernández en una entrevista con RMCSport. “Si no está convocado es porque el jugador no lo desea”.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes
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