El Real Madrid pierde el juego
El nuevo centro del campo blanco sin Kroos, liderado por los jóvenes tras un largo proceso de transición, entra en crisis creativa
¿Qué cambios va a implicar en el equipo la marcha de Toni Kroos?, le preguntaron a Carlo Ancelotti el día que el alemán se despidió del Bernabéu. “Esta es una buena pregunta. A ver, a ver…”, se arrancó el italiano. “A nivel ambiental, los que están aquí tienen que tomar más responsabilidades. Y a nivel técnico, buf… [pausa] Hay que verlo, hay que verlo. Podemos pensar que será un estilo más vertical con futbolistas que tienen mucha más energía, pero menos tiempo de juego”, esbozó el entrenador del Madrid, consciente de la complejidad del asunto.
No hay una zona del campo donde la transición se haya cocido a fuego más lento en el conjunto blanco. Los veteranos se han ido yendo o perdiendo protagonismo de forma paulatina, mientras los jóvenes han ido llegando y adquiriendo más peso de manera escalonada. Casemiro se fue en 2022, Modric perdió la titularidad fija en otoño de 2023 y Kroos se autojubiló en 2024. En paralelo, Camavinga fichó en 2021 por 31 millones, Valverde alcanzó el once en la primavera del 22, Tchouameni costó 80 millones en el verano de 2022 y Jude Bellingham llegó en 2023 a cambio de 103 millones más hasta un 30% en variables.
Los cuatro representan la apuesta del club para ese relevo generacional de la medular, un cuarteto más físico que sus predecesores. En Lille se juntaron por primera vez este curso (no en su trayectoria), y sus enormes dificultades para fabricar fútbol por cualquiera de las vías simbolizaron los problemas del Madrid para masticar el juego o alumbrar otro modelo bajo la dirección de Ancelotti en esta nueva vida sin Kroos.
El fiasco en Francia confirmó el empantamiento de la medular blanca. Ya sea con tres o cuatro piezas, el resultado creativo en estos dos primeros meses ha solido ser igual de plano, salvo algún fogonazo de Bellingham y a la espera de qué impacto puede tener Camavinga, lesionado hasta ahora. Si no ha podido correr, un carril que casi todos le niegan, ha quedado abocado a menudo a un despliegue lento, sin un director claro y falto de intensidad hasta que las urgencias le han apremiado. De sus 22 goles a favor, solo tres los ha logrado en primera parte.
La advertencia en Las Palmas
Después de 11 encuentros, la estadística más elemental ya registra el agujero ofensivo en la zona ancha. Mientras la temporada pasada los tres jugadores que más ocasiones creaban eran tres centrocampistas (Kroos, Bellingham y Modric), en esta son dos delanteros y el medio más veterano (Vinicius, Modric y Rodrygo). Y lo mismo sucede con la terna que más pases da en el último tercio: de Valverde, Kroos y Bellingham se ha saltado a Valverde, Vinicius y Rodrygo. De nuevo, dos atacantes, según Opta, y la orfandad por el alemán retirado, que de vez en cuando sigue acudiendo a la ciudad deportiva. “También existe el riesgo de que Carlo me diga: ‘Ahora quédate’”, bromeaba hace unos días en un podcast con el tenista Alexander Zverev.
El nuevo escenario pone bajo la lupa la aportación de los jóvenes centrocampistas, que han pasado de gregarios de Kroos (sobre todo, Tchouameni, Camavinga y Valverde) a recibir un papel más protagonista en la creación, y también el trabajo de Carletto con ellos en Valdebebas. El italiano ya probó con los mismos cuatro de Lille al inicio del curso pasado: fueron los titulares en el clásico de pretemporada en Estados Unidos, en el estreno liguero en San Mamés y en Vigo, de acuerdo con la intención del club de acelerar la transición generacional en la medular. Kroos y Modric empezaron a menudo en la trastienda, hasta que el técnico concluyó pronto y con éxito que el alemán era su mejor pieza para armar el ataque. El sacrificado, cuando estaban todos, fue Camavinga.
Tras siete semanas de competición, los problemas de producción ofensiva en el centro del campo se repiten y el análisis del técnico italiano se clona. “No somos rápidos en la circulación, el balón llega a los delanteros cuando el rival está cerrado”, comentó el 29 de agosto en Las Palmas (1-1). “Tenemos delanteros que necesitan un juego más vertical de lo normal. Si llegas lento a ellos es un problema”, afirmó en Lille tras una velada de ritmo muy bajo. La apuesta por introducir un cuarto medio en los dos últimos choques le ha ayudado a evitar los desequilibrios defensivos, su gran queja a principios de curso, pero no le ha aportado nada en la generación de peligro.
El reconocimiento de Ancelotti
A falta de comprobar el rol del regresado Camavinga, hasta la fecha Tchouameni, Valverde y Bellingham han sido fijos. Modric es un recambio habitual y hasta Ceballos ha tenido su ventana, pero ninguno ha resuelto el acertijo. En el banquillo, el pie más fino que le queda es Arda Güler, el agitador final de Lille, y con condiciones —según Ancelotti— para bajar una altura y ejercer de interior, aunque apenas ha explorado esa opción. El turco no termina de salir del segundo plano, ya sea como mediapunta o en el centro. En Francia, sin Mbappé ni Rodrygo en el once, el elegido fue el fogoso Endrick.
Este martes, Carletto reconoció por primera vez en público que el asunto de la medular se estaba atascando. “La verdad es que no estamos encontrando quién puede sustituir a Kroos. Debemos adaptarnos a la ausencia. No tenemos idea de quién puede reemplazarle porque es insustituible. Hay que buscar otra manera de jugar y la vamos a encontrar. De momento, no hemos mostrado todo nuestro potencial”, admitió un día antes de que quedara claro que el Madrid tiene un agujero en la creación de fútbol.
Mbappé no va con Francia
Pese a la recuperación exprés de Kylian Mbappé, el delantero no fue convocado con la selección francesa para el nuevo parón internacional. “Hablé con Kylian, que tiene otro partido [mañana con el Villarreal] con interrogantes porque arrastra un problema que no es grave, pero que requiere de cuidados para que se recupere bien. No estoy aquí para correr riesgos”, comentó este jueves Didier Deschamps tras ofrecer la lista en la que tampoco se encuentra Ferland Mendy, y sí Tchouameni y Camavinga.
La nueva estrella blanca disputó este miércoles los últimos 40 minutos del partido en Lille. El Madrid había comunicado el pasado miércoles que estaría de baja unas tres semanas por una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda, pero el martes fue incluido por sorpresa en la expedición del duelo de Champions y terminó jugando casi toda la segunda mitad. Por otra parte, el Madrid informó que cuenta con Militão y Rodrygo para mañana. Ambos habían sufrido molestias.
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