La exigencia de Flick saca al mejor Raphinha

Capitán y goleador, Raphinha se gana al vestuario y a Hansi Flick, pero también a la afición del Barça. Cuando el brasileño parecía condenado a cargar con el peso de su alto coste (58 millones), la hinchada culé reivindica el fútbol peleón y decisivo del delantero. “Raphinha, Raphinha, Raphinha”, cantó el público en Montjuïc después de que firmara una asistencia y un gol frente al Young Boys. Éxito de Hansi Flick para potenciarlo, pero fundamentalmente de la resiliencia de Raphinha. “Sabíamos que había que dar una respuesta al partido en Mónaco. Lo hicimos muy bien. Perdimos en la Liga en Pamplona y había que responder. Delante de nuestra afición es mucho más fácil por su apoyo. Me alegro de que salgamos con una buena victoria”, expuso Raphinha, que se llevó el MVP del partido.

Cuando Deco tomó el mando de la dirección deportiva, los agentes de Dembélé lo convencieron de que era mejor emigrar. Creían que la nueva área deportiva mimaría a Raphinha por encima del delantero francés. Dembélé, entonces, rompió su pacto con Xavi y en el verano de 2023 se marchó a París. Se vislumbraba entonces el momento de Raphinha en el Barça. Pero no. Ocurría entonces que el vestuario perdía la confianza en Xavi, al mismo tiempo que el equipo se perdía en el campo.

Raphinha no formaba parte del grupo del vestuario que criticaba en privado a Xavi, pero tampoco lo apoyaba. Sin embargo, cuando el técnico catalán fue despedido del Barça, Raphinha respiró. El fútbol de vértigo de Flick le auguraba un mejor futuro en el Barça. De entrada, lo primero que destacó el delantero de su nuevo técnico fue su capacidad de trabajo. “Me gusta, ahora entrenamos”, le comentó a su entorno.

Resultó, en cualquier caso, que Flick no solo encontró su mejor versión cuando el delantero ataca el espacio, orillado en la banda izquierda, ya que su preferida, la derecha, tiene un dueño llamado Lamine Yamal. Frente a Young Boys, Raphinha se coló entre los centrocampistas, por detrás de Lewandowski. Su juego entre líneas resultó igual de efectivo para el técnico. Cuando el cuadro suizo se arrinconaba cerca de su portería, el brasileño se coló en el área para que Lewandowski le marcara a un nuevo equipo en Europa, el 35. Solo Messi (40) y Cristiano (39) tienen más víctimas que el polaco. “Las ganas que tenía de jugar bien siempre las he tenido. Lo que más ha cambiado en mi juego es la posición en el campo. Hay que correr siempre. No importa el resultado. Lo más importante es dar todo por el equipo”, apuntó Raphinha.

Pero Raphinha no se conformó. Y apareció justamente para regar Montjuïc de tranquilidad. Cuando el Young Boys amagó con aparecer en el área de Iñaki Peña, el brasileño marcó el segundo del Barcelona, su sexto tanto en la temporada. Además, suma tres asistencias. Todo en 10 partidos. De la mano de Raphinha, el Barcelona se recupera en Europa tras el tropiezo en Mónaco. Flick reivindica a Raphinha, lo hace también la hinchada del Barcelona. “Raphinha ha jugado muy bien. Pero no podemos hablar solo de un jugador. Es importante jugar como un equipo. Raphinha solo puede jugar bien si lo hacen también sus compañeros,”, dijo Flick.

Raphinha no fue el único homenajeado por la afición azulgrana. Ansu Fati y De Jong regresaron a Montjuïc y el público mimó a dos jugadores castigados por las lesiones. “Cuando estás lesionado lo pasas mal siempre. Es un proceso duro. No esperaba una ovación así. Estoy muy feliz por la manera que me trata la gente”, explicó el neerlandés. Y añadió: “Veo al equipo en buena forma, en buen momento. Mucha energía, mucho dinamismo, estamos jugando bien. Hay que seguir así y mejorando, a ver hasta dónde llegamos”. En la misma línea, Iñigo Martínez sumó: “Desde que llegó el míster la idea cuajó bien. Hicimos una gran pretemporada y nos sentimos cómodos con este estilo de juego. Llegamos con mucha más claridad y el equipo está más suelto. A seguir y que esto no pare”. Y Raphinha cerró: “Tenemos esa idea de presionar arriba y lo estamos haciendo muy bien. Estamos trabajando muy bien. Físicamente, todos en el campo estamos fuertes. Al brasileño lo avalan sus goles y asistencias.