Gorka Guruzeta suma un doblete para frustrar al Celta y darle la victoria al Athletic
El delantero guipuzcoano y Álvaro Djaló anotaron para los rojiblancos y Aspas, de penalti, hizo el tanto visitante
El Athletic y el Celta jugaron sin complejos, desinhibidos, en el choque de San Mamés. Llegaron los gallegos desde Vigo con una amplia parroquia en la grada y la ambición de superar los resultados de las últimas temporadas en las que los celestes jugaron grandes partidos, pero perdieron.
Empezó el Athletic con más empaque, intentando imponer su autoridad como anfitrión, aprovechando además que el Celta comenzó algo desajustado en defensa, y enseguida abrieron brecha los rojiblancos, en una pelota que salió de las botas de un Iñaki Williams cada vez más imprescindible, esta vez sin el concurso de su hermano Nico, baja tras su lesión en Leganés. El mayor remontó la línea de fondo, cedió atrás, y Sancet remató primero, rebotó la pelota en un defensa y Guruzeta, que se estrenaba como goleador, metió la pierna, oportuno, para inaugurar la sesión.
Estaba el Celta con diez porque Mingueza se había lesionado en un choque con Williams, y tuvo que ser sustituido por Marcos Alonso. Pero a los vigueses, los contratiempos no les arredraron. Poco a poco se hicieron con el mando y empujaron hacia el área de Agirrezabala, que en una acción en la que Iago Aspas se coló en el área, cometió penalti, que lanzó el capitán para empatar el partido.
Bajo la batuta del imperial Sancet, el Athletic trató de golpear de nuevo, aunque la aparición de Alonso le abrió nuevas posibilidades al Celta. Él mismo lo intentó de tacón para que Julen replicara con una gran parada. Guaita, sin embargo, no pudo hacer lo mismo después de un centro de Berenguer que remató de cabeza Guruzeta para poner de nuevo cifras favorables al Athletic en el marcador.
Tras el descanso, la sorpresa rojiblanca fue la aparición de Alex Padilla en la portería sustituyendo a Julen, que se resintió del golpe con Aspas en la jugada del penalti. El guardameta hispano mexicano no tuvo que intervenir demasiado, pero se encontró enfrente a un Celta que no especuló ni un segundo desde la reanudación. Cogió la pelota y no la soltó, con el Athletic pertrechado atrás y buscando la contra. Berenguer pudo anotar en una jugada por la izquierda, la banda preferida por Marcos Alonso en el otro bando, para sus correrías, que desataron el pánico en la grada.
Pero con los minutos, el Celta fue perdiendo gas, y el Athletic salía más cómodo. Lo detectó Iñaki Williams, que se está convirtiendo en el rey de las asistencias rojiblancas, cuando le puso un balón desde la línea de fondo a Djaló, que el ex jugador del Braga no desaprovechó para cerrar el marcador.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.