Ancelotti: “Estamos volviendo poco a poco a nuestra mejor versión”

La canción del verano sonó bajito en el Bernabéu. Si antes te hubiera conocido, de Karol G, no atronó, para variar. Una semana después de que el Madrid anunciara que interrumpía hasta marzo la programación de conciertos en el estadio tras las quejas de los vecinos por las molestias del ruido, el club bajó también varios puntos la regleta del volumen en el partido de este sábado. Salvo para celebrar los goles de alivio tras la sorprendente pifia de Courtois en el 0-1, la megafonía estuvo lejos de retumbar como ocurre en cualquier recinto de estas características cada fin de semana. Incluso el anuncio de algunas sustituciones y del tiempo de prolongación apenas fueron audibles. Los habitantes del distrito Bernabéu no han centrado sus quejas y denuncias en los encuentros de fútbol, a los que ya están acostumbrados, pero la entidad amplió su medida de protección en el choque contra el Espanyol. A tan bajas revoluciones, nadie en el anfiteatro bailó en el intermedio el hit de la colombiana. El 0-0 de ese momento tampoco ayudaba.

De los 18 goles que ha metido el Madrid esta temporada, 17 han sido en la segunda parte. El anotado en Mallorca, en el estreno liguero, fue la excepción. Ante los pericos, otra vez, por sexto duelo seguido, el equipo blanco consumió el primer acto a cero. No fue en esta ocasión por falta de intentos: sus 14 tiros resultaron la cifra más alta sin anotar en casa en Liga desde la tarde de agosto de 2019 contra el Valladolid. “Es un dato que llama la atención”, admitió Carlo Ancelotti sin que nadie se lo preguntara. “Lo he hablado con los jugadores antes para ver si podían cambiar la dinámica. No ha cambiado, pero la primera parte ha sido más intensa”, reconoció aliviado el italiano, que valoró la actuación de los suyos.

“Estamos volviendo poco a poco a nuestra mejor versión”, aseguró Carletto. “Ha sido un buen partido, desde el principio, completo. Jugamos mucho mejor, con más ritmo y oportunidades. Tocamos con más velocidad y mejores movimientos”, desgranó el entrenador local. Insistido por la tribuna de prensa, que le recordó sus palabras de la previa, en las que dijo que al público de Chamartín le gustaban, sobre todo, los guitarrazos, al final, entre muestras evidentes de agotamiento, admitió: “Sí, ha sido un partido de rock and roll”.

Marcaron los tres de arriba, Rodrygo, Vinicius y Mbappé (de penalti; tres de sus seis dianas este curso han sido de pena máxima), y Endrick volvió a ofrecer su productividad de costumbre. Al joven brasileño le siguen valiendo unos minutitos para dejar su pica en los partidos. Contra el Espanyol, un penalti forzado por insistencia. Pero el que más empujó para que la noche no se atascara fue Vini, que por primera vez en sus 272 partidos con el Madrid asistió (2-1) y marcó (3-1) saliendo desde el banquillo. El atacante, en barbecho al principio de la velada, dejó su banda izquierda a Rodrygo y Mbappé siguió ocupando el centro del ataque. El francés, respetuoso hasta ahora con los estatus adquiridos del vestuario, continuó por su zona habitual, sin aparecer apenas por el flanco zurdo.

La única nota de inquietud para el Madrid, más allá de la remontada obligada, fueron los percances físicos de Carvajal y Bellingham. El lateral se retiró nada más marcar el empate. “Está tocado, con un golpe. Nada particularmente serio”, apuntó Ancelotti. Y el inglés se volvió a doler del hombro izquierdo, el mismo en el que arrastró problemas toda la temporada pasada y que le llevó a llevar una protección durante meses. Frente al Espanyol, en el minuto siete, fue abajo para rebañar una pelota y acabó dolorido en la misma zona, aunque regresó pronto y completó casi todo el duelo. “A ver la reacción de mañana [por este domingo]. No parece nada preocupante”, señaló el italiano al final de una noche en la que los blancos sumaron su encuentro número 38 consecutivo en Liga sin perder. Y según Ancelotti, con avances en su fútbol.