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El fútbol redondo de España desfigura a Bélgica camino de la Eurocopa: 0-7

La selección, siempre con el balón entre las botas y con Salma como punto final, doblega a un rival tan defensivo como sobrepasado

Jordi Quixano
Salma Paralluelo, en el momento de marcar el tercer gol de España, el segundo en su cuenta.
Salma Paralluelo, en el momento de marcar el tercer gol de España, el segundo en su cuenta.OLIVIER HOSLET (EFE)

España juega, España gana. El axioma ha dejado de ser utópico o presuntuoso desde hace tiempo, pues no hay equipo ni triunfo que se le resista a la selección, capaz de, siempre con su estilo por bandera, desnaturalizar a cualquier rival y desmontar el entramado defensivo que se precie. Eso intentó Bélgica, armarse desde atrás para expresarse ocasionalmente a la contra, y eso encorvó España con un fútbol de salón, tan pausado en la creación como eléctrico en la resolución. Suficiente para explicar, una vez más, ahora en la bienvenida a la clasificación para la Eurocopa 2025, que el balón, el partido e incluso el deporte, es suyo.

No hay selección que le discuta la posesión a España, siempre con la pelota entre las botas y definida por el juego raso sobre el tapete, toco y me voy, tuya-mía, rápido y diligente, cógela si puedes. Un estilo que le ha encumbrado en el planeta fútbol y que nadie puede rebatir -a excepción de Japón, que con menos del 30% de la posesión retorció a La Roja con cuatro goles en la primera fase del Mundial-, una contraseña que le ha abierto la puerta al éxito. Contra Bélgica, una selección que no hace tanto se entendería por un igual y que ahora se observa como problema menor, no fue diferente. Propuesta, en cualquier caso, que validó Bélgica con su hoja de ruta, toda vez que se plantó con una zaga de cinco, líneas apretujadas y de la mano en el balcón del área de su portera. O, lo que es lo mismo, renunció a la pelota y al protagonismo porque entendió que el balón era coto privado, conforme con defender para salir escopeteada a la contra, casi siempre con la eléctrica Missipo como resorte y con Wullaert como supuesto punto final, pues no le llegaron balones del mismo modo que tampoco se vio a Misa, presunta portera en Lovaina y espectadora en funciones. La patente de Bélgica, ya sin copyright porque casi todos los equipos plantean un envite similar, hizo aguas. Alexia y Salma resultaron demasié.

Con el balón en los pies, el fútbol de España comenzaba desde la raíz, Aleixandri en el primer pase para enlazar con Tere. Y de ahí al olimpo porque entre líneas recibía Alexia y el fútbol cobraba sentido, toda vez que de su zurda se componían las mejores partituras, pases a las carreras de las profundas laterales, paredes con la siempre habilidosa Jennifer Hermoso, o catapulta para una Salma Paralluelo que a la que se pone a correr no hay quien le eche el lazo. Tanto daba que Bélgica jugara en bloque bajo o se esmerara en restar líneas de pase, que abigarrara su área para evitar el remate; Alexia tenía la llave al gol. Aunque no era la única porque España se significó antes desde el córner. El primero, de laboratorio, dos brazos arriba, fue al segundo palo, a la llegada de Aleixandri. Su remate como el de Olga en la prolongación fue tuerto. Pero quien avisa no es traidor y en el siguiente saque de esquina Paredes acudió al remate. La fortuna -mala para Jenni Hermoso porque la bola le dio en la cara; buena para Salma porque le cayó a sus pies-, hizo que llegara el primer tanto. Remate seco y a la red, Salma en su versión goleadora que podría ser abrasiva si su puntería fuera mejor porque siempre se gana algún mano a mano con la portera rival. Lichtfus, la mejor belga, le hizo por una vez pequeña la portería.

El fútbol ígneo de España daba para eso y para más, pues Mariona tiraba para dentro para acumular la pelota al tiempo que Athenea se subrayaba con sus galopadas por la derecha. En una de esas, Alexia le filtró el esférico y desde la línea de fondo el pase hacia atrás lo remató Jenni Hermoso con la derecha -su pierna menos buena porque le pega deliciosamente con las dos-, gol número 54 para atornillarse todavía más como la mejor goleadora de la historia de la selección. Celebraba España al tiempo que Bélgica tomaba aire, asfixiada por correr detrás de la pelota, abrumada después porque Alexia se inventó un taconazo para Salma que, esta vez, aprovechó para definir, para poner el jaque mate al duelo con solo media hora disputada. Tanto daba que no estuviera Aitana por lesión, asueto sin contratiempos para la Balón de Oro.

Tras el entreacto, decidió Tomé dar resuello a Olga y a Aleixandri, dar minutos a María Méndez y Sheila García. Y nada cambió porque a las primeras de cambio Ona se incorporó al ataque para poner un centro a Salma, para que la delantera firmara un hat-trick que evidencia que el fútbol y el futuro están a sus pies. También Bélgica. Con el trabajo hecho, se fue al banquillo para que Esther González, que tiene el gol en las venas, hiciera diana en la primera ocasión que tocó el balón, obra y gracia de un centro de Athenea. La misma sociedad apareció para cerrar el partido, para poner la puntilla, para hacer el siete. Antes, Sheila García, de testarazo a la salida de un córner, festejaba su tanto. Fútbol de muchos quilates y redondo de España, que tiene de todo, que el abanico de recursos no se agota. Campeonas del mundo y de Europa con la Nations League, también clasificadas por primera vez para los Juegos, a España le queda el broche de la Eurocopa para cerrar un círculo que hace poco era inimaginable. El camino para el laurel comenzó en Bélgica -Dinamarca y República Checa son las otras dos contendientes- y lo hizo a las mil maravillas, con Alexia como palanca y con Salma como guillotina.

BÉLGICA, 0 – ESPAÑA, 7

Bélgica: Lichtfus; Wijnants, De Caigny, Tysiak (Ampoorter, m. 73), Kees, Deloose (Philtjens, m. 73); Missipo, Vanhaeverma, Delacauw (Blom, m. 60); Janssens (Detruyer, m. 60) y Wullaert.

España: Misa; Ona Batlle (María Méndez, m. 46), Paredes, Aleixandri, Olga Carmona (Sheila García, m. 46); Hermoso (Fiamma, m. 63), Tere Abelleira, Alexia (Maite Oroz, m. 72); Athenea, Salma (Esther González, m. 63) y Mariona. 

Goles: 0-1. M. 8. Salma. 0-2. M. 16. Hermoso. 0-3. M. 30. Salma. 0-4. M. 47. Salma. 0-5. M. 64. Esther González. 0-6. M. 85. Sheila García. 0-7. M. 90. Esther González.

Árbitra: Katalin Kulcsar (Hun). Amonestó a Aleixandri y Tere Abelleira. 

Den Dreef Stadion. 7.123 espectadores.

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