Bartomeu “manipuló” la auditoría del ‘caso Barçagate’ para que le fuese favorable

El expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu “ocultó y manipuló” datos clave a PriceWaterHouseCoopers (PWC) para que la auditoría sobre el caso Barçagate le resultara favorable. En un nuevo informe entregado al juez que investiga el caso, los Mossos d’Esquadra concluyen que el encargo, que costó al club 400.000 euros, solo “perseguía los intereses personales” de Bartomeu y de los otros tres directivos investigados para “encubrir la contratación irregular” a las empresas de Carlos Ibáñez. La policía autonómica considera, en un informe al que ha accedido EL PAÍS, que ese desembolso puede constituir un nuevo delito de administración desleal.

El caso Barçagate, que reveló en febrero de 2020 la Cadena SER, investiga la contratación presuntamente irregular de una serie de servicios durante el mandato de Bartomeu. El club pagó grandes sumas de dinero (2,3 millones de euros en tres años) a I3 Ventures y otras empresas controladas por Ibáñez para, supuestamente, “monitorizar” la imagen del club a través de las redes sociales. Pero los encargos sirvieron, en realidad, para difamar a rivales del presidente —como el empresario audiovisual Jaume Roures— y a jugadores del primer equipo del Barça con los que estaba enfrentado. Los Mossos creen que esos contratos se trocearon de forma artificial y sirvieron a intereses personales de Bartomeu, preocupado por mejorar su imagen pública y perjudicar la de sus rivales a la presidencia.

Cuando estalló el escándalo, la junta directiva del Barça encargó a PWC una investigación sobre esas contrataciones, que presentó públicamente unos meses más tarde, en julio de 2020. El objetivo era, entre otras cosas, averiguar si lo pagado a las empresas de Ibáñez se ajustaba al precio de mercado. Para ello, señalan los Mossos en su informe, había que comparar los contratos con otros equivalentes. Pues bien, según concluyen ahora los investigadores, al menos una de las tres ofertas que el Barça entregó a la multinacional había sido elaborada por el propio Ibáñez.

La policía catalana concluye que Bartomeu y los otros tres investigados en la causa —los exdirectivos Jaume Masferrer y Óscar Grau y el jefe de servicios jurídicos, Ramón Gómez Pontí— “manipularon intencionadamente la documentación” entregada a Price para que llevara a cabo su análisis. El club, por ejemplo, entregó la presentación inicial de la empresa al club, en 2017, debidamente “alterada y censurada a conveniencia”. Se retiraron las referencias que podían resultar sospechosas; por ejemplo, menciones a “canales no oficiales” o a “blindaje de JMB” [Josep Maria Bartomeu]. También hurtaron a la auditora informes que la empresa había elaborado “para atacar a socios del Barça y a personas que no se consideraban afines al presidente Bartomeu”.

Bartomeu y los directivos “manipularon conscientemente”, concluye el informe, los datos que hacían llegar a Price “para conseguir un informe favorable para poder hacer públicas unas conclusiones parciales en rueda de prensa”. La multinacional, según los Mossos, no pudo llevar a cabo su trabajo “con objetividad” y el pago de ese trabajo, de 361.000 euros más IVA, “perjudicó nuevamente el patrimonio del club”.

No es la primera vez que, en el marco de la investigación del caso Barçagate, emergen sospechas de que Bartomeu trató de controlar y minimizar sus efectos. El expresidente del Barça presionó, según los Mossos, a la jefa de cumplimiento normativo (compliance) del club, que había iniciado por su cuenta una investigación interna. En junio de 2020, unos días después de haber comunicado a la junta directiva y a los órganos de control las irregularidades, fue despedida.

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