Un Atlético del revés: ataca mejor que nunca y jamás fue tan débil en defensa
Las esperanzas de Simeone de eliminar al Madrid de la Copa del Rey pasan por mantener la eficacia goleadora que muestra el equipo y de una mejora individual en las acciones defensivas
Cuando el fútbol se torna enrevesado, los problemas a resolver por un entrenador pueden llegar a ser hasta delirantes por contradictorios e inesperados. En las últimas semanas, Diego Pablo Simeone convive preocupado en una de esas sorprendentes y diabólicas tesituras que el juego esconde. Sus futbolistas son más eficaces en ataque que nunca y jamás transmitieron la sensación de debilidad defensiva ofrecida en los últimos encuentros. El mundo, o el libreto de Simeone, del revés.
Las estadísticas desvelan que bajo la dirección del preparador argentino, en los primeros 27 partidos de una temporada el Atlético no había promediado tantos goles en contra (1,3) como en esta. Y los números también revelan que, salvo en el curso 13-14, en el que ganó la Liga (2,5), no había registrado una media goleadora tan elevada (2,3) como en esta campaña. El rompecabezas a resolver se sobredimensiona ante el duelo de Copa de este jueves en el Metropolitano (21.30, Movistar) ante el Real Madrid, que viene de explotar al máximo en la Supercopa esta inusual fragilidad defensiva del Atlético.
“El Real Madrid juega muy bien, con espacios es peligroso y sin tener mucho el dominio puede ganar los partidos, eso es jerarquía, no es suerte”, advierte Simeone. Su primer diagnóstico tras los cinco goles encajados en Riad le retrotrajo a su llegada al club en diciembre de 2011. “El equipo marcaba goles, pero también encajaba muchos”, rememoró el técnico. Analizado ya más sesudamente el enfrentamiento de la Supercopa, Simeone cree haber detectado el mal defensivo que asola a su equipo en los duelos individuales. “El problema no es colectivo, al final, nos pongamos como nos pongamos, los partidos son siempre duelos, y el que logra ganar más tiene más posibilidades de vencer. Cuantos más duelos ganemos, más mejoraremos en defensa”.
Desde que el equipo regresó a los entrenamientos el sábado pasado, Simeone ha trabajado con insistencia esas situaciones individuales que se han incrementado porque el equipo también busca ahora más que antes la presión en campo contrario. Este matiz que ha traído el paradigma estilístico que se ha impuesto convierte los partidos en una sucesión de confrontaciones de uno contra uno. El Cholo considera que la mera repetición de esas situaciones en los entrenamientos no es la solución. En lo que más ha insistido es en la concentración para elegir el momento adecuado de intervenir en las jugadas para anticiparse a los delanteros contrarios. “No es una cuestión de piernas, depende más de la velocidad mental. Ojalá tengamos la velocidad mental que pide el partido”, abundó Simeone.
La riqueza ofensiva del Madrid examinará el sistema defensivo del Atlético en un momento en el que a Simeone le cuesta encontrar un terceto de centrales estable. Otra señal palmaria de los problemas que atraviesa el equipo en defensa. Ni Savic ni Giménez están en su mejor momento. Tampoco el turco Söyüncü, ni Azpilicueta, que llegaron en verano para reforzar la posición han terminado de cuajar. La variedad de combinaciones que ha probado estos días para formar una defensa de tres centrales que le ofrezca garantía para frenar a los atacantes madridistas también delata el agujero defensivo que tanto le preocupa. Al respecto, Simeone también considera que la simple acumulación de jugadores en el área no resuelve el problema. Sus reflexiones vuelven a apuntar a la necesidad de que los defensas suban el nivel individual. “No importa la cantidad, sino la calidad”, dice.
Hasta ahora, Simeone no ha regresado a su libreto más clásico para tratar de mejorar al equipo en defensa y tratar de salir de la crisis de resultados que ha descolgado al Atlético de la pelea por la Liga. Esta ha sido la solución más frecuente en sus 12 años en el banquillo rojiblanco. La apuesta por asumir riesgos con la pelota desde atrás la mantiene. Las sesiones de trabajo han mostrado a un entrenador que trata de transmitir tranquilidad a los jugadores para que encuentren a los compañeros libres de marca cuando el rival les presiona la salida del balón. “Siempre aparece, siempre aparece”, se le ha escuchado vociferar.
Tampoco parece dispuesto Simeone a renunciar a que su equipo sea el que presione al rival en campo contrario. Es en esta faceta donde necesita que sus futbolistas eleven sobremanera el nivel en los duelos individuales. Es la única manera de poder sostener ante rivales como el Madrid el paso adelante dado. Lo contrario provoca que emerja ese Atlético del revés.</CW>
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