Simeone: “Fue un partidazo contra el equipo más fuerte del mundo junto al City”
El técnico del Atlético elogia el esfuerzo de sus futbolistas y celebra un triunfo en el que el ambiente del Metropolitano fue crucial: “Se genera algo díificil de doblegar, el público tuvo que ver con el resultado”
Cuando Riquelme ejecutó a Lunin para sentenciar el partido, varios jugadores del Atlético se desplomaron sobre el césped mientras Diego Pablo Simeone corría hacia la línea de fondo para sumarse a la piña que engulló al canterano. Un alivio para los rojiblancos que habían visto cómo el Madrid le había igualado por dos veces y terminaron por dar la vuelta al campo. Esta vez, el equipo pudo defender el golazo de Griezmann al filo del primer tiempo de la prórroga. “Victoria muy importante, ellos siempre pelean. Al final pudimos hacer ese último gol que nos dio el pase. Es una gran victoria. No he visto mi gol aún”, decía un eufórico Griezmann. “Fue un partidazo contra el Madrid, el equipo más fuerte del mundo junto al City. Los chicos lo dejaron todo y pudimos ganar. Creo que tuvimos muy bien controlado el partido, sostenerlos a ellos es muy difícil, sobre todo en su contragolpe. Griezmann hizo un gol extraordinario y luego Riquelme. Cuando llegamos al estadio y vimos lo que vimos, te emociona y te exige trabajar más. Me recordó al partido con el Liverpool. Se genera algo difícil de doblegar. Cuando los chicos vieron lo que pasaba a fuera, es emocionante y te genera eso extra que es muy difícil explicar. Nuestra gente tiene mucho que ver en el resultado”, celebró Simeone.
Del plan del Atlético formaban parte los decibelios. La parafernalia estaba diseñada para generar una caldera en el Metropolitano que acompañara una supuesta salida en tromba de los futbolistas de Diego Pablo Simeone. Primero fue la pirotecnia con la que la hinchada recibió el autobús del equipo. El olor a la pólvora de las bengalas y los petardos penetró hasta las entrañas del parking. La siguiente subida de temperatura y de la atmósfera ambiental llegó con el homenaje sobre el césped al equipo infantil campeón del torneo navideño LaLiga FC Futures. El coliseo rojiblanco terminó por inflamarse con el homenaje a Antoine Griezmann por haberse convertido en el máximo goleador de la historia del club y con el himno a capela. El caldeo en las tribunas duró lo que tardó Bellingham en burlar a Witsel y Giménez en el pico del área pequeña y estampar su violento remate en el travesaño de Oblak.
El Atlético se vio reducido en el primer acto a un ejercicio de resistencia. Nadie lo interpretó mejor que Witsel. De ese ejercicio de supervivencia fue inevitable que tuviera que participar Jan Oblak. Rodrygo cortó por el centro del área y tras un control prodigioso descerrajó un disparo al que el meta esloveno respondió con una doble parada milagrera porque tuvo que rehacerse para evitar que Vinicius le remachara en el rechace.
Encastillado y gremial, el fútbol le regaló al Atlético uno de esos episodios sorprendentes. La única jugada que medio pudo ligar en el primer tiempo acabó en el gol de Lino. El centro pasado de De Paul lo trató de despejar Rüdiger de cabeza y le cayó al brasileño en el segundo palo. Con un toque suave y cruzado salvó Lino la salida desesperada de Lunin.
El tanto dio paso a una guerra de guerrillas con la que el Atlético pretendió irse al descanso con los recogepelotas en labores de zapa. Cada vez que el Madrid trataba de acelerar el juego en los saques de banda, una pelota extra entraba en el campo. Y la grada volvió a recuperar el ruido infernal que inundó el Metropolitano en los prolegómenos y en los primeros minutos del duelo. No lograron los rojiblancos mantener ese escenario volcánico ni la ventaja porque Oblak golpeó mal de puños una falta lateral botada con veneno por Modric al centro del área. “Ese gol nos hizo daño, pero el equipo siguió trabajando bien en el arranque del segundo tiempo. Los cambios nos dieron vitamina, entraron mucho mejor que en el partido de Supercopa”, abundó Simeone.
Aunque salió mejor que en el primer tiempo, el Atlético también se encontró con su segundo gol cuando el Madrid parecía más amenazante. Lunin no acertó a palmear bien un centro raso de Marcos Llorente y Morata solo tuvo que empujarla a placer. De nuevo, el Atlético a probar su fiabilidad defensiva y su contragolpe para rematar al Madrid. Y pudo hacerlo. Primero Griezmann y, sobre todo Morata, al que Lunin le sacó un remate a bocajarro. Joselu volvió a generar la psicosis en la siguiente jugada con el empate. Pero Griezmann y Riquelme lucieron el arma histórica del Atlético: el contragolpe. “Apareció un futbolista mágico como es Griezmann. Le ganó el duelo a Vijnicisu y marcó un golazo, tenemos la suerte de tenerlo y de que quiera estar con nosotros”,concluyó Simeone,
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.