Ancelotti: “No soy superfán de la posesión”
El técnico italiano, que pierde a Alaba para Girona, resta importancia a la falta de acierto anotador. Brahim, autor del 1-0, jugó con una luxación en el hombro derecho
Carlo Ancelotti apenas celebró el 1-0 de Brahim. Mientras su hijo Davide sacaba los puños detrás de él, el padre se limitó a levantar los brazos y a pensar que ya era hora. La primera parte del Madrid fue una tarde en la feria a finales de septiembre, y al final acertó el atacante que salió al campo infiltrado por una luxación en el hombro derecho, como se supo después. El ex del Milan había pactado una hora de juego con el técnico y le dio tiempo a sacar un poco de pecho.
Hasta entonces, el equipo blanco hizo toda una exhibición de tiro al muñeco. 18 disparos (ocho a puerta) necesitó para meter el primero en la jornada en la que alineó arriba, además, a Rodrygo y Joselu. Son los nuevos tiempos de una delantera marcada por la austeridad inversora en esa línea.
“El trabajo del entrenador se queda en crear ocasiones”, explicó Carlo Ancelotti, que se mostró más “preocupado” por la “falta de intensidad” y la “defensa en bloque demasiado bajo” de la segunda mitad. Son tiempos de dudas tras el paso por el Metropolitano y el italiano no quería desplomes de tensión. “El objetivo era salir y presionar fuerte. Puede que ahí los delanteros perdieran frescura en la finalización”, acertó a explicar.
Después de una jornada de poca luz arriba, al técnico de Reggiolo se le abrió también un frente de inquietud en la defensa. Se retiró lesionado Alaba por molestias en el aductor derecho que, de entrada, todo apunta a que lo eliminan para el sábado en Girona (este jueves o viernes le harán pruebas); y Rüdiger acabó dolorido en el gemelo derecho, aunque Carletto dio por hecho que estará en Montilivi. Una presencia imperiosa para el Madrid porque la probable caída de Alaba, unida a la de Militão, deja a la plantilla sin red, con solo dos centrales puros: Nacho y el alemán.
Sin Bellingham
El Madrid se dispuso a sobrevivir sin Jude Bellingham (autor hasta entonces de la mitad de los goles del equipo; seis de 12) en una alineación donde todavía no estaba Vinicius (reapareció en la segunda mitad tras un mes lesionado). Al final, no necesitó al inglés, aunque antes de cerrar el triunfo malgastó ocasiones a pares. Hasta el 1-0, Rodrygo tuvo dos claras; Joselu, cuatro; Brahim, una; Nacho, otra… Y eso que los fueras de juego evitaron que la contabilidad arrojara peores cifras. Tuvo que mediar la ayuda de un rebote a un intento de Brahim para allanar el primero.
El joven, magullado por una falta que recibió en el Metropolitano, no dudó en alistarse pese a su condición física. “Lo he aprovechado. El míster me dio la titularidad y marqué un gol, para que tenga presión en los próximos partidos”, se reivindicó el joven, que solo había disputado 45 minutos este curso pese a la escasez de piezas arriba. Rodrygo, mientras, volvió a quedarse a cero por sexto encuentro consecutivo, aunque se apuntó la asistencia del segundo. “Meterá cuando menos piense en el gol”, trató de consolarle Ancelotti.
El alivio del italiano en el 1-0 fue parecido al de Joselu en el 2-0. Carrerita y cuatro puñetazos al césped del ariete, por las que se le habían ido. Había necesitado siete intentos y tuvo que ser de cabeza. Eso sí, la estadística sin destilar le sigue dejando en buen lugar: de sus seis partidos con el Madrid en el Bernabéu, ha marcado en cinco (solo no acertó ante el Unión Berlín).
Balones largos
Así resolvió el Madrid un partido que empezó mandando sin parar balones largos a sus atacantes, aprovechando la defensa adelantada canaria. “Un pase directo es la mejor opción porque, con un envío, puedes tener un mano a mano con el portero. No soy un superfán de la posesión, soy un superfán de los goles”, proclamó el italiano, tan poco dogmático.
No hubo esta vez noticias de la debilidad del Madrid en la defensa de los centros laterales. Ancelotti cambió los dos flancos (Nacho y Mendy por Lucas Vázquez y Fran García), pero Las Palmas demostró la razón por la que había tardado 540 minutos en meter su primera diana en jugada. Tampoco hubo rastro de Kroos y Modric en el once después del ruido del derbi. El alemán solo compareció en el tramo final y el croata tuvo descanso. Las siguientes citas importantes de octubre definirán si el tortazo del Metropolitano ha alterado su estatus.
Desde la grada, e invitada por el club blanco, siguió todo el encuentro la niña que fue acosada por radicales del Atlético el domingo por vestir una camiseta de Vinicius.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.