Verstappen vive ajeno al lío en Red Bull

No hay nada que hacer para provocar que a Max Verstappen le entre el tembleque. Ni los demás equipos que se miden en el Mundial de Fórmula 1 han conseguido proyectar monoplaza capaz de seguir la estela del RB20, ni tampoco la tormenta interna que se ha desatado en Red Bull tras los últimos acontecimientos extradeportivos consiguen poner nervioso al actual campeón. A sus 26 años, el holandés acumula los tres últimos títulos de forma consecutiva, y las hechuras que va tomando esta temporada invitan a pensar que la cuarta ya está en camino.

Superados unos primeros cursos en los que su vigorosidad le jugó alguna que otra mala pasada, Verstappen transita desde hace ya tiempo por su mejor momento, y eso le coloca en un plano inalcanzable para sus rivales, que no pueden hacer otra cosa que piropearle. La comparación con Checo Pérez, su vecino en el taller de Red Bull, no ofrece ningún tipo de duda si atendemos a que el piloto de Hasselt supera al mexicano en todos los parámetros calculables desde que corren juntos (2021). Bien sea en número de victorias (45 por cinco de Pérez), de podios (57 por 26), de vueltas rápidas (21 por siete) y de pole position (31, por tres). La última de ellas se la adjudicó este viernes en Yedda, donde el sábado (18:00 horas, Dazn) se disputa la segunda parada de un campeonato que con el paso de los días más se asemeja al del año pasado.

Esta es la segunda pole consecutiva de Verstappen y la 34ª de su hoja de servicios, una cifra que le permite superar en este parámetro a dos figuras del calibre de Jim Clark y Alain Prost, y que le coloca como el quinto corredor que más veces ha arrancado sin tráfico delante. A su lado, en la primera línea, arrancará Charles Leclerc, mientras que Fernando Alonso lo hará el cuarto. Solo 55 milésimas separaron el registro del segundo (Leclerc) del que se apuntó el cuarto (Alonso), en una muestra de las estrecheces que hay en la zona media de la tabla. Por arriba, Mad Max va a la suya, ajeno a la división que se ha generado en Red Bull, a raíz de la investigación abierta a Christian Horner, el director, acusado por una empleada de comportamiento inadecuado.

El último episodio de este serial que monopoliza el arranque de este Mundial lleva el foco hacia Helmut Marko, una de las autoridades con más peso dentro de la división de F1 de la compañía del búfalo rojo. Según comentó el veterano expiloto austríaco a la televisión de su país, su propia empresa podría impedirle asistir al Gran Premio de Australia, programado para dentro de dos semanas.

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