Red Bull desestima las acusaciones de una empleada contra Christian Horner y le mantiene como director de la escudería
La marca austríaca niega que hubiera un “comportamiento inadecuado”, tal y como denunció una trabajadora, después de completar una investigación interna
Red Bull podrá centrarse este fin de semana en hacer valer la teórica ventaja que le proporciona su coche en términos de rendimiento en pista, después de que la investigación interna que puso en marcha alrededor de su director, Christian Horner, se resolviera con la exoneración del ejecutivo. Las pesquisas, llevadas a cabo por un letrado independiente, concluyeron que la acusación de comportamiento inapropiado hecha por una empleada de Red Bull hacia su superior no tenía suficiente fundamento como para ser considerada punible. En un comunicado emitido este miércoles a primera hora de la tarde, la compañía energética hizo público el desenlace del proceso que ha monopolizado la atención del paddock, incluso por encima de los ensayos de pretemporada.
“La investigación independiente sobre las alegaciones presentadas contra el señor Horner ha concluido, y Red Bull puede confirmar que la queja ha sido desestimada. El denunciante tiene derecho a apelar”, se lee en la nota oficial, emitida por la matriz de la empresa austríaca. A lo largo de las tres últimas semanas, los abogados han llevado a cabo una serie de entrevistas antes de ofrecer su veredicto, que ha derivado en la absolución del expiloto británico. “El informe acerca de la investigación es confidencial, y contiene información privada de las partes y de los terceros que colaboraron en ella. Por eso mismo, y por respeto a todos los implicados, no haremos más comentarios. Red Bull se seguirá esforzando en cumplir las normas de comportamiento más estrictas en el puesto de trabajo”, concluye la comunicación.
De esta forma, Horner, que además de director de Red Bull Racing —el equipo— es también su CEO, seguirá al frente de las operaciones de la estructura que acumula los tres últimos títulos mundiales, de la mano de Max Verstappen, y que de nuevo se postula como la referencia del campeonato que arranca este mismo fin de semana, en Baréin. De haber sido considerable culpable de esas acusaciones, Horner corría serio peligro de verse obligado a abandonar el cargo que ocupa desde la fundación del equipo, en 2005.
A primera hora de este miércoles trascendió que el excorredor había embarcado en un vuelo privado desde Gran Bretaña, que hizo parada en Austria y que aterrizó, ya por la tarde, en Manama. El hecho de que Horner viajara al circuito que este sábado albergará la primera cita del calendario llevaba a pensar en una resolución a su favor, impresión que posteriormente se confirmó.
Una vez que Red Bull informó acerca del caso, múltiples voces estrechamente vinculadas a la Fórmula 1 se posicionaron al respecto, la mayoría de ellas para solicitar que el asunto se cerrara, en una dirección o en otra, antes del arranque de la temporada. El primer actor en mover ficha fue Liberty Media, el promotor del certamen, que animó a que la estructura del búfalo rojo culminara la investigación sobre su director “lo antes posible”. Luego fue la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la que subrayó la exigencia de mantener “los más altos estándares de integridad, imparcialidad e inclusión dentro del deporte”. La presión sobre el británico todavía aumentó un poco más con la declaración pública de Jim Farley, director ejecutivo de Ford, que a partir de 2026 se convertirá en el suministrador de motores de Red Bull. Farley mandó una carta a la escudería, a la que tuvo acceso la agencia de noticias Associated Press, en la que mostraba su malestar por las presuntas denuncias de comportamiento inapropiado sobre Horner. “Los valores de Ford no son negociables. Es imperativo que nuestros socios en las carreras compartan y demuestren un compromiso genuino con esos mismos valores. Mi equipo y yo estamos disponibles en cualquier momento para discutir este asunto. Confiamos en un desenlace que todos podamos respaldar”, advirtió el CEO del gigante automovilístico.
Este mismo miércoles, poco antes de que se conociera la noticia del día, Lewis Hamilton también dijo la suya y se posicionó en la misma línea que Farley, Liberty y la FIA. “Creo que siempre tenemos que hacer más para intentar que el deporte y el entorno en el que trabaja la gente se sientan seguros e inclusivos. Cualquier acusación debe tomarse muy en serio”, convino el todavía piloto de Mercedes. “Creo que es un momento muy importante para el deporte, para asegurarnos de que somos fieles a nuestros valores”, remachó Hamilton.
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