La Fórmula 1 se remanga en Emilia Romagna
Tras la cancelación del gran premio en Imola, equipos y pilotos contribuyen de distinta forma a reparar los daños producidos por las inundaciones
Una selección del personal más esencial de cada escudería de las que se miden en el Mundial de Fórmula 1 obtuvo permiso este jueves para acceder al paddock del circuito de Imola, muy afectado en según qué parte de sus instalaciones por las inundaciones que estos últimos días han golpeado a Emilia Romagna, y que este miércoles llevaron a las autoridades y a los promotores a cancelar el gran premio que lleva el nombre de esta región, programado para este fin de semana. El apretado calendario hace prácticamente imposible reacomodar la sexta carrera de la temporada, circunstancia que ha llevado a los organizadores a ofrecer el reembolso de las entradas a todos los aficionados que las habían comprado, o a convalidarlas para el evento del año que viene. A la vez que muchos de los integrantes de las formaciones recibieron la noticia de la cancelación de la cita en Italia antes incluso de haber salido de sus casas, muchos otros, sobre todo mecánicos, ya han regresado a ellas.
Los efectos por el temporal, que aún no arremete en según qué zonas, han sido por el momento catastróficos: 14 muertos, más de 10.000 evacuados y 27.000 familias sin electricidad, al margen de las pérdidas económica y el impacto medioambiental. Por todo ello, la caravana de la Fórmula 1 entendió desde el primer momento que la decisión de cancelar la prueba era la adecuada, para así poder centrar todos los esfuerzos en las tareas de rescate. Ferrari, cuyo cuartel general, en Maranello, se encuentra a una hora en coche de Imola, ha donado un millón de euros a la Agencia de Seguridad y Protección Civil de Emilia Romagna, que se invertirá en ayudar a la población local y que se focalizará en aquellos proyectos dedicados a la recuperación ambiental. Desde sus perfiles en las redes sociales, todos los equipos del campeonato mandaron mensajes de apoyo y solidaridad con las víctimas, y también lo hicieron multitud de pilotos. Otros, como Yuki Tsunoda, corredor de Alpha Tauri, contribuyen a título individual en las labores de limpieza que se están llevando a cabo en Faneza, localidad donde su estructura tiene la base.
Estos trabajos de recuperación se alargarán durante días, hasta después de que el Mundial haya desembarcado en Mónaco, donde el fin de semana que viene debe celebrarse la segunda cita del único triplete previsto en 2023. La cita que pondrá fin a este periplo de tres semanas será el Gran Premio de España, el fin de semana del 3 y 4 de junio, en Montmeló. Antes, las divisiones de logística deberán haber desmontado todo el tinglado (hospitality, oficinas, camiones) que ya se habían instalado en Imola, para emprender el viaje de poco más de 500 kilómetros hasta Montecarlo, donde está previsto que el paddock esté en perfecto estado de revista a partir del miércoles.
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