Oyarzabal ya no se acuerda de su rodilla: de un cruzado roto a marcar el gol que vale una Euro

España y los equipos españoles que participan en competiciones internacionales al máximo nivel son los protagonistas de un dato sorprendente: llevan 22 años sin perder una final, y han ganado las últimas 23, diez de ellas contra equipos británicos. Pero hay un micro dato que tiene que ver con el autor del gol de la victoria española en la final de la Eurocopa, Mikel Oyarzabal. El jugador nacido en Eibar hace 27 años y genuino representante de la cantera de la Real Sociedad, ha jugado cuatro finales en su carrera, con el club, con la selección absoluta y también con la olímpica. Y ha marcado en las cuatro. En la Copa del Rey, frente al Athletic, consiguió el tanto que le dio el título a la Real; en la Nations League, marcó uno de los cinco goles en la tanda de penaltis en la victoria contra Croacia. Su gol en la final de los Juegos Olímpicos de Tokio no sirvió para ganar a Brasil, pero se resarce con el que le marcó a Inglaterra el domingo.

Oyarzabal es un seguro para la selección y también para su equipo, la Real Sociedad, a pesar del alto coste personal que tuvo que pagar después de que en marzo de 2022 se lesionara gravemente de la rodilla y no pudiera regresar hasta diciembre de ese mismo año. Cuando volvió a jugar con su equipo, comenzaron las dudas sobre su rendimiento, hasta el punto de que su entrenador, Imanol Alguacil, tuvo que salir al paso: “Es uno de los mejores de la historia de la Real y hay algunos que le están poniendo un pero”, apuntaba. El propio jugador pedía paciencia, porque sabía a lo que se enfrentaba. “El doctor que me operó, Mikel Sánchez, me dijo en su día que a los ocho meses iba a estar para volver a competir y entrenar normal”, pero que, “estaría dos años recuperándome de la rodilla. Es una lesión que no es de un mes o de una rotura y me olvido. Eso lo sabe todo el mundo que ha pasado por esto, y los readaptadores y médicos”.

Pero el mundo que rodea al fútbol es impaciente. Con su equipo brillando en la Liga, Oyarzabal iba sumando minutos poco a poco, en un tono gris. Empezaron las dudas, aunque nunca entre quienes le rodeaban. “Tiene la rodilla perfecta, pero falta un tiempo para que recupere su nivel”, advertía entonces Javier Barrera, médico de la Real Sociedad. “Va a ser el que era o mejor”, apuntaba cuando empezaban a sembrarse los interrogantes sobre Oyarzabal cuando ya tenía el alta después de meses de incertidumbre y alguna recaída, como cuando sufrió una lesión justo en el músculo del que se extrajo uno de los tendones para hacer de injerto, el semitendinoso en la operación después de la lesión. Para el jugador, “fue el día más duro con el de la lesión porque, si bien me veía lejos de volver al equipo, llevaba cinco días entrenando con todos y me sentía bien”.

Aunque tras su reaparición frente a Osasuna, el último día de 2022, parecía que se cerraba el círculo, quienes habían trabajado con él durante nueve meses sabían que no iba a ser fácil. “Está en el momento de volver a la competición, de sumar minutos, de coger la forma, y no será rápido”, apuntaba Iñigo Almandoz, uno de los recuperadores de la Real. En el campo, las cosas no eran sencillas con Sorloth y Kubo a su mejor nivel, pero dos meses después de regresar, el club le transmitió su total confianza ampliando su contrato hasta 2028.

Oyarzabal jugó 14 partidos como titular en la temporada de su reaparición, pero solo completó tres, y marcó tres goles, pero cumplidos esos dos años que Mikel Sánchez le pronosticó para poder volver a ser quien había sido, las cosas regresaron a su ser. Acabó la pasada temporada con 14 goles entre todas las competiciones, con 33 partidos en la alineación titular de la Real, 17 de ellos completos, y a la grada de Anoeta le volvió la sensación de que el jugador de Eibar resultaba imprescindible para los planes de Imanol.

Mientras, en la selección, Luis De la Fuente no dudaba. “Mikel es un valor seguro. No falla nunca. Llevamos juntos nueve años y hemos ganado todo juntos”. Luis Enrique también confiaba en él, aunque no pudo esperarlo para el Mundial de Qatar, pero cuando el actual seleccionador comprobó que Oyarzabal era el mismo de siempre, regresó a las convocatorias. Y dio las gracias con su gol ante Inglaterra. ¿Y la rodilla? “Llevo bastantes meses que no me preocupo de ella, está respondiendo y me encuentro bien. Dolores tengo en otros sitios por otras miles de cosas: muchos entrenamientos, muchos partidos”, apuntaba en una entrevista hace dos meses.

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