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España ESP
2
Nico Williams 46', Oyarzabal 85'
Inglaterra ING
1
Cole Palmer 72'
Finalizado

Rodri, el divertido y poco glamuroso cerebro de la Roja

El pivote, uno de los líderes del vestuario, es el que ordena el fútbol de España en el campo

Rodri celebra el pase de España a la final tras ganar a Francia.
Rodri celebra el pase de España a la final tras ganar a Francia.Leonhard Simon (REUTERS)
Juan I. Irigoyen

En esos eventos en los que los que sus compañeros aprovechan para sentirse elegantes, lejos de los chándales diarios, algunos buscando olvidar un pasado de privaciones, Rodri Hernández se presenta con una sudadera de una marca vacía de glamour. “¿Dónde vas vestido así? ¿Por qué no te pasas por Balenciaga o Gucci?”, le recriminó, medio en broma, uno de sus compañeros del Manchester City. “Es increíble…”, replicó Rodri a los críticos con su vestimenta en una entrevista en la COPE; “luego ves a algún pintado por ahí y se creen el modelo a seguir. Viniendo de los que me lo dicen… Madre de Dios”.

No le da importancia a la ropa ni tiene ni quiere tatuajes. Sí le gusta la música. Entre sus artistas preferidos, según explican los que lo conocen, está la italiana Laura Pausini. Y es de los primeros en animarse cuando en el vestuario suena la Potra Salvaje de Isabel Aaiún, una de las canciones que forman parte de la lista de Spotify que creó Álvaro Morata bajo el título de Eurocopa. “No fui muy imaginativo con el nombre”, se divierte el capitán. La idea era que todos pusieran una canción. “Yo puse dos [Believer de Imagine Dragons y Highway to Hell de AC/DC]. Soy el capitán. Hasta ahora nadie se dio cuenta”, dice el delantero. Pero otros como Nacho y Unai Simón no pusieron ninguna. “Se lo dejo a los jóvenes”, explica Nacho. Y los jóvenes, liderados por Lamine Yamal y Nico Williams insisten con hacer sonar Hay Lupita de Lomiiel. El grupo de los veteranos frunce el ceño cuando suena. “Es muy mala”, asegura uno de los líderes. No es el caso de Rodri.

El 16 se divierte al ritmo de Lamine y Nico. Sin embargo, no duda en llamarles la atención cuando las dos perlas de la Euro pecan de novatos. “El que me conoce sabe que soy un guasón. Pero a veces me tengo que poner una máscara. Soy uno de los capitanes ahora. A Nico y Lamine, a veces, hay que pedirles un poco de calma y de concentración. En las charlas son los últimos que caen: “Tenéis 16 años, no vengáis aquí los últimos”, explica el centrocampista del City.

Ropa, no; música, sí; y diversión, cuando toca. Aunque siempre tiene un ojo en los negocios —estudió Administración de Empresas—, a Rodri nada le gusta más que el fútbol. A veces, hasta demasiado.

“Rodri tiene un problema”, recuerda el Kun Agüero; “o habla muy fuerte o lo hace muy bajito”. En un viaje en autocar, luego de un partido del Manchester City, Agüero y Rodri viajaban sentados al lado. El centrocampista estaba en uno de esos días en los que, en una conversación por teléfono, analizaba el partido en voz alta. “El domingo que viene no juegas”, le soltó Agüero mientras le señaló el asiento más próximo a ellos: Pep Guardiola. “Dicho y hecho, el siguiente partido no jugó”, remata el argentino.

Todo quedó en una anécdota. Ni Guardiola dejó de mimar a Rodri, ni Rodri dejó de darle vueltas al juego. “Siempre vuelvo a ver los partidos completos. Especialmente si creo que hay cosas que se pueden mejorar. Hay muchas cosas que en el campo no se ven. A veces, encuentro cosas que ni siquiera recuerdo que hayan sucedido”, reveló Rodri, en una conversación con The Guardian.

Y seguramente no exista nada mejor para un obsesivo del fútbol que cruzarse en el camino de Guardiola. Después de una primera temporada en Mánchester sin demasiado protagonismo, en la secretaria técnica del City meditaban una cesión del madrileño. Pero desde el cuerpo técnico la frenaron: querían a Rodri cerca de Pep. “Le tengo respeto porque sé cómo ha llegado a Inglaterra y cómo se ha adaptado”, describe Rice, su némesis en la selección inglesa. “Cuando un pivote tiene muchas apariciones en los highlights del partido, mal. Esos tienen que ser para los que marcan goles. El mediocentro tiene que pasar desapercibido, es ahí cuando hace bien su trabajo, cuando hace jugar bien al equipo”, asegura el técnico del City. Pero, para Guardiola, hay una excepción a su regla: Rodri. “Marca goles en partidos importantes. Es un jugador increíble. Es el mejor centrocampista del mundo de largo. Puede hacer lo que quiera, maneja los tiempos del partido, tiene carácter, cuando las cosas se ponen feas da un paso adelante. Es muy difícil entender lo que hemos hecho en los últimos años sin él”.

Habitualmente exagerado en los elogios, esta vez no exagera Guardiola. Rodri marcó en la final de la Champions de 2023, la primera Orejona del City, la primera de Pep lejos del Camp Nou. También apareció para anotar su nombre en el marcador de la Euro. En los octavos, cuando parecía que el partido se ganaba con el pedigrí, Georgia asustó a España. La Roja no lograba controlar el duelo hasta que Rodri pegó un grito: “Tranquilos”. Unos minutos más tarde, firmó el 1-1 en un partido que terminó en goleada (4-1). “Intento darle movimiento, dinamismo y ritmo al equipo. Necesito conectar con los jugadores que tengo delante lo antes posible, ayudar a que el juego madure. Lo tengo que interpretar, llevarlo donde quiera que esté. Eso es lo que más define el papel del pivote: cuándo acelerar, cuándo frenar, cuándo presionar más alto, cuándo moverse más profundamente”, explica Rodri.

Su juego trasciende España, también Mánchester. El fútbol se rinde al madrileño, aunque se esconda de los focos. “Lo siento mucho, pero no juego por marketing ni premios individuales”, dice Rodri. Será invisible para France Football, no para sus rivales. “Es un jugador top. Nació y se crio en la tradición del centro del campo español, con jugadores como Busquets o Xabi Alonso”, insiste Rice.

Si Vicente Del Bosque aseguraba que, si se “tuviera que reencarnar en otro futbolista sería en Busquets”, De la Fuente describe a Rodri como la “computadora perfecta”.

Rodri no responde al cliché del fútbol moderno: no acata sus estándares de vestimenta y sueña con tener su propia empresa. Le gusta, eso sí, andar de guasa con los chavales al ritmo de la música del vestuario hasta que llega la hora de ponerse serio. Y para Rodri no hay nada más serio que la pelota. No es para menos: es el cerebro de la Roja.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.
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