Wirtz y Musiala, jugadores para una década

Este es un torneo inspirador, ¡y de qué manera! En el minuto 10 del partido inaugural, el gol de Florian Wirtz contra Escocia nos puso en marcha a todos. Mi hija de siete años se tapó los oídos porque el ruido en el estadio le parecía excesivo. Pero se consoló después cuando un hincha de Escocia le regaló una insignia. Ahora es su tesoro.

Desde ese momento, se vive una auténtica fiesta en Alemania. A los pocos días, asistí en Dortmund al partido entre Turquía y Georgia. El ambiente era indescriptible, rara vez he sentido algo así. Los aficionados de uno y otro bando empujaron a su equipo hasta el límite. Incluso en la tribuna principal se pusieron de pie. No se podía apartar la mirada ni un segundo. Me alegro mucho de haber estado allí.

Hasta ahora, la calidad de esta Eurocopa ha sido extraordinaria; estamos sintiendo un fútbol apasionante, porque cada uno de los 24 países tiene a una fuerte comunidad animándole. He visto fotografías de Tiflis en Internet. Un estadio lleno vio a la selección de Georgia luchar hasta casi conseguir el empate en su primer partido de la Eurocopa. Así es como se vive la realidad europea. Las proyecciones públicas de los partidos son un invento ingenioso.

Por supuesto, tengo la vista puesta en Alemania. El equipo vuelve a contar entre los favoritos después de tres fracasos. Gracias a Dios, porque es importante que los anfitriones tengan opciones. Ahora vemos cualidades que han estado desaparecidas durante mucho tiempo. Mi hijo de 11 años nunca ha conocido el éxito de su selección. Es una sensación completamente nueva para él ganar dos partidos seguidos.

También veo los partidos de fútbol como profesional, me fijo en los equipos, en los jugadores individuales. ¿Quién se está consolidando como figura de talla mundial? ¿Quién dejará huella en el torneo? ¿Quién está aprovechando la Eurocopa para tener una mayor proyección? Como alemán, no puedo dejar de mencionar a Florian Wirtz y Jamal Musiala.

Alemania debe considerarse afortunada de tener a estos grandes futbolistas. Son dos jugadores con un talento enorme que inspiran y generan esperanza. Lo que hay de extraordinario en ellos enseguida llama la atención. Los dos se atreven a encarar al contrario en cualquier momento y están dispuestos a disputar el balón y hacerse con él. Wirtz tiene un primer toque excelente, cambia de ritmo con mucha habilidad y se orienta sobre el terreno de juego; basta con ver su gol a Escocia.

A Musiala es prácticamente imposible quitarle el balón. Puede superar a un rival partiendo desde parado. Cuando todos los adversarios se aparcan en la frontal o dentro del área como si fueran un autobús, encuentra la manera de esquivarles. Lo nombraron jugador del partido en la primera jornada y marcó su segundo gol contra Hungría.

Su zona es el último tercio del campo, donde marcan y dan pases de gol. Hay muchos aficionados que se identifican especialmente bien con los jugadores de ataque, porque regatear y marcar goles es más popular que impedir que avance del contrario. Sobre todo, ocurre con los niños. Los ídolos de mi hijo son Musiala y Wirtz; unos días lleva la camiseta con el dorsal 10 y otros se pone el 17.

Lo que me gusta en especial es que Wirtz y Musiala son jugadores de equipo. Veo que conectan con todos sus compañeros sobre la cancha. Corren mucho y aportan también en defensa. Sus entrevistas dejan claro que piensan en el equipo como un todo.

Y triunfan como jugadores de club a una edad temprana. El gol de Musiala en Colonia en mayo de 2023 hizo al Bayern campeón de Alemania. Wirtz ganó el doblete de Liga y Copa con el Leverkusen este año. Ambos asumen la responsabilidad de los resultados, ahora también en la selección nacional. Al fútbol se juega para ganar.

Los dos nacieron con talento. Están hechos para el fútbol. Disfruto viendo su desarrollo. A las personas las moldea su entorno, y para los futbolistas ese entorno es el club. Si quieres tener éxito, necesitas un papel claro y unos compañeros excelentes que saquen lo mejor de ti. De momento, todo pinta bien para Wirtz y Musiala.

A veces reflexiono sobre mi propia carrera, sobre todo cuando les veo jugar a los dos. En mi primer torneo, la Eurocopa de 2004 en Portugal, yo tenía 20 años, solo un poco menos que ellos dos hoy. No ganamos ningún partido y nos eliminaron, pero personalmente pude consolidarme internacionalmente como lateral izquierdo. Musiala también ha conocido el fracaso; fue eliminado en la fase de grupos de la Copa del Mundo de 2022. Y Wirtz marcó el primer gol de esta Eurocopa 2024, igual que yo en el Mundial de 2006.

Cuando viajo por mi país estos días y me siento en un estadio, me invade cierta nostalgia. Me vienen recuerdos de triunfos, lesiones y derrotas. Así es probablemente como se siente cualquier futbolista cuando ve a su selección y se da cuenta de que los grandes torneos son experiencias únicas.

Les deseo lo mejor a ambos. Wirtz y Musiala tienen lo que hay que tener para dejar huella durante toda una década. Pero un futbolista solo es tan bueno como lo fue en su último partido. Lo que vale es el aquí y el ahora. Y este es un torneo en el que la gente está celebrando y compartiendo la realidad europea. Eso me motiva un montón para seguir vinculado al fútbol.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.