El alma animal de Inglaterra
El trabajo coral y un meta inspirado llevan al equipo de Southgate a ser el primero que empieza una Eurocopa sin recibir ni un gol en los cuatro partidos iniciales
Mientras Inglaterra armaba la jugada del 2-0 con el que el martes terminó de sepultar a Alemania en Wembley, Declan Rice se arrastraba como un soldado herido en la banda, fuera de cámara. El centrocampista inglés había caído fulminado por un calambre en la pierna izquierda. Su equipo avanzaba hacia la portería de Neuer y él trataba de levantarse, pero no lograba enderezar la pierna, y el dolor lo tiraba de nuevo a la hierba. Un par de veces hizo un breve ademán de volver a entrar al campo, rodando, por si la jugada daba la vuelta y entonces así podía parar el partido. Kane marcó en el 86. Henderson sustituyó a Rice en el 88.
La escena del mediocentro del West Ham pendiente de desactivar una contra incluso arrastrándose arroja luz sobre lo gremial del espíritu defensivo de la selección inglesa, la primera en la historia de la Eurocopa que completa los cuatro partidos iniciales sin recibir un solo gol. Este sábado se miden en cuartos a Ucrania en el Olímpico de Roma (21.00, Telecinco). Protegerse es una obsesión instalada por Southgate en todos sus futbolistas. Cualquiera de los que ha aparecido desde el primer día se ha referido a la importancia que tiene en los torneos cortos mantener la portería a cero.
Harry Maguire, líder de la defensa, resumió el carácter global del logro después de ganar a Alemania, con el trofeo de mejor del partido aún en la mano: “Es una unidad, que viene desde Gareth [Southgate, el seleccionador] por el modo en que nos coloca y luego, por supuesto los atacantes. Empieza arriba y acaba con nosotros”, dijo. Sterling, que anotó el 1-0, subrayó el papel de la segunda línea: “Los dos del centro del campo [Rice y Kalvin Phillips] estuvieron soberbios, lo devoraron todo, fueron animales ahí”.
Como se aprecia en el gráfico, las selecciones que han conseguido protegerse mejor tienden a llegar más lejos en esta Eurocopa. Seis de las ocho selecciones que alcanzaron los cuartos de final están entre las que menos disparos han recibido entre los tres palos y a las que menos peligro les han generado; es decir, las ocasiones creadas por los contrarios hacían esperar menos goles en contra, según las métricas elaboradas por la agencia Driblab. De los que llegaron a cuartos, solo Suiza y Ucrania, que pasaron los octavos in extremis, escapan a esa zona segura.
Kalvin Phillips tiene claro que con Southgate no se juega a lo mismo que con Marcelo Bielsa en el Leeds: “En mi club podemos marcar cinco y encajar cinco. Aquí llevamos tres porterías a cero”, dijo después de ganar a la República Checa. “Gareth [Southgate] era defensa y sus equipos son defensivos”, añadió.
Más atrás todavía, la línea de zagueros ha exhibido una solidez notable pese a que Maguire, que salía de una lesión, no pudo disputar los dos primeros partidos. Mings, su recambio, jugó a gran nivel. Los de atrás tampoco han perdido consistencia con las variaciones en los laterales —han tenidos minutos Walker, James, Shaw y Trippier, en las dos bandas—, ni con los cambios tácticos, con defensa de cuatro o de tres.
La resistencia del armazón coral de Inglaterra ha conducido a que le generen poco peligro en contra y que hayan recibido solo seis disparos a puerta en cuatro partidos. En ese punto, además, ha aparecido Jordan Pickford, más acertado que ninguno. Ha parado los seis, 100% de acierto. Detrás vienen el belga Courtois (90,9%) y el italiano Donnarumma (80%). Bastante lejos, como los más desacertados entre los que han llegado a octavos, quedan el español Unai Simón (50%) y el alemán Manuel Neuer (30%), según los datos de fbref.com.
Después de ganar a Alemania, Pickford estaba feliz por la victoria, porque se había llevado la camiseta de Neuer firmada y por la cuarta portería a cero, tantas como Gordon Banks cuando Inglaterra ganó el Mundial de 1966: “Estaba en el momento. Sentí que estaba allí: preparado, concentrado. Hice paradas cuando tenía que hacerlas. Fue una actuación redonda”, dijo al día siguiente. Y atribuyó su buen momento a la madurez: “Tener un hijo ayuda. Te cambia la vida. He cambiado. Tengo 27 años”, explicó. “Pero no soy solo yo, somos los once, y todo el mundo está trabajando duro para mantener la portería a cero. Porque en los torneos cortos las porterías a cero son clave. Nos permiten seguir avanzando y nos dan la oportunidad de marcar goles”.
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