Hola, soy Isabel Forner.

Hola soy Elena Arzak.

Hola soy Rozalén.

Soy Marian Otamendi. Esto no puede decirlo mucha gente: he ‘fichado’ a Ronaldo Nazário…

Hablan Ellas ha dado voz a mujeres que representan el futuro, la experiencia, la emoción y la pasión por el fútbol.

El fútbol ha sido mi salvavidas. No hay nada en el mundo que me haga sentir como cuando veo o juego un partido. Nada.

Cuando mi tío Chiguete y mi hermano me vieron en un ranking de las mujeres más influyentes del mundo del deporte fliparon.

El fútbol entró en mi vida desde que tengo uso de razón y nunca más se ha ido.

Directivas, preparadoras, agentes, futbolistas, o aficionadas, han demostrado que el papel de la mujer es cada vez más relevante en el deporte rey y en LaLiga.

Puede que al principio algún futbolista nos viera como “esos que te miden la grasa corporal con el plicómetro y te dicen a qué hora tienes que irte a la cama, incluso en tus días libres”.

Beatriz Manchón es nutricionista del Real Sporting y triple campeona del mundo de remo.

Pero ahora esa visión está cambiando, porque ahora saben que podemos hacerlos mejores. Lo notan.

La primera jugadora que firmé para mi agencia, Claudia Pina, estaba el otro día jugando frente a más de 90.000 personas en un campo lleno. Es una barbaridad, pensándolo bien.

Carlota Planas es la primera mujer que llevó una empresa de representación de jugadoras en España.

Hace cinco años había jugadores que ni siquiera llegaban a cobrar 500 euros al mes.

Las mujeres están poco a poco entrando en los despachos del fútbol, brillando en el césped y conquistando las gradas.

Cuando yo empecé a ir al campo, no abundaban las mujeres en las gradas. Éramos muy pocas mujeres. Eso hoy ha cambiado muchísimo. Algo que me ilusiona.

Mari Tere Berenguer es aficionada del Valencia. Es el rostro de la foto icónica de la liga conquistada por los chés en 1971.

Si en mi tiempo hubiera habido la mínima posibilidad, habría superado cualquier barrera para haber sido jugadora de fútbol. Porque el fútbol es como el baile: se lleva en el cuerpo. Y yo lo llevo dentro.

Conseguí que mis tres sobrinas se hicieran atléticas… madre mía. Ellas van a un Wanda que está lleno de mujeres: hay tantas como hombres.

Margarita Luengo es atlética, y lleva 25 años depositando un ramo de claveles en un córner del estadio antes de los partidos

Esto me da mucha alegría. Me gustaría que ellas, y sus hijas después de ellas, sintieran al Atleti como yo, que siempre quieran que sea domingo para ir al fútbol.

Hay caminos comunes en el origen de la pasión por el fútbol, y todos llegan a la infancia.

Mi historia comienza cuando mi padre Manuel nos hizo socias del Celta a mi hermana Paula y a mí. Teníamos 7 y 5 años respectivamente.

Lucía Taboada es periodista. Es autora del libro ‘Como siempre, lo de siempre’.

No fue una decisión que gustase en mi casa de Vigo, especialmente a mi abuela Maruja, que veía el estadio como un terreno exclusivamente masculino, inaccesible para las mujeres, más si cabe para unas niñas. Balaídos era su Vietnam. Pero mi padre desafió las convicciones familiares y creó una rutina inamovible cada domingo de Liga.

En mi casa siempre lo hemos vivido de una manera especial.

Ruth García es excapitana del Barça, el Levante y la Selección Española, y actual directiva de la sección femenina del club granota.

Mi hermano ‘Vicen’ llegó a jugar en Segunda División B y desde muy pequeña me llevaban a verle allá donde jugara. Hiciera frío o un calor asfixiante, no me perdía un partido. Y, en los descansos, allí bajaba yo, a hacer mis pinitos con la pelota. ¿Quién podría imaginar que aquella niña llegaría a lucir el brazalete de capitana de la Selección española?

Aún recuerdo el impacto que me produjo ver jugar a Jorge Valdano y a Hugo Sánchez, con su famosa voltereta que hizo rugir a El Sadar, y el ambientazo cada vez que nos visitaba el Madrid. ¡El estadio se venía abajo!

Marian Otamendi es directora del World Football Summit, la mayor convención del fútbol mundial.

La pasión que genera el fútbol es inigualable. Por cierto, ¡viendo jugar a Hugo Sánchez descubrí que mi corazón era también un poquito merengue!

El fútbol son recuerdos imborrables, los que perviven en familiares y amigos. Es motivación para lograr nuevas metas, para superar barreras.

Es verdad es que dedicándome al deporte y a la tecnología, demasiadas veces soy la única mujer en la foto, ya sea en conferencias sobre tecnología o sobre deporte…

Minerva Santana es ingeniera y directora de Innovación de LaLiga.

Cada partido recibo mensajes de odio; en una misma retransmisión, unos me acusan de madridista, otros de colchonera…

Isabel Forner es una de las caras más conocidas de La Casa del Fútbol, en Movistar+.

Y por supuesto abundan los que arremeten contra mi físico, cuestionan mi profesionalidad o directamente me dicen barbaridades… Creedme si digo que he aprendido a sobrellevarlos.

Llevar un restaurante es un poco como llevar un equipo.

Elena Arzak es chef de un restaurante con tres estrellas Michelin.

Aunque mi padre y yo somos la parte más visible, sin nuestra jefa de cocina, los equipos de cocina, sala, investigación, administración y todos los que van en este buque de la gastronomía guipuzkoana que es el restaurante Arzak. Sin todos ellos no sería igual.

Todavía no he escrito una canción de fútbol, pero muchos de los cantautores argentinos que me gustan son capaces de convertir letras suyas en himnos, donde caben esos ‘lololos’ que canta toda la grada junta.

Rozalén es cantautora. Lleva con orgullo los colores del Albacete Balompié por medio mundo.

Es algo que me fascina y tienen en común el fútbol y la música: su capacidad para generar comunidad.

Gracias a mujeres como ellas, a su ilusión, a su esfuerzo, a su determinación, el deporte más seguido del mundo camina hacia un horizonte de igualdad.

¿Recordáis lo que os decía de nunca aceptar un no por respuesta? Cuando tenía mi agencia de marketing, llamaba y llamaba a las puertas de marcas y les decía: “hay que apostar por las mujeres en el deporte”, “el deporte femenino también vende”. Y de nuevo, me encontré con muchas negativas, y me era muy difícil explicarles mi visión porque no tenía pruebas. Pero ahora sí, ahora ya no hay duda: las mujeres estamos destinadas a un papel cada vez más importante porque somos el presente.