Red Bull da alas al nuevo jefe de Remco Evenepoel: “Encaja a la perfección en nuestra idea”
Ralph Denk, director general del equipo Red Bull Bora, atiende a EL PAÍS para analizar el fichaje del belga y la inversión del gigante de las bebidas energéticas


Arrasa Remco Evenepoel en la contrarreloj del Campeonato de Europa de ciclismo y, una semana después de hacer lo propio en Ruanda, donde solo Tadej Pogacar es capaz de arrebatarle el maillot arcoíris en el Mundial de ruta, Ralph Denk, que a partir del próximo invierno será jefe del belga, rasga la mirada y dibuja una sonrisa bajo un bigote cada vez más frondoso. “Lo tiene todo, es un grandísimo campeón”, resume a EL PAÍS el director general del Red Bull-Bora-hansgrohe, el equipo alemán en el que aterrizó el gigante de las bebidas energéticas en 2024 para dejar su sello, a base de inversión, también en el ciclismo. Primero llegó el fichaje de Primoz Roglic, infeliz en el Visma, coto de Jonas Vingegaard. Un año después, con la estratégica incorporación de Evenepoel, los germanos han arrancado a la gran estrella belga de sus raíces.
“No podemos estar más felices por contar con el soporte de Red Bull, que ya ha demostrado una inversión inmensa en otros muchos deportes”, explica Denk, mandamás de la estructura ciclista desde 2010, cuando fue fundada bajo el nombre de Team NetApp. “Es obvio que para estar en lo más alto se necesita mucho dinero, lo estamos viendo con la llegada al pelotón de inversores externos como Red Bull, Lidl o Decathlon. Habla muy bien del atractivo de nuestro deporte. Nosotros, además, tuvimos importantes ofertas de patrocinio desde Oriente Medio [cuyo capital ya inyecta poder a equipos como UAE, Bahrain o Jayco-AlUla], pero cuando surgió la oportunidad de vincularnos a Red Bull lo tuve claro: era la decisión correcta. Al final, más allá de la filosofía, nuestras sedes están a menos de una hora de distancia. Eso lo facilita todo en el camino hacia nuestro gran objetivo: convertirnos en el equipo ciclista más atractivo del planeta”, añade.
Para ello, la incorporación de Evenepoel, de 25 años, se antojaba clave. “Es un ciclista que encaja a la perfección con nuestra idea ganadora, es más, sentimos que es el ciclista más atractivo del mundo. Se ha visto en el Mundial de Ruanda, donde terminó muy decepcionado por no ganar el oro en la prueba en línea después de haber arrasado en la crono”, asegura Denk; “en el pasado tuvimos mucha mentalidad ganadora en el grupo, sobre todo con la figura de Peter Sagan. Creo que ahora Remco puede ser eso en el equipo. Además, estoy convencido de que va a servir de inspiración para los más jóvenes, no solo por predicar con el ejemplo, sino porque todo el foco que él se lleve liberará a los demás para crecer sin presión”.

No obstante, la apuesta por el belga, pequeño Caníbal del ciclismo moderno, ha supuesto una ristra de volantazos en la dirección deportiva del equipo. Nada más concluir el pasado Tour de Francia, el mismo en el que el joven Florian Lipowitz subió con los dos toros rojos en el pecho al podio de los Campos Elíseos junto a Pogacar y Vingegaard, Denk y su cúpula destituyeron a Ralf Aldag y Enrico Gasparotto, dos de los directores de mayor peso del organigrama. Pocas semanas después, el equipo ha reforzado su área deportiva con, entre otros, Sven Vanthourenhoout, seleccionador belga hasta el pasado curso, y Klaas Lodewyck, director en el Soudal Quick-Step de Evenepoel.
Los cambios no han gustado a Roglic, buque insignia del Red Bull-Bora-hansgrohe y vencedor de la Vuelta a España el pasado curso, que aseguró la semana pasada en la prensa eslovena sentirse algo desconectado de las decisiones de Denk. “Entiendo un poco a Primoz, porque fue una decisión con efecto inmediato”, suaviza el germano; “aun así, necesitábamos cambios para seguir acercándonos a nuestro objetivo. Ese malestar de Primoz lo vamos a resolver pronto y de buena manera, estoy seguro de que va a tener un entorno muy estable con nosotros”.
Todo, tras una temporada en la que, más allá del sorprendente podio de Lipowitz en la Grande Boucle, los resultados han estado muy lejos de lo esperado. “No ha sido un buen año, es cierto, especialmente en la temporada de clásicas, donde estuvimos muy por debajo de nuestras expectativas [solo un top-10 en los Monumentos, el séptimo puesto de Daniel Felipe Martínez en Lieja]”, admite Denk; “pero todo lleva tiempo, y nosotros hemos contratado a mucha gente nueva, por lo que estamos en pleno proceso de adaptación. Si miramos al mejor equipo del mundo, el UAE, les costó varios años llegar a la cima. Nosotros somos ahora mejores que el año pasado, y eso es lo importante. Tenemos a grandes talentos como el propio Lipowitz, Giulio Pellizzari o Lorenzo Finn, aún en el equipo de desarrollo [campeón del mundo sub-23 la pasada semana]. Vamos a tener paciencia, porque tenemos clara nuestra misión y todo llegará”.
Por el camino, el obstáculo parece evidente: encajar en el mismo bloque a tanto ciclista talentoso. A Evenepoel, Roglic, Lipowitz y Pellizzari se les suman, entre otros, Jai Hindley, vencedor del Giro de Italia en 2022, y Aleksandr Vlasov, quinto en el Tour del mismo año, todos ellos con contrato firmado para la próxima temporada. ¿Significa eso que tienen su sitio asegurado? Ni mucho menos. “El negocio del ciclismo avanza muy rápido y creo que sería una tontería por mi parte asegurar algo así al 100%”, zanja el germano; “el mercado de fichajes está abierto hasta el 31 de diciembre y todo puede pasar. Al final, sea cual sea el aspecto de la plantilla para el año que viene, nuestro objetivo no cambia. Nos encantaría ganar una gran vuelta y un Monumento, poruqe nuestra última victoria ahí fue en 2018, en la Roubaix, con Peter Sagan. Lo recuerdo como algo fantástico. Espero que el año que viene podamos repetirlo”.
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