Curry comanda a las leyendas hacia la victoria en un buen All Star

Los gerifaltes de la NBA volverán contentos a casa después de constatar que las estrellas sí respondieron en esta ocasión en el All Star. El equipo de leyendas comandado por Stephen Curry, MVP de la velada, se llevó el flamante minitorneo del fin de semana de las estrellas con una victoria por 41-25 en la gran final disputada ante un equipo internacional liderado por un voluntarioso Victor Wembanyama, un dato que invita también al optimismo de cara al futuro. En líneas generales, el cambio de formato funcionó y recuperó parte del interés y la competitividad del partido de las estrellas, ahora partidos en plural.

Curry anotó 12 tantos en la final en 11 minutos de juego y acumuló 20 en el global de la noche tras dirigir a los suyos también en la semifinal. El astro de los Golden State Warriors, anfitrión de los fastos en el Chase Center de San Francisco, ilustró una vez más, eso sí, el concurso de triples en el que a veces pueden convertirse los encuentros en la actual NBA. El base lanzó 17 veces a canasta a lo largo de la noche y 16 de sus tiros fueron triples. Entre los seis que entraron, uno desde el medio campo para levantar al pabellón entero de sus asientos.

El evento principal del fin de semana arrancó con un parcial de 11-0 para el Team Shaq y quedó visto para sentencia en un abrir y cerrar de ojos. La jornada, además, empezó con la decepción de la baja de última hora de LeBron James. Por primera vez tras 21 selecciones consecutivas, el astro de Ohio se perdió el partido de las estrellas por lesión. Unas molestias en el tobillo le arrebataron al público la imagen de los tres colosos del siglo XXI jugando juntos, quizás por última vez. Kevin Durant, en otra señal del éxito del nuevo formato, participó más en defensa que en ataque a lo largo de la velada.

Sin cuartos, ni tiempo, simplemente jugando a alcanzar los 40 puntos, los jugadores comparecieron más motivados y se vieron sobre la cancha jugadas imposibles en años recientes como tapones, faltas y tiros libres. “Necesitábamos cambiar, darle nueva vida al formato, hacer algo inesperado”, apuntó Curry, que participó en el diseño del nuevo esquema. Los ganadores del reto Rising Stars del viernes estuvieron a punto de fastidiarles la noche a las leyendas, que finalmente apaciguaron el ánimo de los chavales con un triunfo por 42-35 en la segunda semifinal. En la primera, las estrellas globales superaron a los jóvenes astros de la liga por 41-32 gracias a los 12 puntos de Shai Gilgeous-Alexander y la intensidad de un Wembanyama entregado al evento, el único que intentó defender en todas las posesiones y que terminó visiblemente agotado.

Aunque no todos los jugadores estuvieron de acuerdo y a gusto con el minitorneo, todos sí concluyeron que el mayor problema para mantener el ritmo y la competición a tono son los inmensos parones publicitarios que sustentan el evento. “No me gustaron las pausas, los partidos han sido muy cortos. Ya saben que podemos anotar, y sentí que intentaban estirar el chicle para tener más tiempo de televisión”, apuntó, mordaz, Trae Young, estrella de los Atlanta Hawks. El primer encuentro de los ganadores duró 13 minutos y la gran final 11, pero el evento duró más de tres horas. En general, es un melón que la NBA debe solucionar también durante la temporada regular y los playoffs.

El fin de semana en San Francisco fue positivo también para la salud de la noche de concursos del sábado. Mac McClung, un jugador de segunda fila con los Orlando Magic, volvió a honrar el concurso de mates con un auténtico show y se convirtió en el primer tricampeón del segundo evento más importante del All Star, firmando una puntuación perfecta en sus cuatro hundidas. Tan bonito fue su duelo con Stephon Castle, joven base de los Spurs, que estrellas del calibre de Giannis Antetokounmpo, Ja Morant y Zach LaVine deslizaron su posible participación el próximo curso. Esa sería otra gran noticia para la NBA.

Aunque Tyler Herro (Miami Heat) ganó el concurso de triples, en la primera ronda Buddy Hield (Warriors) batió el récord absoluto del actual formato con 31 puntos, errando luego en la final. Después de varios años en caída libre, el All Star recuperó algo de vigor este fin de semana en California y ya solo falta el juicio más relevante de todos, el de las audiencias televisivas que alimentan el espectáculo.