LeBron James y Bronny hacen historia en la NBA y se convierten en los primeros padre e hijo en jugar juntos: “Es la familia por encima de todo”

Esta vez sí, en un partido de competición oficial, LeBron James y su hijo Bronny hicieron historia. Fue a falta de cuatro minutos para concluir el segundo cuarto del duelo inaugural de la temporada en la NBA, cuando padre e hijo entraron en la cancha del Crypto Arena, el hogar de Los Angeles Lakers, en el encuentro que acabaron ganando a los Minnesota Timberwolves (110-103). Una imagen nunca antes vista en la competición estadounidense, dos generaciones sobre el parqué al mismo tiempo en un partido de la liga regular. Atrás quedaron los amistosos que el equipo jugó en las últimas semanas, cuando LeBron y Bronny ya coincidieron. Fue el pasado 6 de octubre la primera ocasión que se les pudo ver juntos con la camiseta del conjunto californiano, pero la de anoche pasará a los libros de los récords.

Para LeBron, que el próximo 30 de diciembre cumplirá 40 años, esta es su 22ª temporada en la NBA. Tan solo el genial Vince Carter alcanzó jamás semejante longevidad, en una trayectoria que le llevó por hasta ocho equipos. Para la leyenda James, su carrera se ha circunscrito a tres conjuntos —Cleveland Cavaliers (en dos etapas distintas), Miami Heat y desde 2018, Los Angeles Lakers— con los que además de alcanzar diez finales y ganar cuatro de ellas, ha batido innumerables récords. Es el jugador que más puntos ha anotado (a día de hoy ya por encima de 40.000, una barrera que solo él traspasó), el que más minutos ha jugado y el más mayor en encestar 50 puntos y capturar 10 rebotes en un encuentro de la NBA (lo consiguió con 37 años y 65 días), solo por mencionar alguna de sus marcas.

Bronny llega a la liga con 20 años —los cumplió el día que debutó junto a su padre en un amistoso con derrota ante Phoenix Suns— entre voces que sugieren que no está preparado aún, como la del exjugador y all star Charles Barkley ayer en la cadena de televisión TNT, donde opinaba antes del encuentro que el jugador debería foguearse primero en la G-League, la liga de desarrollo de la NBA. Nacido en Cleveland (Ohio) cuando su progenitor estaba a punto de comenzar su segunda temporada en la liga estadounidense, fue seleccionado en el pasado draft en el puesto 55 por los Lakers. Tras su debut ayer junto a su padre, Bronny aseguró en TNT sentirse “extremadamente agradecido” por la “increíble oportunidad” de haber disputado sus primeros minutos en la NBA y por haberlo hecho de la mano de su padre. “Es un momento loco que nunca olvidaré”, dijo.

“Es la familia, siempre ha sido la familia por encima de todo”, resumió LeBron por su parte al mismo medio. “Yo he perdido mucho tiempo (con la familia) por esta liga y por compromiso con la liga, viajando, perdiéndome muchas de sus cosas. Así que poder tener este momento en el que todavía estoy trabajando y puedo trabajar junto a mi hijo es uno de los regalos más grandes que he podido tener de quien está arriba. Voy a aprovecharlo al máximo”, desarrolló.

Momentos antes del ansiado debut juntos, el padre, que llevaba un minúsculo micrófono encima como parte de las muy producidas retransmisiones de los partidos de la NBA, le aconsejaba al hijo en el banquillo: “¿Estás listo? ¿Ves la intensidad? Solo juega sin preocupaciones”. Bronny asentía. Poco después, los dos saltaron a la cancha. Les veía desde la primera fila Savanah, mujer y madre de los dos protagonistas, nacida como LeBron en Akron (Ohio), novia y después esposa del jugador desde que tenían 18 y 16 años. Junto a ella aplaudían el histórico momento los otros dos hijos del matrimonio, Bryce Maximus y Zhuri Nova.

La entrada en pista obtuvo una larga ovación por parte de los aficionados de los Lakers. En la primera jugada, Julius Randle, de los Wolves, metió una canasta fácil en el uno contra uno ante Bronny. Poco después, ya en ataque, LeBron pasó el balón e hizo una pantalla a su hijo, momento en el que se excitó la grada. Bronny devolvió la pelota a su padre y este erró el tiro. Llegó entonces el tiempo muerto del entrenador local, J. J. Redick, y en la primera jugada tras la interrupción, LeBron hizo una puerta atrás para machacar después el aro con su clásica contundencia. Delante, Bronny veía más cerca que nunca en su vida una canasta anotada por su padre. Poco después, LeBron buscó la asistencia para su hijo, pero este falló el triple, uno de los dos únicos tiros que intentó en los casi tres minutos que jugó (2:41) en el partido.

LeBron, por su parte, anotó 16 puntos, capturó 5 rebotes, repartió 4 asistencias y puso 2 tapones en los 34:39 minutos que estuvo en pista, para contribuir a la victoria de los Lakers. El equipo de Los Ángeles mandó en el marcador prácticamente durante todo el partido, con una ventaja que llegó a ser de 19 puntos en el segundo cuarto (fue cuando iban 16 arriba cuando entró en pista Bronny). Las cómodas rentas se mantuvieron durante el tercer cuarto, reduciendo un poco la distancia Minnesota ya en el último. No fue suficiente. Los Lakers debutaron con victoria y la familia James vivió un día soñado.