Los Celtics de Boston, a la final de la NBA
El equipo dirigido por Joe Mazulla barre a los Indiana Pacers en la final de la Conferencia Este con Jaylen Brown como jugador más destacado
La final de la NBA empezará el 6 de junio en Boston. Los Celtics, el equipo que partía como favorito en todas las quinielas al principio de la temporada, ha despachado por la vía rápida a unos Indiana Pacers mermados por la lesión de su estrella, Tyrese Haliburton. Con su victoria de este lunes (102-105), se anotaron un 4-0 en la final de la Conferencia Este de la NBA y esperan al rival que llegue del Oeste, donde los Dallas Mavericks de Luka Dončić tienen una ventaja de 3-0 y reciben en casa este martes a los Minnesota Timberwolves.
Los Celtics han dado la sensación de no tener que forzar demasiado la máquina en toda la final del Este, salvo quizá en el primer partido, que los Pacers tiraron cuando tenían casi ganado (tres puntos a favor y posesión a falta de 10 segundos). Los de Boston han echado de menos a su pívot titular, Kristaps Porziņģis, cuya ausencia ha permitido a Pascal Siakam y Myles Turner apoderarse de la zona, pero el talento de sus tres consagrados all-stars (Jayson Tatum, Jaylen Brown y Jrue Holiday), junto con la fiable aportación de derrick White y las prestaciones del veterano Al Horford les han bastado para imponer su superioridad.
Brown ha sido elegido mejor jugador de las finales de la Conferencia Este. Anotó el triple que dio a los Celtics la prórroga en el primer partido, sumó 40 puntos en el segundo y repitió como máximo anotador del partido en el cuarto. Brown se ha llevado cinco de los nueve votos, mientras que Tatum ha tenido cuatro.
Joe Mazulla, el entrenador de Boston, logra el título del Este en su segunda temporada al frente del equipo. En la primera se vio sorprendido por los Miami Heat de Erik Spoelstra. Ahora, los Celtics buscarán su 18º título de la NBA y el primero desde 2008. Lograrían con ello deshacer a su favor el empate histórico que mantienen con los Lakers, que suman también 17 títulos entre su etapa de Minnesota y la de Los Ángeles. Es la segunda final de Boston en tres años. En 2022 perdieron frente a los Golden State Warriors.
La primera mitad del partido de este lunes fue muy igualada. Tras un primer parcial de 27-29 a favor de los Celtics, al descanso se llegó con un 57-58. Los de Boston habían empezado con más puntería en los triples, pero cerraban la primera mitad con un porcentaje de acierto del 40%, el mismo que los Pacers. La ventaja de los Celtics en los robos de balón la compensaban los Pacers con más rebotes. Y al mayor acierto en tiros de dos de los visitantes replicaban los locales con mejor porcentaje en los tiros libres. A los 16 puntos de Jayson Tatum, replicó Andre Nembhard con otros tantos en la primera mitad.
El canadiense, ejerciendo como reemplazo del lesionado Haliburton, ha demostrado que puede dirigir al equipo con solvencia. En el tercer partido batió el récord de puntos de su carrera, aunque los errores del final del partido empañaron su brillante actuación. Aun así, sin el base titular, la rotación de los de Indiana se resiente.
Los Pacers se adelantaron en el tercer cuarto, en parte gracias a que los Celtics empezaron a fallar casi todos sus tiros de tres. Brown tomó el relevo de Tatum en la faceta anotadora, mientras que Obi Toppin suplía con éxito a Myles Turner, que en el tercer parcial cometió cuatro faltas (tres de ellas en un minuto, tras lo que fue sustituido, y la cuarta, al poco de volver a la cancha). Eso condicionó a los de Indiana. Al tramo final del partido se entraba con un 83-80 a favor de los Pacers. Las espadas estaban en alto.
El equipo de Indiana salió dispuesto a no dejarse robar la cartera de nuevo en el último tramo del partido, pero no lo logró. Con Nembhard como guía y un entusiasta T. J. McConnell llegó a ponerse 94-85, su mayor diferencia del partido, a falta de menos de nueve minutos, y mantenían una considerable ventaja (98-90) a menos de seis. Los Celtics subieron las revoluciones de su motor en los dos aros e igualaron (102-102) a falta de dos minutos y medio. A Nembhart le volvió a entrar el tembleque, con pérdidas de balón y lanzamientos fallados en las siguientes posesiones. Un triple de Derrick White a falta de 44 segundos ponía a los Celtics tres puntos por delante. El canadiense de Indiana falló desde la línea de tres de nuevo al intentar igualar. Luego, Tatum trató sentenciar con otro triple. Falló, pero los Celtics atraparon el rebote y los Pacers cayeron eliminados.
Si algo tienen que reprocharse los Pacers es no haber sabido gestionar los finales de partido. Queda la duda de si ha pesado más su inexperiencia o de si los Celtics solo han jugado al máximo cuando lo han necesitado. Salvo el segundo partido, donde ganaron con autoridad, en los otros tres parecían a merced de los Pacers a poco del final. Este lunes no anotaron un solo punto en los últimos tres minutos y medio.
Jaylen Brown fue el máximo anotador del cuarto partido, con 29 puntos, a los que sumó 6 rebotes y 2 asistencias. Tatum acabó con 26 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias, mientras que Jrue Holiday sumó 17 puntos y Derrick White, 16, incluido el triple definitivo. Por parte de los Pacers, Nembhard fue el máximo anotador con 24 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias, pero sus errores finales volvieron a estropear su partido. Siakam sumó 19 puntos y McConnell, 15.
Este martes, los Dallas Mavericks tendrán la oportunidad en casa de cerrar la final del Oeste ante unos Minnesota Timberwolves que se han mostrado incapaces de frenar el ataque dirigido por Luka Doncic y Kyrie Irving. Será en todo caso una final inédita para la NBA, pues los Celtics no se han enfrentado a Dallas en ninguna de sus 22 finales (tampoco a los Timberwolves). Y quien se lleve el anillo será el sexto campeón diferente en seis años consecutivos tras los títulos de los
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