Eugenio López-Chacarra, de ganar el premio gordo en la Liga saudí a criticarla: “Es solo dinero”

El deportista español que más dinero ha ganado nunca por una sola competición lamenta ahora que solo estuviera compitiendo por el talonario. Eugenio López-Chacarra, golfista madrileño de 24 años, pasó a la historia el 9 de octubre de 2022 cuando ingresó 4,88 millones de euros por imponerse en la clasificación individual y por equipos en la cita de la Liga saudí, LIV, en Bangkok, un torneo de tres jornadas. Ese mismo día, Jon Rahm igualaba en Madrid a Seve Ballesteros con su tercer Open de España y ganaba 297.500 euros, 16 veces menos que Chacarra. El gordo del madrileño adquiría proporciones desmesuradas si se comparaba por ejemplo con los 2,95 millones que ese curso ingresó Rafa Nadal por conquistar el Open de Australia, o los 2,26 por Roland Garros. Chacarra doblaba al tenista cuando él apenas disputaba su quinto torneo profesional cuatro meses después de dejar el mundo amateur. Así funciona la Liga saudí de golf.

Con los bolsillos llenos de por vida, ya no llegó ninguna victoria más. Y hoy, fuera del equipo Fireballs que capitanea Sergio García, y sin ofertas para seguir en LIV, Chacarra vuelve por donde se fue: se va de la competición saudí y competirá en el circuito asiático en busca de alcanzar el PGA Tour, el tour americano. “LIV me ha dado el dinero que jamás pensé que pudiera ganar, ha resuelto mi vida y la de mis futuras generaciones, pero ahora quiero hacer historia”, ha explicado en los medios Elperiodigolf y Flushing It. “Cuando me fui a LIV me prometieron puntos del ránking mundial y que jugaría los grandes. Confié en ellos. Y no sucedió. Yo fui el primer joven, luego vinieron los demás. Ahora veo lo que es ganar en el PGA Tour y cómo cambia tu vida. En LIV nada cambia, es solo dinero. No importa si eres el 30º o el primero. Yo no quiero más dinero. Mi vida cambiará por jugar los grandes, el Masters, la Ryder. Ya no era feliz”.

La felicidad de Chacarra se ha vestido con diferentes trajes. “En la vida el dinero no lo es todo. Terminaré mi licenciatura, como les prometí a mis padres”, decía a mediados de 2022, cuando era el número dos mundial amateur y estudiaba Finanzas y Psicología en la Universidad de Oklahoma. Había jugado incluso tres torneos del PGA Tour como invitado y se le abrían de par en par las puertas de la élite. Pero una oferta saudí “irrechazable” provocó su primer volantazo y firmó un contrato por dos temporadas y 10 millones de dólares, más un tercer curso opcional sujeto a resultados. “Es mucho dinero, tengo que aprovecharlo, pienso en mi futuro y en el de mi familia”, replicó. Y de ahí al gran botín de Bangkok.

Hoy Chacarra es el número 328 de la clasificación mundial. Aquella joven promesa que brillaba en Estados Unidos no deja de ser un actor secundario en el golf. Millonario sí, pero secundario. Sin hueco en la Liga saudí que abrazó, deberá remar para volver a ganarse la oportunidad de ser el golfista que prometía, el niño que se entrenó con Seve porque su familia, cántabra, veraneaba en Pedreña. Una sanción por su marcha a LIV le impide alistarse en ningún torneo ni previa bajo el paraguas del circuito americano hasta el próximo 23 de septiembre. En LIV ya le han buscado sustituto: Luis Masaveu, otra perla española, ha fichado por los Fireballs. Chacarra vuelve al punto de partida que dejó por dinero.