La FIDE intenta convencer a Carlsen para que juegue el Mundial Relámpago de ajedrez
El noruego da una entrevista en calzoncillos para cuestionar el código de vestimenta que violó antes de retirarse del Mundial de Rápidas
El puente entre el número uno del ajedrez, Magnus Carlsen, y la Federación Internacional (FIDE) no está aún roto del todo. El noruego dijo lo contrario el viernes tras retirarse del Mundial de Rápidas en Nueva York cuando iba muy lejos de los líderes y después de ser multado y advertido de descalificación por jugar con pantalones vaqueros. Pero hay conversaciones para que dispute el Mundial Relámpago el lunes y el martes. El ruso (con la bandera de la FIDE) Volodar Murzin, de 18 años, es el nuevo, y muy sorprendente, campeón del mundo de rápidas.
El presidente de la FIDE, el ruso Arkady Dvorkóvich respondió así a una pregunta de EL PAÍS: “Estoy muy ocupado, intentando encontrar una solución”. Timur Turlov, consejero delegado del principal patrocinador, la empresa kazaja Freedom, se mostró moderadamente optimista: “Aunque yo personalmente no he hablado con Carlsen, porque no me parecía el momento de molestarlo, no cierro la puerta a que podamos convencerlo de que juegue el lunes”. El padre y representante de Carlsen, Henrik, no respondió personalmente a un mensaje de este periódico, pero una fuente muy cercana a él confirmó que las conversaciones existen y que Carlsen sigue en Nueva York a pesar de que el viernes por la noche, en pleno berrinche, dijo que planeaba irse “a algún lugar donde haga mejor tiempo que aquí”.
Esa misma noche, el número uno dio una entrevista al periodista noruego Ole Kristian Ström, del diario VG, a quien recibió en calzoncillos, con esta explicación: “No quiero romper más el código de vestimenta, de modo que me he cambiado de atuendo”. En la parte seria de la conversación calificó la reacción de la FIDE como “muy fuerte”. Y explicó: “Había otros jugadores bastante peor vestidos que yo; en realidad, mis vaqueros conjuntaban muy bien con el resto de mi ropa”. En otro momento implicó al pentacampeón del mundo Viswanathan Anand, héroe nacional de la India y ahora presidente adjunto de la FIDE, en la decisión de multarlo, amonestarlo y no emparejarlo para la novena ronda: “Le doy las gracias”, concluyó.
Esas manifestaciones de Carlsen no distinguen dos aspectos del asunto que incitan a la confusión si se entremezclan. Por un lado, el debate sobre si el código de vestimenta de la FIDE es demasiado estricto en cuanto a la prohibición de toda clase de pantalones vaqueros y de calzado deportivo. Por otro, es un hecho fácilmente comprobable que el árbitro principal, el británico Alex Hollowczak, aplicó estrictamente lo que dice el reglamento: la primera violación del código de vestimenta conlleva una multa de 200 euros; la segunda (en otra ronda) supone que el jugador no será emparejado en la siguiente; y la tercera equivale a la descalificación. Hollowczak propuso a Carlsen, cuyo hotel está a tres minutos de la sede del Mundial, que fuera a cambiarse antes de jugar la novena, pero el noruego se negó y anunció su retirada del Mundial de Rápidas, la no participación en el Relámpago y la “ruptura total con la FIDE”, con la que se declaró “en guerra”.
También es un hecho que Hollowczak ha aplicado la misma vara de medir a todos los participantes, sean o no estrellas. El ruso Ian Niepómniashi, doble subcampeón del mundo, fue multado por llevar calzado deportivo; lo cambió por otro, y el asunto no fue a mayores. En las redes se ha publicado una foto de otro de los grandes astros, el estadounidense Hikaru Nakamura, con unos pantalones que parecen vaqueros: “Pero no lo son”, asegura el árbitro, “y por tanto no pueden ser objeto de sanción”. La rusa María Emeliánova, autora de la foto, confirma que no eran vaqueros.
Si Carlsen confirma que no jugará el Relámpago, será el primer año desde 2012 en el que no ostenta ningún título mundial (renunció al de ajedrez clásico en 2022), aunque ahora mismo sigue siendo el número uno en las tres modalidades. Su cetro en ajedrez clásico pasó en 2022 al chino Liren Ding, quien lo perdió hace dos semanas ante el indio Dommaraju Gukesh, de 18 años. Ahora, un coetáneo de este, Murzin, sube al trono que Carlsen estaba muy interesado en conservar.
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