El Chelsea, rico en dinero y pobre en resultados

En poco más de un año, en las tres últimas ventanas del mercado de fichajes, el Chelsea ha gastado en fichajes 1.075 millones de euros. No hay registros que igualen la desmesura, matizada porque por el camino ha ingresado 740 millones en traspasos. Pero sólo este verano los pagos se dispararon hasta los 464 millones para convertirse en líder mundial por encima del Al-Hilal (353), PSG (349) y Tottenham (248) y adquirir once futbolistas. La recaudación por ventas se quedó en 197. Cinco de esos fichajes se alinearon en la derrota (0-1) en Stamford Bridge contra el Nottingham Forest, que apenas había ganado un partido a domicilio durante la campaña pasada. El multimillonario elenco que ahora dirige Mauricio Pochettino suma cuatro puntos en cuatro jornadas. Sólo le ha podido ganar al Luton y transita a ocho jornadas del imperturbable líder Manchester City, que pasó por encima (5-1) del incómodo Fulham con tres goles de Erling Haaland, que ya suma seis dianas en la Premier.

Naufraga el Chelsea, incapaz de frenar la deriva que le llevó a acabar el último campeonato en la duodécima posición. Tampoco da la impresión de que después de tanto movimiento de dinero y de futbolistas haya conformado un proyecto sólido. Ante el Forest alineó a Robert Sánchez bajo palos; Disasi, Thiago Silva y el novel Colwill fueron los centrales; Malo Gusto y Chilwell ocuparon las bandas. En la medular se alinearon Gallagher, Moisés Caicedo y Enzo Fernández, que llegó el pasado mes de enero y en septiembre ya luce el brazalete de capitán. Sterling y Nicolas Jackson, que marró una oportunidad clarísima de gol en los instantes finales de partido, fueron los delanteros. Madueke, el novato Palmer (recién fichado desde el City por 47 millones), Mudryk y Maatsen fueron los refrescos, pero no hubo manera de derribar al esforzado Forest.

Anthony Elanga, el exdelantero del Manchester United, penalizó un error de Caicedo, que no acaba de entrar con buen pie en el Chelsea. Le faltó claridad y, pecado tras tanto gasto, algo de talento en los últimos metros al cuadro londinense, que en desventaja desde el inicio de la segunda parte se entregó a la urgencia para encasquillarse.

Más plácida fue la tarde para el campeón. El Manchester City no podía disponer de Stones, Grealish y De Bruyne. Y guardó durante tres cuartas partes del partido a Bernardo Silva. También faltaba Pep Guardiola, convaleciente de una operación en la espalda. Juanma Lillo dirigió las operaciones desde el banquillo en un duelo que pareció complicarse cuando al poco de adelantarse el City con un gol de Julián Álvarez, asistido por Haaland, empató el Fulham a la salida de un córner. Pero valió un gol de Aké en el final de la primera parte, no sin polémica por un fuera de juego posicional de Akanji del que existen dudas sobre su influencia, y todo se aclaró para el City, que descabalgó a su rival con una nueva exhibición de Haaland, que firmó su quinto triplete en 39 partidos en la Premier.

No fue el único hat-trick de la jornada. Heung-Min Son, referencia indiscutible del Tottenham tras la marcha de Harry Kane, anotó tres goles en Burnley, donde los locales, que no suman puntos tras su regreso a la Premier, se adelantaron en su primera llegada, pero cayeron con estrépito (2-5). Los Spurs tratan de aguantar el tirón del City, el único equipo que va a acabar las primeras cuatro jornadas con un pleno. El Tottenham es segundo, igualado a puntos con el West Ham, ganador en Luton el viernes (1-2). Liverpool y Arsenal podrían acompañarles a dos puntos del líder si superan este domingo a Aston Villa y Manchester United, respectivamente.

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