Michael Cheika, seleccionador de rugby de Argentina:“El respeto se gana tomando decisiones valientes”
El australiano, nombrado mejor entrenador del mundo en 2015, analiza el nivel de la albiceleste antes de enfrentarse a España en un partido amistoso
Pese a ser australiano, Michael Cheika (4 de marzo de 1967) podría pasar por argentino. Es el ganador que buscan Los Pumas, un técnico pasional conocido por retar siempre a sus jugadores. Nombrado mejor entrenador del mundo en 2015 por reconstruir una Australia en cenizas y convertirla en un año en subcampeona del mundo, buscará ampliar los confines celestes y blancos en el Mundial de Francia abrazando el músculo emocional de la cultura latina. Este sábado (20:45 horas, M+ Vamos) afronta en el Metropolitano de Madrid un duelo ante España al que quita la etiqueta de amistoso.
Pregunta. ¿Qué Argentina vio a través de Ledesma o Contepomi?
Respuesta. He tenido relación con ellos desde hace mucho, conocí a Contepomi en 2005 y a través de él llegué a otros como Roncero o Pichot. Creo que tengo una buena comprensión de la mentalidad de la gente y disfruto mucho estando con ellos. Me gusta estar rodeado de buena gente.
P. ¿Cómo es esa mentalidad?
R. Es un verdadero compromiso para triunfar pese a los muchos obstáculos que tienen delante. Dentro del rugby y en el país siempre hay dificultades, pero de alguna manera siempre consiguen superarlas. Y con las mínimas quejas, simplemente siguen adelante. Son muy pasionales con el deporte, con su país, con su forma de vida. Hay trazas muy claras que han pasado de una generación a otra.
P. ¿Han mejorado aquellos Pumas que fueron cuartos en 2015?
R. Es muy difícil hablar a tan largo plazo. Los equipos atraviesan círculos y Argentina tiene influencias muy diferentes en cómo funciona su selección. Se trata de sacar lo mejor de cada jugador con lo que han aprendido durante estos años y juntarlo en un estilo de juego. Queremos mantener los valores de nuestra historia, pero que este equipo de 2023 tenga una identidad propia.
P. Ledesma asumió el reto de ganar el Mundial en 2023. ¿Su objetivo es el mismo?
R. Todos los periodistas quieren su titular. Nunca me han preguntado: ¿Vas a no ganar? Por supuesto que vamos a ir allí a ganar, pero vamos a prepararnos para ser capaces de hacerlo. Siempre podemos decir que vamos a ganar y esperar que suceda, pero es muy diferente hacer el trabajo duro. Todo el mundo piensa que puede ganar el torneo. Emocionalmente está bien, pero lo que estamos intentando es estar listos para competir cada partido.
P. ¿Cuántas selecciones pueden ganar el Mundial?
R. No tengo ni idea. Honestamente, todas.
P. Chile no va a ganar el torneo.
R. Creciendo en el lugar que crecí [Randwick, los suburbios de Sídney] jamás pensé que iba a estar donde estoy. Si no respetas a todos tus rivales, al final te enseñan una lección que no quieres aprender. Y esto ya ha pasado. Todos están en el Mundial por una razón y cada vez que entres a un campo va a ser un reto: físico, mental y técnico.
P. ¿Cómo evoluciona un entrenador?
R. A través de las experiencias y de ser consciente de uno mismo, no pensar que tienes todas las respuestas. He tenido tres experiencias en Mundiales [una en rugby league] y todas me han dado algo. Mi compromiso es ser lo mejor posible para mis jugadores porque así les doy la oportunidad de dar lo máximo.
P. ¿Es mejor que el Cheika que fue nombrado mejor entrenador del mundo en 2015?
R. Sí, lo soy, definitivamente. He aprendido mucho y sigo haciéndolo desde que empezó el año. Cuando ayudas a los demás, también aprendes al mismo tiempo.
P. ¿Cómo se gana el respeto de sus jugadores?
R. No es una cuestión de jugadores, sino de cómo te ganas el respecto como persona. Teniendo una identidad clara: quieres que la gente sepa quién eres y lo que defiendes. Y demostrarles que estás allí para ayudarles con lo que necesiten. Algunas veces eres duro con ellos, pero con el objetivo de hacerles mejores, que es lo que todos quieren. Hay que tomarse el tiempo para escuchar y entender. El respeto también se gana tomando decisiones valientes, ese es nuestro trabajo.
P. ¿Hay suficientes recursos para que el rugby crezca en un país donde el fútbol es religión?
R. Siempre puedes tener más recursos, nunca vas a decir que son suficientes. El crecimiento es exponencial, depende de cuánto quieras crecer. Argentina tiene una gran influencia en Sudamérica. Hay una red muy fuerte de entrenadores que comparten todo tipo de ideas y hay muchos jugadores en desarrollo en todo el país. No es idílico, pero el trabajo está ahí. Y nosotros tenemos un equipo muy joven. Sí, hay mucho espacio para mejorar, pero libra a libra, si podemos usar esa analogía, están haciendo un trabajo magnífico para desarrollar el deporte.
P. ¿Cuánto quiere crecer?
R. No depende de mí, llevo aquí un año, pero me gustaría verles crecer lo máximo posible porque veo mucho talento y pasión. No va a pasar de la noche al día, pero cuando trabajas continuamente siempre vas a conseguir resultados. No importan tanto los recursos como la calidad.
P. España aspira a ser un país del Tier 1 [el primer escalafón mundial]. ¿Es posible?
R. Por supuesto, hemos visto cómo la selección se ha acercado al Mundial. Los equipos son cada vez más competitivos a lo largo de todo el mundo. Odio esa idea de Tier 1 y Tier 2, para mí no existe. Una vez que sales al campo, es un partido y todos estamos en la misma categoría. No tengo dudas de que España puede crecer, especialmente por la cercanía con Francia más la conexión con Argentina a través del lenguaje y pasaportes compartidos. Como en todo, necesitas invertir, contar con la gente adecuada y un buen plan de futuro.
P. ¿Qué pueden aportar los países latinos a la cultura anglosajona del rugby?
R. Lo vemos dentro y fuera del campo. Cuando ganamos en Australia había más de mil argentinos eufóricos, fue un apoyo fantástico, algo vibrante. Creo que vamos a verlo también en el Mundial. En el campo, vamos a ver un rugby diferente. Los sudamericanos juegan con una energía diferente porque son personas distintas. Las diferencias culturales se muestran en el terreno de juego, se trata de cómo los entrenadores pueden canalizar esa mentalidad. Utilizada de la manera correcta, la pasión puede ser una auténtica arma.
P. ¿Qué significa el partido de Madrid?
Estamos jugando un test-match, nos vamos a poner la celeste y blanca para enfrentarnos a un país en crecimiento. Sabemos la importancia de cada partido por la cantidad de argentinos que nunca van a tener la oportunidad de jugarlo. Cuando estás en un equipo nacional no hay amistosos, seremos conocidos por nuestras actuaciones; no necesariamente por los resultados, sino por cómo juguemos. Es importante para mí. Queremos mostrar que podemos alcanzar un nivel de excelencia mediante nuestra forma de hacer las cosas.
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