Alcaraz: “No tengo miedo, creo en mí mismo”
El número uno destaca su “brutal” nivel de juego y anticipa que el pulso con Nole será ante todo “mental”, aunque confía en poder ofrecer un extra para triunfar
Sigue Alcaraz feliz, pero contenido. Falta el último paso. El más importante, el más difícil. Dificilísimo. El domingo, cara a cara con Novak Djokovic en la gran final de Londres, la primera que pisa en este escenario y que le reúne con un exclusivo grupo de jugadores españoles que lograron brillar en el escenario de los escenarios, con mayúsculas. “Va a ser el mejor momento de mi vida. Jugar una final aquí, en Wimbledon, es con lo que siempre soñé, y si encima es contra Novak, mejor”, apunta frente a los periodistas después de haber barrido a Daniil Medvedev con otra actuación soberbia, sin opción alguna el ruso.
Inevitablemente, el cruce inglés con Nole retrotrae a él y los presentes a lo acontecido hace poco más de un mes, el 9 de junio, cuando la musculatura del español se contrajo de tal manera que se tuvo que detener el partido por los calambres. “Este partido [por la final, a las 15.00; #Vamos] va a ser como una lucha personal, en el sentido de no querer que me pase lo mismo, de mejorar, de hacer las cosas diferentes para que eso no vuelva a suceder”, precisa el número uno, que pese a su “brillante” rendimiento contra Medvedev –así lo califica– considera que todavía tiene margen para ofrecer un extra en el gran día.
“Estoy jugando a un nivel brutal, con mucha confianza, moviéndome muy bien”, dice. “Pero siempre se puede dar más, siempre se puede ser mejor. Siempre hay algo escondido que puedes sacar. Por muy bien que juegue, por muy perfecto que haya jugado, siempre digo que puedes dar más y en la final hay que sacar todo lo que tiene uno dentro”, señala Alcaraz, que luce el gorrito de los días previos –lo que funciona, mejor no tocarlo demasiado– y que ha mejorado sensiblemente su inglés. Emplea este idioma para destacar que ha sido uno de sus mejores partidos, “pero no solo en hierba, sino en el circuito”, precisa.
Entiende el murciano que el duelo final será ante todo una prueba “mental”, por encima de lo tenístico, aunque tendrá que dar su máximo desde todos los ángulos. “Y aun así nadie me asegura que vaya a ganar”, matiza. “Vamos a intentar mantenernos calmados, a intentar disfrutar y desplegar nuestro mejor nivel, pero sí que es verdad que va a ser algo muy mental, así que vamos a intentar estar concentrados todo el tiempo”. Para ello, adelanta, hará algunos ejercicios mentales y probablemente modifique las rutinas que ha llevado hasta ahora, así como la que precedió al pulso de París.
El trono, otra vez en juego
No adivina ningún punto débil en Djokovic (36 años) ni tampoco cree que el serbio pueda acusar la presión por la magnitud de lo que tiene a su alcance, que es la recompensa de las recompensas: si gana, igualará la plusmarca histórica de la australiana Margaret Court, los 24 grandes. “Ya ha demostrado durante toda su carrera lo bien que la sabe gestionar y lo poco que le afecta”, señala, ansioso por medirse otra vez con el balcánico pese al mal trago que le hizo pasar este en las semifinales del grande francés.
“No tengo miedo”, antepone. “Sí, la verdad es que es un muy buen reto para mí. Al final, en los grandes momentos y contra las grandes leyendas es cuando hay que mostrar tu mejor versión. Ya dije en su día que creo que pertenezco a este tipo de situaciones y vamos a demostrarlo. No tengo miedo”, recalca. “sino que tengo muchísimas ganas de jugar este partido. Pase lo que pase, siempre creo en mí mismo, pienso que puedo ganar y vamos a ir a por ello”, se despide el joven rey de la ATP, que se juega el número uno en un mano a mano que promete ser espectacular, independientemente del juego. Es el último elegido contra el señor de los récords, el inmenso Djokovic. Diversión garantizada.
“TIENE ALGO DE LOS TRES GRANDES”
El ruso Medvedev lamentó no haber podido hacer frente a Alcaraz, al que posteriormente definió como un jugador “muy fuerte” y que, “en general, compararía con los del Big Three [Nadal, Federer y Djokovic]”.
Según él son fantásticos, han ganado muchos majors y el español “tiene algo de ellos” porque “tiene solo 20 años, ya posee un Grand Slam, ha sido número uno durante muchas semanas (28) y juega de manera fantástica”. Habla con propiedad, puesto que sabe lo que es batir a Nadal y Djokovic, aunque no así a Federer.
Para ilustrar el paralelismo, Medvedev matizó que “contra alguien como Carlos, Novak o Rafa [metiendo al murciano en el mismo saco] tienes que dar lo mejor de ti; tal vez contra otros puedas estar jugando mal, pero vas a tener tus oportunidades. Contra él [Alcaraz] tienes que estar en tu mejor momento”.
Preguntado por un hipotético triunfo de Alcaraz en la final, sobre si es posible que derribe a Djokovic en este terreno, contestó: “Creo que sí. Nunca han jugado en hierba… Novak ha ganado treinta y tantos partidos en esta superficie, así que será difícil, pero será interesante. El uno contra el dos. Creo que no podemos decir con seguridad quién va a ganar”.
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