El feliz y triste adiós de Mirotic tras ganar la ACB con el Barcelona
El jugador franquicia azulgrana, MVP de la final, es desterrado por el club dos años antes de acabar el contrato por su elevado sueldo y la precaria situación económica del club
La victoria fue el punto final de Nikola Mirotic (Podgorica, Montenegro; 32 años) como jugador franquicia del Barcelona, un momento de júbilo sobre una lámina de lágrimas, un feliz y triste adiós. El Barça se impuso con rotundidad al Madrid, tanto en el Palau por dos veces como en el WiZink una más, para levantar el trofeo de la Liga Endesa, para coronarse como el rey de la ACB. El mejor de la serie, como expresaba el laurel del MVP, fue Mirotic, capaz de hacer 14, 25 y otros 14 puntos por encuentro, excelente por momentos desde el perímetro, bajo el aro y hasta en defensa. Pero su sonrisa azulgrana perdió el color. “Seguramente es mi último partido con el Barcelona”, aceptaba tras la final, al tiempo que encogía los hombros; “no ha sido nada fácil todo esto, pero cuando uno gana y sabe que se va a ir por la puerta grande, es lo más que se puede pedir. Estoy muy agradecido. Toca disfrutar, y despedirse bien porque el club y la afición se lo merecen”. Es el desenlace de la obra de Mirotic en el Barça. Pero el inicio y el nudo tienen miga.
La historia comenzó en 2019, cuando el expresidente Josep Maria Bartomeu lo fichó procedente de los Milwaukee Bucks, un golpe de autoridad para reflotar una sección que no conquistaba la Euroliga desde 2010. Pero un curso más tarde, afectada la tesorería del club por la pandemia, el jugador aceptó una prolongación del contrato hasta 2025 con una renovación a la baja. “Era un contrato al estilo fútbol de los que hacía la anterior directiva”, cuentan desde la entidad azulgrana; “de esos que a cada año va in crescendo, que tapa un agujero de inicio pero lo hace más grande después”. Así, su salario ya estaba por los 11 millones brutos —el jugador mejor pagado de Europa— y más que ascendería en los dos próximos cursos. Demasiado para el Barcelona, que durante los dos últimos cursos le pidió en reiteradas ocasiones que necesitaban rebajar el salario, ya que no podía hacer frente a unos emolumentos tan elevados cuando el resto de las secciones de la entidad también van a menguar aproximadamente en un 20%. Más que nada porque el Barcelona tiene que reducir la deuda y hacer un tijeretazo para cumplir con el Fair Play financiero que exige LaLiga.
“En ningún momento el club me ha abordado para que me bajase el sueldo. No hemos hablado de la rebaja salarial ni esta temporada ni la pasada”, replicó Mirotic, micro en mano. “Claro que lo hemos hecho”, replican desde los pasillos del Palau; “a él no, pero sí a su agente [Igor Crespo]. Y su respuesta siempre ha sido que no y de forma muy contundente, pues se sintió engañado por la anterior directiva”. Algo que secundó Juan Carlos Navarro, director general de la sección de baloncesto: “Hablamos muchas veces con su agente sobre esto. Rotundamente, sí”.
Después de darle vueltas y vueltas, el Barça optó por cortar por lo sano. “Nikola sabía que el club está sometido a unas reducciones presupuestarias por la imposibilidad de mantener esta masa salarial. Además, tenemos que afrontar ahora unos avales y por delante está una sanción de la Liga por superar el límite. Pero fíjate si nos interesaba tenerlo que hasta ahora no le tocamos nada y seguía en el equipo a pesar de esta sanción. Desde el club se ha hecho todo y más. Ocurre que ya no se puede aguantar más porque el presupuesto está en 41 millones y hay que bajarlo. No es culpa suya tampoco, ¿eh? Pero se tiene que buscar solución y antes está la supervivencia del Barcelona”, apunta una fuente oficial del club. Y una liquidación —todavía por cerrar— no es una partida que compute como masa salarial.
Acabada la Final Four de la Euroliga, donde Mirotic no tuvo su día porque en semifinales ante el Madrid solo sumó tres puntos, y antes de disputar los playoffs ligueros, el Barça le comunicó la decisión de que no seguiría. “El agente, tras decirnos una vez más que no se rebajaría el sueldo, nos pidió que si al final se tenía que ir que le avisáramos con tiempo para buscar equipo”, cuentan desde el Barcelona. Para el jugador quizá no era la mejor fecha y así, consternado, lo expresó en una entrevista a Mundo Deportivo. “Sinceramente, no me han dado ninguna explicación y me hubiera gustado que se me hubiera transmitido de otra manera, en otro momento”, replicó el ala-pívot. Pero el Barça ya había tomado una decisión inamovible. “Es fantástico y un gran jugador, nos ha dado muchos éxitos y es una gran persona, pero la situación es la que es y para inscribir jugadores tenemos que cumplir con el plan de viabilidad que presentamos a LaLiga”, dijo Laporta.
“No hay vuelta atrás con Mirotic. Es una decisión que está tomada desde hace tiempo. Tiraremos por otro camino. Estamos tranquilos”, señaló Navarro. “No estamos contentos de tener que dejarlo ir. Es un gran jugador y una gran persona, pero necesitamos estabilizarnos y no tener un presupuesto que sea devastador, tratando de conservar la competitividad de la sección”, añade una fuente oficial azulgrana. “No depende de mí, es algo sobre lo que no tengo control”, cerró Mirotic.
La marcha del jugador ha hecho mella en el Palau, que desde que se supo la noticia le ha prodigado ovaciones por definición. Instantes previos a empezar los encuentros ante el Madrid, durante, porque ha sido el mejor, y también después, al punto de que le descorcharon alguna lágrima tras el segundo envite. “Estoy más que agradecido al público, a esta afición, a este club que tanto me ha dado... He sentido más amor que nunca. Ha sido muy importante para mi familia. La gente y la ciudad nos ha acogido y sería lo mejor poder acabar esto de la mejor manera”, dijo con la voz entrecortada; “con este apoyo y este amor no les puedo fallar”. Y no lo hizo. Por el camino quedan dos Ligas y dos Copas, pero no una Euroliga que se les ha resistido, finalistas hace tres años y semifinalistas en los dos últimos. Es el feliz y triste adiós a Mirotic.
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